Bienvenido a la sección de Enfermedades y Plagas en el universo de Proyecto Eternity, un lugar tenebroso donde las enfermedades y plagas más mortales acechan en las sombras del espacio profundo.
En este universo, la tecnología avanzada y las maravillas médicas han hecho que muchas enfermedades sean curables o controlables, pero aún hay enfermedades que se escapan a nuestro entendimiento, acechando en los rincones más oscuros del espacio.
Desde virus que infectan los sistemas biológicos de los seres vivos y los transforman en abominaciones horripilantes, hasta parásitos que se adhieren a los cuerpos y controlan las mentes de las víctimas, las enfermedades y las plagas en el universo de Proyect Eternity pueden ser aterradoras y perturbadoras.
Además, hay enfermedades que son más insidiosas y siniestras, que se extienden de forma silenciosa y mortal en la sociedad galáctica. Las enfermedades que se propagan a través de las conexiones interplanetarias y las redes de transporte interestelar, a menudo con consecuencias desastrosas.
Las epidemias y pandemias en este universo pueden ser devastadoras, aniquilando planetas enteros, dejando a los supervivientes en un estado de caos y desesperación. Las consecuencias de estas enfermedades se extienden mucho más allá de las vidas que toman, causando un caos económico y político en la galaxia.
En este universo, la enfermedad y las plagas son una parte inquietante y aterradora de la vida en el espacio. Prepárate para sumergirte en un mundo de terror cósmico mientras exploras los peligros de las enfermedades y plagas más mortales en este universo aterrador.
El Virus del Vera es una enfermedad altamente letal que es causada por la infección del hongo Culigneeb, perteneciente al reino Fungi. La estructura y características del Culigneeb son notables, ya que presenta patrones peculiares que se asemejan a ojos, lo que le confiere una apariencia atractiva para otras criaturas y puede llevar al consumo accidental del hongo.
Una vez que el hongo Culigneeb ingresa al cuerpo de un individuo, ya sea a través de la inhalación de esporas o de la ingestión del hongo en sí, comienza su proceso de infección. Las esporas liberadas por el hongo tienen la capacidad de infectar las células del cuerpo humano y propagar el Virus del Vera.
Una vez dentro del organismo, las esporas del Culigneeb encuentran su camino hacia diferentes órganos y tejidos, utilizando vías de transporte como el sistema circulatorio y linfático. Al llegar a su destino, las esporas se establecen y comienzan a desarrollarse, alimentándose de los nutrientes presentes en el cuerpo del individuo infectado.
El Virus del Vera tiene como objetivo principal aprovechar los recursos del huésped para su propia supervivencia y reproducción. A medida que el hongo se nutre del cuerpo de la persona, comienza a producir brotes en la piel, creando lesiones visibles que liberan esporas adicionales. Estas esporas son dispersadas en el entorno circundante, permitiendo la propagación del hongo y completando así su ciclo de vida.
A nