EL INCIDENTE DE FLOR IMPERIAL

Incidente en Reino Unido [Año: 163 D. L]

La noche caía sobre el lugar, el firmamento desplegaba un manto estrellado que enmarcaba la escena. El suave viento mecía la nieve y el pasto en un baile silencioso que apenas se percibía en medio del frío. Etern, agotado por su errante travesía, se encontraba devastado y anhelaba un merecido descanso. A pesar de saber que estaba prohibido, decidió obviar por completo la regla y, con voz fatigada, se justificó: "No creo que suceda nada si me recuesto cinco minutos". Sin más dilación, se tumbó en el suelo y cerró lentamente los ojos.

Sin embargo, su acto de desafío no pasó desapercibido para Adán, quien había despertado en ese preciso instante.

Adán, en un acto impetuoso, abandonó el cuerpo de Etern reemplazándolo  y se aventuró en una noche estrellada, donde el viento soplaba suavemente y la nieve danzaba a su alrededor. Después de un largo tiempo enclaustrado, el contacto con la naturaleza lo revitalizó. Con una mirada dirigida hacia el cielo, cerró sus ojos y dejó que el viento soplara en su rostro, disfrutando la sensación de libertad que hacía tanto tiempo no experimentaba.

Tras vagar durante unos minutos, avistó un asentamiento y sin vacilación alguna, realizó un gesto con sus manos que generó un rayo purpura que tomó la forma de una espada, conocida en los anales de la historia como la "Espada Innombrable". Con ella en mano, se acercó al asentamiento, sintiéndose más fuerte y seguro que nunca.

Por otro lado, la DCIN, alertada por la presencia de una extraña criatura que se dirigía hacia el asentamiento, desplegó un equipo de reconocimiento para investigar el asunto. Con el fin de asegurar la seguridad de los habitantes, la DCIN estaba decidida a identificar la fuente de la presencia extraña y neutralizarla en caso de ser necesario.

Cuando el equipo de reconocimiento llegó al lugar, en un giro inesperado de los acontecimientos, el equipo fue sorprendido por una lluvia de bolas de fuego lanzadas por Adán, las cuales no parecían tener ningún efecto en él debido a su aspecto esquelético oscuro. El equipo, que se encontraba indefenso, estaba siendo masacrado sin piedad por Adán, y los gritos de ayuda que se escuchaban en el mando central eran cada vez más desesperados, pidiendo refuerzos urgentes para intentar detener al ser desconocido que estaba causando estragos.

Desafortunadamente, el resultado final fue un ruido blanco, indicando que el equipo había sido aniquilado. Adán, sin razón aparente, continuó su camino hacia el asentamiento, donde comenzó a matar indiscriminadamente a todos los que encontraba a su paso. A pesar de no tener ninguna justificación para sus acciones, parecía disfrutar de la masacre sin remordimiento alguno.

La situación resultaba alarmante y compleja para la DCIN, que se enfrentaba a un enemigo desconocido y demasiado peligroso, capaz de aniquilar a un equipo de reconocimiento avanzado en cuestión de segundos. La incertidumbre y la tensión crecían a medida que la agresión de Adán continuaba sin explicación aparente, lo que generaba un alto grado de preocupación en los líderes de la DCIN y ponía en peligro la vida de los habitantes del asentamiento de la humanidad.

La escena era caótica, la oscuridad de la noche parecía acentuar la ferocidad del enfrentamiento. La lluvia de bolas de fuego que Adán lanzaba con violencia, dejaba en evidencia su poder destructivo. El esqueleto de Adán, inmune a las balas, parecía disfrutar del sufrimiento que estaba causando en los indefensos habitantes del asentamiento.

Los cañones de defensa de la nueva humanidad inglesa, que antes habían sido considerados una barrera impenetrable, demostraban su inutilidad frente al poderío de Adán. Hasta que finalmente, el Rey del asentamiento de Reino unido, un hombre mayor de unos 67 años y sabio, se encontró cara a cara con la bestia. A pesar de su valentía, su apariencia frágil y su edad avanzada no podían compararse con la fuerza y la ferocidad de Adán, pero el gobernante apunto con valor su rifle.

Cuando Adán levantó su espada, el Rey supo que su fin estaba cerca. Pero entonces, la espada cayo y se clavó en el suelo, pero no sin antes asustar al anciano Rey, quien perdió el conocimiento del miedo.

En ese momento, Etern despertó y Adán comenzó a tambalearse en medio de la destrucción, gritando frases incomprensibles mientras se aferraba a su cabeza con fuerza. De repente, implosionó, generando una pequeña explosión que desató a Etern.

Este último cayó al suelo, en medio del caos y la confusión, intentando procesar todo lo que acababa de suceder. Los charcos de sangre, los gritos de dolor y el fuego en todas partes creaban una escena desgarradora. Mientras tanto, la DCIN intentaba entender lo sucedido y buscar soluciones para la crisis que se había desatado.

La escena era desoladora, los escombros y los restos de las estructuras del asentamiento estaban dispersos por todo el lugar, las paredes carbonizadas y los cuerpos inmóviles daban la impresión de que la vida había sido completamente erradicada de aquel lugar. Etern observaba todo a su alrededor, sintiéndose abrumado por el desastre que había causado Adán con su impetuosa ira. A su lado, el Rey intentaba recuperarse del miedo que lo había paralizado, mientras trataba de comprender lo que acababa de suceder.

Etern se acercó al anciano y lo ayudó a levantarse, tratando de calmarlo y de explicarle lo que acababa de ocurrir. Le aseguró que Adán ya no representaba una amenaza, que había logrado contener su furia y poner fin a la carnicería. Poco a poco, el Rey comenzó a recuperar la compostura, y su voz temblorosa se hizo más firme cuando le preguntó a Etern sobre su origen y sus intenciones.

Con una sonrisa amistosa, Etern se presentó como un viajero errante, un ser que vagaba sin rumbo fijo en busca de respuestas y de nuevos horizontes. Le contó al Rey acerca de su propia naturaleza y habilidades, tratando de explicarle lo mejor posible lo que era un ser inmortal y cómo había llegado a aquel lugar. Aunque el anciano parecía escéptico al principio, poco a poco fue aceptando la presencia de Etern y agradeciendo su ayuda para reparar los daños causados por la ira de Adán.

La DCIN, por su parte, se movilizó rápidamente para brindar apoyo, enviando equipos de ingenieros y técnicos para reparar las estructuras dañadas y proporcionar los recursos necesarios para que la comunidad pudiera recuperarse. Se estableció un campamento provisional en las afueras del asentamiento, donde se instalaron las unidades de la DCIN para coordinar las tareas de ayuda y ofrecer asistencia médica a los heridos.

Después de la charla con el Rey de nombre Hirsial, Etern se sintió aliviado al poder quedarse en el castillo como mayordomo, y tener un propósito en su vida. Le agradeció al Rey por su comprensión y por brindarle una oportunidad de hacer algo significativo. Etern se comprometió a cumplir su promesa y siempre estar dispuesto a proteger al pueblo y a la familia real, sin importar las circunstancias adversas, Etern sería la mano derecha del rey y el mas fiel guardia.

Etern miró al Rey a los ojos y pronunció con solemnidad: "Prometo que la humanidad no se extinguirá".

Etern no prometió proteger a todos, ni siquiera ayudar en momentos de necesidad. Su promesa fue específicamente evitar la extinción de la humanidad, dejando abierto un sinfín de interpretaciones sobre los posibles escenarios más horrendos. Podría significar que la humanidad enfrentaría calamidades terribles, guerras desoladoras, plagas mortales o cualquier otra catástrofe imaginable, pero que de alguna manera, siempre sobrevivirían, tal vez en condiciones inimaginables de sufrimiento y desolación.

El Rey, por su parte, se sintió satisfecho al tener a Etern a su lado, sabiendo que su presencia sería una ventaja en la lucha contra posibles enemigos. 

Etern se sometió a una transformación visual, yéndose a la costurera para obtener un nuevo guardarropa, reemplazando sus ropajes gastados y sucios con prendas limpias y elegantes. Su apariencia mejorada no solo mejoró su autoestima, sino que también lo hizo sentir más en sintonía con su nuevo propósito en la vida.

La vida en Reino unido continuó con relativa normalidad después de la llegada de Etern. La gente se acostumbró a su presencia y, con el tiempo, lo consideraron como un miembro más de la familia real. Su lealtad y dedicación a la protección de la familia y el pueblo se convirtieron en un valor apreciado y una inspiración para todos aquellos que lo rodeaban.

EL ORIGEN DE LAS GRIETAS

Año 8,130,424 ADL

Ergecin 8422, un planeta moribundo abandonado a su suerte en un sistema estelar inactivo, quedó atrapado en una era de hielo interminable. La noche era, como siempre, gélida y eterna. Etern, sumido en la desesperación y el hastío de una vida sin propósito, se encontraba en un estado de profunda depresión. Su existencia parecía una cárcel, un destino sin sentido y sin libertad. Adán, por su parte, no tenía compasión por su situación y cada día le lanzaba insultos y comentarios que solo empeoraban su desesperanza. 

La mente de Etern estaba nublada por la desesperación y la falta de esperanza, lo que lo había llevado a considerar el suicidio como una posible solución a su situación. Adán, en su constante afán de torturarlo, lo había llevado aún más al borde del abismo, convenciéndolo de que era mejor no existir. 

Etern, en su estado emocional, siguió las instrucciones de Adán y apuntó la bola de fuego hacia su ojo derecho, buscando la liberación de su sufrimiento. Sin embargo, como era de esperar, no tuvo éxito. 

La energía que impactó en el ojo de Etern fue tan intensa que fracturó su rostro en múltiples lugares. El dolor era indescriptible, como si cada hueso de su cuerpo se estuviera desgarrando y colapsando en sí mismo. Todo su ser se retorcía en el suelo, mientras la nieve se teñía de rojo y púrpura.

Etern no podía ver nada, su visión se había distorsionado por la energía y el fuego que lo había envuelto. Los colores se habían desvanecido, el mundo ahora era gris y sombrío, y el dolor seguía desgarrando su cuerpo.

Adán se acercó a él, riéndose con burla y escupiéndole a la cara. Le dijo que era un inútil, que no valía nada y que nunca lo había hecho. Etern quería gritarle, quería hacerle sentir el dolor que estaba experimentando, pero su cuerpo estaba demasiado débil para moverse.

Por un momento, Etern se quedó allí, en la nieve, con la mano temblorosa y vacía. La bola de energía que tenía en ella, la cual representaba su última oportunidad de liberarse de todo el dolor y la oscuridad que lo atormentaba, no había surtido ningún efecto. Estaba atrapado, atrapado en su propia existencia sin propósito.

La decepción y la desesperación lo inundaron, y sintió un nudo en el estómago. ¿Por qué no había funcionado? ¿Por qué no podía simplemente desaparecer? ¿Por qué tenía que seguir viviendo en un mundo que lo rechazaba y lo condenaba a la soledad?

Mientras se tambaleaba en la nieve, Etern miró hacia arriba y vio las estrellas brillando en el cielo nocturno. Un pensamiento fugaz cruzó su mente: ¿existiría algo más allá de su dolor y sufrimiento? ¿Habría algún tipo de esperanza en algún lugar del universo?

De repente, una voz suave y cálida lo llamó desde la oscuridad. Era una voz que no recordaba de quien venía pero que a su vez sentía que la conocía.

La voz lo tranquilizó, lo animó y le dio fuerzas para seguir adelante. Etern se levantó de la nieve, y decidió que no se rendiría. En lugar de eso, comenzó a caminar hacia el horizonte, hacia la promesa de un nuevo amanecer.

Caminó durante horas, con la nieve y el hielo crujientes bajo sus pies. Finalmente, llegó a un lugar donde la nieve comenzó a derretirse, y vio algo que nunca había visto antes: un campo de flores multicolores que se extendía hasta donde alcanzaba la vista.

Las flores eran como una explosión de vida y color en medio de la desolación del planeta muerto. Y en ese momento, Etern sintió algo que no había sentido en años: esperanza. La esperanza de que, aunque estuviera solo en este planeta, aún había belleza y bondad en el universo.

Etern se arrodilló en el campo de flores e intento llorar, dejando salir todo el dolor y la tristeza que había acumulado dentro de él durante tanto tiempo. Y después de un tiempo, cuando sus llantos cesaron, se levantó y decidió que viviría, no solo por sí mismo, sino también por todas las cosas bellas que todavía quedaban por descubrir en este universo vasto y misterioso.

Y así, Etern continuó su viaje, con una nueva determinación y una sensación de paz que no había sentido en años. Caminó hacia el horizonte, hacia el amanecer, y hacia un futuro incierto pero lleno de posibilidades.

A medida que Etern se establecía en la familia imperial, su actitud hacia su pasado comenzó a cambiar. Se dio cuenta de que su historia no era algo que quisiera compartir abiertamente, especialmente considerando la reacción que había recibido anteriormente. A pesar de su sufrimiento y dolor, decidió mantenerlo en secreto, mostrándose como alguien seguro y confiado ante los demás.

Pero, por dentro, la cicatriz de la experiencia lo perseguía constantemente. La discapacidad visual que había sufrido había afectado su capacidad para ver el mundo en toda su magnitud, y en cierto modo, también había afectado su visión del futuro. A veces, sentía que su destino estaba sellado, como si las grietas en su cuerpo fueran un recordatorio constante de su vulnerabilidad y limitaciones.

No obstante, su inteligencia y habilidades especiales lo ayudaron a encontrar su lugar en el mundo. Aprendió a ser un estratega astuto, capaz de resolver problemas complejos y de tomar decisiones difíciles en situaciones de presión. También descubrió su talento para la poesía y la escritura, lo que le permitió expresarse de maneras que nunca había imaginado antes.

Y aunque seguía sintiendo dolor y tristeza por lo que había pasado, Etern finalmente encontró un propósito en su vida: proteger a la familia Imperial y al pueblo en general.

EL DRAGON Y EL ZAPATO - LA FIESTA DE GELATINAS

A veces me pregunto si la realidad es más que un juego de sombras proyectadas por la mente. A veces, la mente, que es más un laberinto de espejos que un simple depósito de recuerdos, concibe historias que parecen brotar del éter mismo. Y en esos momentos, cuando la realidad se pliega en la absurda geometría de la imaginación, me veo obligado a escribir. No porque quiera, sino porque la historia exige ser contada. Esta es una de esas historias. ¿Verídica? ¿Falsa? ¿Importa acaso?

Así comienza el relato, donde el destino, caprichoso e irónico, me situó en una misión que no era otra cosa que un eco de antiguas epopeyas, un intento del universo por repetirse en ciclos absurdos y majestuosos. Se trataba de recuperar un artefacto de incalculable valor, oculto en la cúspide de una fortaleza esculpida en la cima de una montaña en Selin, un lugar donde el aire mismo parecía estar compuesto de secretos olvidados y promesas incumplidas.

El camino transcurrió como las grandes tragedias: con la ilusión de control. Pero toda estructura de poder, por bien pensada que esté, se encuentra con un punto de inflexión, una grieta que la devora desde dentro. En mi caso, esa grieta tenía forma de dragón, un titán escamoso que custodiaba la entrada con la indiferencia de quien ha visto civilizaciones alzarse y derrumbarse sin que eso altere su digestión.

Frente a él, no recurrí a la violencia. No porque me faltaran las herramientas para la destrucción, sino porque el engaño es el arte más refinado de la guerra. Y, en el fondo, ¿acaso no es la historia de la humanidad una larga cadena de mentiras convenientes?

"¡Oh, gran guardián de este sacro umbral!" Exclamé con la voz templada por la convicción de los desesperados. "Soy un enviado del rey, tu aliado, tu confidente en esta gesta eterna de vigilancia. He venido no a tomar, sino a reforzar tu misión."

El dragón, criatura forjada en los fuegos de la desconfianza, me observó con la paciencia de los inmortales y replicó con una lógica aplastante:

"¿Y cómo sé que no eres un espía de aquellos que buscan quebrantar la voluntad de mi señor?"

El instante se alargó como la última nota de una sinfonía. Entonces, como si el destino hubiese susurrado en mi oído, formulé la promesa más vacía y a la vez más llena de posibilidades:

"Si me permites el paso, te traeré un tesoro tan vasto que hará palidecer a cualquier joya oculta en esta fortaleza."

La avaricia es un prisma que fragmenta el juicio, y el dragón, atrapado en la misma ilusión que ha gobernado reyes y mendigos, aceptó. La promesa de lo inconmensurable es el opio de los seres codiciosos. Crucé el umbral, encontré el artefacto, sostenido por lo que antaño fue un rey, reducido ahora a la simpleza de un cadáver abrazando un libro, y volví sobre mis pasos, victorioso.

Pero entonces, el dilema. El dragón aguardaba. Y mi promesa, pronunciada con la ligereza de los dioses caprichosos, exigía cumplimiento. No tenía oro, ni joyas, ni riquezas que pudieran saciar la expectativa que yo mismo había sembrado. Fue en ese instante que la locura y la genialidad se estrecharon la mano.

Me quité un zapato.

"Este es el tesoro que te prometí", declaré con la solemnidad de un profeta.

El dragón ladeó la cabeza, el desconcierto dibujado en cada escama.

"¿Un zapato?"

"Un zapato mágico."

La palabra "mágico" tiene un poder incalculable sobre las mentes susceptibles. El dragón no fue la excepción.

"Concede tres deseos", añadí con la teatralidad de un embaucador consumado.

El coloso escamoso, atrapado entre la incredulidad y la esperanza, tomó el zapato y, con el fervor de quien ha sido tocado por lo imposible, lo colocó sobre su cabeza.

"¡Deseo, deseo, deseo!"

En ese instante, en la cúspide del absurdo, cuando la genialidad y la idiotez se tomaron de la mano. Con un truco nimio, hice que del zapato cayeran manzanas, decenas, cientos. La farsa se convirtió en realidad, no por su veracidad, sino porque la creencia de un necio puede darle poder a la mentira más endeble.

El dragón, maravillado, rió con la alegría infantil de los que aún creen en lo improbable. No cuestionó la naturaleza del prodigio. No buscó la lógica detrás de la ilusión. Se quedó con la historia, con el encantamiento, con la sensación de haber sido partícipe de algo mayor.

Y así, con el artefacto en mis manos y la victoria en mi corazón, descendí la montaña, sabiendo que la historia que llevaba conmigo valía más que cualquier tesoro. Porque, al final, ¿Qué es la realidad sino la historia que decidimos creer? 

La moraleja de esta historia, si acaso merece una, es tan simple como cruel: la verdad no tiene valor cuando la mentira es más entretenida. 

He narrado este suceso porque la memoria, como un pozo sin fondo, exige ser llenada con ecos de su propio vacío. ¿Fue real? ¿Fue una parábola disfrazada de tontería? Solo diré esto: en un mundo donde un dragón puede coronarse con un zapato, la única locura es seguir creyendo en la cordura.

Una vez, mientras viajaba por la galaxia de Lanra, me encontré con un planeta muy extraño. Era un planeta lleno de seres extraños con cuerpos gelatinosos y formas cambiantes. Apenas pude entender su lenguaje, pero pude notar que estaban muy emocionados de verme.

Ellos me invitaron a su fiesta anual, la cual era una especie de competencia de baile. Yo, como buen inmortal, pensé "¿por qué no?" y acepté la invitación.

Cuando llegué a la fiesta, me encontré con una multitud de seres gelatinosos, todos bailando frenéticamente en la pista de baile. Decidí unirme a ellos y empecé a moverme al ritmo de la música. la cual era de percusión corporal.

En un momento, me di cuenta de que había perdido uno de mis zapatos. Pensé en buscarlo, pero me di cuenta de que mi zapato se había mezclado con el cuerpo de uno de los seres gelatinosos. El pobre ser ahora tenía mi zapato como parte de su cuerpo.

Traté de explicarle que necesitaba mi zapato de regreso, pero como la comunicación era difícil, no me entendió. Decidí seguir bailando con un solo zapato, mientras que el ser gelatinoso y yo bailábamos juntos con mi zapato como parte de su cuerpo.

Fue una noche muy extraña, pero definitivamente fue una de las más divertidas que he tenido en mis viajes por la galaxia.

EL GATO FLOTANTE - DROGAS ILEGALES

Como inmortal y esqueleto, he visto muchas cosas extrañas y maravillosas en mi tiempo. Pero una de las más extrañas fue cuando visité la ciudad flotante de Nébula, en Katze.

La metrópolis era un asombroso espectáculo de luces y sonidos, con edificaciones que flotaban en el aire gracias a la tecnología antigravedad. Me deleitaba paseando por las calles y observando a la gente absorta en sus vidas cotidianas, pero en cierta ocasión, viví algo que perdurará por siempre en mi memoria.

Mientras deambulaba por la calle principal, me topé con un pequeño felino que parecía necesitar ayuda. El minino intentaba escalar un edificio, sin embargo, las superficies lisas le impedían encontrar un buen agarre. Como un fervoroso amante de los animales, no podía dejarlo en esa situación de peligro, así que decidí tomar cartas en el asunto.

Me acerque y lo teletransporte conmigo a otro edificio, pero el gato de alguna manera regreso al mismo edificio de paredes planas, el quería subir ese edificio en especifico, entonces lo lleve hacia la punta del mismo, y se lanzo como si fuese un suicida, ni idea de como sobrevivió a esa caída de 50 metros, estaba demente.

Fue entonces cuando vi una tienda cercana que vendía burbujas anti gravedad, capaces de mantener los objetos flotando en el aire sin ningún tipo de restricción gravitatoria. Con prontitud adquirí una, coloqué al gato en ella y lo liberé en el aire para que finalmente pudiera sentir la emoción de haber escalado el edificio que tanto ansiaba. La vista del pequeño felino flotando en su burbuja anti gravitatoria, mientras yo lo seguía de cerca con el control remoto, resultó ser un espectáculo hilarante que atrajo la atención de los transeúntes en las calles de la ciudad flotante de Nébula. 

Fue una vista hilarante ver al pequeño gato flotando por encima de la ciudad en su burbuja anti gravedad, mientras yo lo seguía detrás caminando con el mando a distancia. La gente en las calles se detenía y nos miraba raro, pero yo estaba concentrado mirando al gato flotar, que no me importaba.

Desde entonces, cuando visito la ciudad flotante de Nébula, siempre llevo una burbuja anti gravedad en mi bolsillo, ¡nunca se sabe cuándo podré necesitarla de nuevo!

Esta vez, me encontraba en una ciudad desconocida en Cylream.

La ciudad era un hervidero de actividad, con robots y gente por todas partes. Me llamó la atención un grupo de personas que estaban tratando de cargar una enorme caja en una nave espacial. Parecían estar teniendo problemas para levantarla, así que me acerqué para ayudar.

Con mi fuerza sobrenatural, levanté la caja como si fuera de papel y la cargué en la nave espacial sin esfuerzo. Las personas estaban agradecidas, que me ofrecieron una recompensa. Al principio, les dije que no necesitaba nada, pero ellos insistieron y con sonrisas en sus rostros me dieron una botella verde que tenia el titulo de "zorathiana".

Mientras caminaba por la ciudad feliz con mi botella de zorathiana, noté un grupo de androides que estaban patrullando las calles. Parecían estar en busca de alguien o algo. De repente, uno de ellos se acercó a mí y me dijo que era ilegal llevar una botella de zorathiana, ya que era literalmente una droga.

Me quedé perplejo por un momento, pero recordé, tenía la capacidad de controlar los elementos. Hice un gesto con la mano y la botella desapareció. El androide parecía confundido y siguió patrullando.

Mientras vagaba por las calles de la ciudad, mi mirada curiosa se detuvo en un puesto de comida que llamó mi atención con su aparentemente extravagante oferta culinaria. El aroma de especias y hierbas exóticas llenaba el aire, mientras la gente se aglomeraba alrededor del puesto en busca de una experiencia gastronómica única. Me acerqué al puesto y un vendedor entusiasta me presentó su especialidad, los "platillos voladores".

Intrigado, pedí uno y esperé con anticipación mientras el vendedor se apresuraba a preparar mi pedido. El plato llegó en un abrir y cerrar de ojos: era un pequeño platillo de cerámica blanco flotando en el aire, cubierto por una salsa de color rojo intenso. Yo simplemente lo mire bonito ya que no puedo abrir la boca.

Mientras disfrutaba de mi comida flotante, un grupo de jóvenes se acercó a mí con una propuesta intrigante. Me invitaron a unirme a su equipo de exploración galáctica, prometiendo aventuras emocionantes e inolvidables. Aunque agradecí su amable oferta, les expliqué que tenía asuntos pendientes que atender y, por desgracia, no podría unirme a su equipo en ese momento.

CAFE GALACTICO

Hoy ha sido un día interesante. Me desperté en mi apartamento en la ciudad de Neo-Tokio, una metrópolis gigante en Holy. Como de costumbre, comencé mi día haciendo algo de ejercicio para mantener mi esqueleto en forma, y luego me puse a trabajar.

Por ejemplo, hoy decidí visitar mi cafetería favorita en la ciudad, llamada "Café Galáctico" que nombre tan original!

Mientras disfrutaba mi café, mis ojos vagaban por el lugar y se detuvieron en un joven que estaba sentado a pocos metros de distancia, con su mirada perdida en la pantalla de su ordenador portátil. La curiosidad se apoderó de mí y, con la esperanza de establecer una pequeña conversación, me acerqué a él y le pregunté qué hacía.

Resultó que era un talentoso desarrollador de videojuegos que estaba luchando por encontrar una idea inspiradora para su próximo proyecto. Al instante, mi imaginación comenzó a correr salvaje y comencé a hablarle sobre mi visión de un juego de aventuras en un vasto universo galáctico, lleno de planetas desconocidos y criaturas alienígenas fascinantes. Con cada palabra que salía de mi boca, podía sentir su interés creciendo.

Mi emoción no tuvo límites y no podía contener mi entusiasmo, y antes de que me diera cuenta, había estado hablando sin parar durante horas, describiendo los detalles del juego en términos épicos y dramáticos. Al final, me detuve por un momento, consciente de que había estado monopolizando la conversación, pero el joven parecía más inspirado que nunca y me agradeció profusamente por compartir mis ideas con él. Quién sabe, tal vez algún día veré mi idea convertida en un juego increíble y exitoso en el mundo de los videojuegos.

Luego me di cuenta de que había descrito nuestra realidad, vaya, si que ya no hay originalidad.

El joven desarrollador parecía interesado en mis ideas, y cuando nos despedimos, me agradeció por la charla inspiradora. Me alegró haber podido ayudar a alguien en su trabajo, y me recordó que todavía hay cosas simples que pueden hacernos felices.

Ahora estoy de vuelta en mi apartamento, disfrutando de una cena ligera a base de aire y reflexionando sobre mi día. Es extraño pensar que, como un esqueleto inmortal, he visto cosas increíbles en este universo, pero aún así, hay momentos simples y cotidianos que son igual de valiosos.

CAMARON ESTELAR - EL ROBOT GIGANTE

Hace unos años, estaba visitando una ciudad en el planeta mirmydon para disfrutar de un merecido descanso. Me había alojado en un hotel bastante elegante y decidí ir a la piscina para relajarme un poco.

Mientras "nadaba" tranquilamente, noté que algo me estaba molestando en el pie. Al principio, pensé que podría ser un alambre o incluso un liquido viscoso, pero al mirar más de cerca, me di cuenta de que era una pequeña criatura parecida a un camarón que se había enganchado en mi pie.

Intenté sacarlo con los dedos, pero era demasiado resbaladizo. Mientras tanto, el pequeño camarón se aferraba más y más a mi piel, así que decidí pedir ayuda para saber que era, no me molestaba pues no siento dolor, pero no quiero un camarón cósmico en mi pie.

Llamé a un miembro del personal del hotel para que me ayudara a deshacerme del camarón, pero se sorprendió al ver que no lo había notado antes. Me dijo que nunca había visto una criatura como esa antes y que probablemente era una especie exótica.

Finalmente, después de varios intentos, logramos quitar el camarón de mi pie y lo enviamos a un laboratorio para su análisis. Resultó ser una especie completamente nueva y desconocida, lo que causó una gran emoción entre los científicos.

Me sorprendió lo emocionados que estaban por un pequeño camarón, pero luego me di cuenta de que para ellos, la exploración y el descubrimiento eran lo que les daba vida. Me alegré de haber contribuido a algo que podría ser de gran importancia para la ciencia. Y así, mi tranquila visita a la piscina se convirtió en una emocionante aventura de descubrimiento.

Hace unos milenios, me encontraba en una ciudad del planeta Tierra, nueva york se llamaba? Me había mezclado con los humanos al ir encapuchado y estaba disfrutando de la vida cotidiana tan simple de esta raza. Un día, mientras caminaba por las calles, noté que la gente estaba en pánico y corría en todas direcciones. Traté de averiguar lo que estaba pasando y descubrí que una maquina gigantes había escapado de un laboratorio cercano y estaba causando destrucción por la ciudad.

Como ser inmortal y poderoso, podría haberlo destruido en un instante, pero decidí actuar de manera más discreta. Usé mis habilidades para ocultar mi apariencia y me mezclé con la multitud. Sin embargo, el robot gigante me descubrió y comenzó a perseguirme. Comencé a correr para evitar sus golpes mientras trataba de pensar en una forma de detenerlo sin causar daños colaterales, ya que si lo atacaba podría haber destruido la ciudad entera sin querer.

Fui hasta el laboratorio donde habían creado el robot y encontré los controles para detenerlo, era una maldita base del gobierno, que interesante. Sin embargo, la puerta estaba bloqueada con una contraseña que no sabía.

Por lo que simplemente lo hice explotar, y con una tecnología que había conseguido de parte de los endevol, hackee la señal.

Ingresé la contraseña y detuve al monstruo mecánico justo a tiempo, pero no podía dejar que me descubrieran así que me teletransporte hacia un señor que estaba por allí, lo deje inconsciente y frente al interruptor. 

Sentí que había metido la pata al entrometerme en la historia de la humanidad así que rápidamente me aleje y me fue a otra galaxia, que les habrá pasado?

EL CASTILLO DE ARENA - LA CHICA SIN HOGAR

Hace algunos años, estaba caminando por las calles de una ciudad cuando vi a un grupo de niños jugando en un parque cercano. Me acerqué para ver qué estaban haciendo y descubrí que estaban construyendo un castillo de arena muy elaborado.

Me acerqué al grupo y les pregunté si necesitaban ayuda. Los niños se emocionaron y me invitaron a unirme a ellos en la construcción del castillo. Comencé a ayudarles, dándoles consejos sobre cómo hacer que la estructura fuera más resistente y estable.

Mientras trabajábamos juntos, los niños comenzaron a hacer preguntas sobre mí. Querían saber quién era yo, de dónde venía y cómo era posible que pareciera un esqueleto. Respondí amablemente a todas sus preguntas.

Finalmente, después de horas de trabajo duro, el castillo estuvo listo. Los niños estaban muy orgullosos de su creación, y yo también. Me despedí de ellos y seguí mi camino, feliz de haber podido ayudarles y haber sido parte de su día.

Esta es solo una pequeña anécdota de mi vida cotidiana, pero me hace feliz saber que incluso como un ser inmortal, puedo disfrutar de las pequeñas cosas y ayudar a otros en el proceso.

Una noche, mientras caminaba por una ciudad en Dulluar, vi a una joven llorando en un callejón oscuro. Me acerqué con cautela, sin querer asustarla, y pregunté si necesitaba ayuda. Me dijo que había perdido a su madre en un ataque de una banda rival en su barrio y que no tenía a nadie que la ayudara. La guerra y la desigualdad en esta ciudad habían dejado a muchos huérfanos sin hogar y sin apoyo.

Sentí un gran dolor en mi corazón de esqueleto al escuchar su historia, y supe que tenía que hacer algo para ayudarla. Le ofrecí mi ayuda para encontrar un lugar seguro donde pudiera dormir y estar protegida, y ella aceptó. La llevé a un refugio en las afueras de la ciudad que había estado ayudando a los desplazados y huérfanos como ella.

Mientras caminábamos, me contó sobre su madre y cómo ella había sido una enfermera que trataba a los heridos de ambos lados de la guerra. Me dijo que su madre había creído que podía ayudar a curar el odio y la división entre las personas, pero que finalmente perdió la vida por intentarlo.

Su historia me hizo pensar en la ironía de esta guerra interminable y cómo la violencia solo engendra más violencia. La gente se estaba matando entre sí por cosas que ya ni siquiera recordaban, y los que más sufrían eran los más vulnerables.

Llegamos al refugio y la ayudé a instalarse en una pequeña habitación con una cama cómoda. Prometí volver para ver cómo estaba y ofrecerle más ayuda si era necesario. Después de despedirme de ella, caminé de regreso a mi nave espacial, pensando en todo lo que había visto y en lo mucho que todavía había por hacer para ayudar a las personas en este universo en guerra.

EL HEROE DE HUESOS - EL FESTIVAL DE ANIME

Hace unas décadas, durante uno de mis viajes por la galaxia, llegué a NeoTokio, una ciudad futurista que me dejó asombrado con sus luces y sus espectaculares construcciones. Caminando por las calles, me di cuenta de que el anime era muy popular allí, con muchas tiendas y restaurantes que ofrecían productos y platos inspirados en los populares programas de animación japonesa.

Un día, mientras paseaba por una calle llena de tiendas de anime, escuché una risa infantil que me llamó la atención. Me acerqué a un pequeño grupo de niños que estaban viendo un espectáculo de marionetas inspirado en su programa de anime favorito. Me senté con ellos y disfruté del espectáculo. Después, los niños comenzaron a preguntarme sobre mi apariencia, y les expliqué que era un esqueleto de otro planeta y esas cosas.

Los niños estaban emocionados y me preguntaron si podía mostrarles algunas habilidades. Les di una demostración de mis poderes, como mover objetos con la mente y crear pequeñas ilusiones. Los niños estaban impresionados y emocionados de tener un "héroe" en su ciudad.

A partir de ese día, los niños se convirtieron en mis amigos y me enseñaron más sobre el anime y la cultura japonesa. Fuimos juntos a festivales de anime y cosplay, visitamos tiendas y probamos diferentes comidas. Fue una experiencia maravillosa, llena de risas y diversión.

He visitado innumerables planetas y ciudades, pero hay una que siempre me ha llamado la atención: NeoTokio.

Esta ciudad siempre ha sido conocida por sus espectaculares festivales de anime, y yo he sido testigo de muchos de ellos a lo largo de los años. Pero recientemente, uno en particular me dejó completamente emocionado y alegre.

Todo comenzó cuando me encontraba caminando por las concurridas calles de NeoTokio. La ciudad estaba iluminada por las miles de luces de neón, y la música de anime inundaba el aire. Mientras caminaba, noté a un grupo de jóvenes mirando a una pantalla gigante. Me acerqué para ver de qué se trataba y vi que estaban transmitiendo un nuevo anime que había sido lanzado ese mismo día.

Inmediatamente me sentí atraído por la historia y los personajes. Me uní al grupo de jóvenes y juntos disfrutamos de la historia llena de acción y emoción. La gente alrededor nuestro gritaba y aplaudía en cada momento emocionante.

La trama era tan emocionante que todos los que estábamos allí quedamos completamente atrapados en la historia. Al final de la proyección, el público entero estalló en un aplauso ensordecedor, y yo mismo no pude evitar emocionarme también.

Ese momento fue una de las experiencias más emocionantes y alegres que he vivido en NeoTokio. Me recordó lo poderoso que puede ser el anime, y cómo puede unir a las personas de todas partes en un amor común por la historia y los personajes.

Desde ese día, he estado esperando ansiosamente el próximo festival de anime en NeoTokio. Nunca sabes lo que te depara el futuro, pero sé que siempre habrá nuevas historias emocionantes por descubrir en esta ciudad futurista y llena de luz.

NO EN MI GUARDIA - EL SUPERMAN DE HOREVIA?

Horevia, el planeta de los 100 billones de habitantes, siempre ha sido un lugar difícil para aquellos que son diferentes. La discriminación y la xenofobia son un gran problema aquí, pero siempre he intentado hacer mi parte para ayudar a aquellos que sufren por esto.

Un día, mientras caminaba por las calles de Horevia, vi a un pequeño niño Endevol que estaba siendo acosado por un grupo de jóvenes humanos. Corrí hacia ellos y los detuve antes de que pudieran hacerle daño al niño. Los jóvenes se alejaron al reconocerme, pero el niño seguía temblando de miedo.

Me acerqué al niño y le pregunté si estaba bien. Me miró con sus 4 ojos asustados, pero finalmente asintió. Le pregunté si necesitaba ayuda para llegar a casa y me dijo que sí.

Lo acompañé hasta su casa y mientras caminábamos, me contó sobre su vida en Horevia y cómo había sido discriminado por ser diferente. Me rompió el corazón escuchar sus historias, pero traté de ofrecerle palabras de aliento y apoyo.

Finalmente, llegamos a su casa y su madre lo recibió con los brazos abiertos. Me dio las gracias por ayudar a su hijo y irónicamente me invitó a quedarme a cenar. Acepté gustoso y pasamos la noche hablando y compartiendo historias.

Desde ese día, me hice amigo de la familia Endevol y los visité con frecuencia, siempre hay esperanza y personas dispuestas a hacer una diferencia.

Horevia era un planeta de contrastes: por un lado, tenía una población de 100 billones de habitantes, lo que lo convertía en uno de los planetas más poblados de la galaxia, pero por otro lado, la discriminación, la desigualdad, el crimen y la xenofobia eran un enorme problema en la sociedad. A pesar de ello, siempre había esperanza en los corazones de algunos, y eso era lo que me hacía sentir un poco más ligero en un mundo tan pesado.

Un día, mientras paseaba por la ciudad, me encontré con un grupo de niños que me miraban con asombro. "¡Es él!", susurró uno de ellos. "¿El qué?", pregunté, confundido. "¡El héroe!", respondió otro de ellos. Al parecer, habían oído sobre mis hazañas y sobre como es que ayude a horevia durante su asedio en la guerra del milenio. Al principio me sentí incómodo, no me gustaba la idea de ser visto como un héroe, pero luego pensé que tal vez podría hacer algo para ayudar a la gente de Horevia.

Los niños me siguieron mientras caminaba por la ciudad, contándome todas las historias que habían oído sobre mí. Me hablaron de cómo había salvado a todo un pais en una noche de una invasión, de como destruí un meteorito, de como fui el pilar de Horevia. Parecía que eran seguidores intensos, era divertido escucharlos

Mientras caminábamos, nos encontramos con un grupo de gente humana que estaban siendo atacados por una turba de Rayvties. La gente los había recibido con hostilidad. Los niños se escondieron detrás de mí, y yo no pude quedarme de brazos cruzados.

Me acerqué al grupo de atacantes y traté de razonar con ellos, pero estaban demasiado enfurecidos como para escuchar. Entonces, los mantuve en un trance por un tiempo, deteniendo todo movimiento, incruste varios pensamientos diferentes, y mientras tanto los humanos pudieron escapar, tal vez manipular sus mentes no era la mejor opción pero no tenia mucho mas, tenia niños enfrente, cuando los Rayvties salieron del trance eran completamente diferentes, pues estaban calmados y confundidos.

Los niños me miraron con asombro mientras la gente se dispersaba, y supe que había hecho algo bueno.

Después, los niños me siguieron a todas partes, pidiéndome que les contara historias de mis aventuras. Me di cuenta de que, aunque no me gustaba la idea de ser visto como un héroe, podía usar esa imagen para hacer el bien en el planeta.

Así que, con el tiempo, me convertí en algo así como un protector para los habitantes de Horevia. Los niños me miraban como si fuera Superman, pero para mí, era solo un esqueleto negro que trataba de hacer lo correcto en un mundo complicado. Y eso, en última instancia, fue lo que me hizo feliz.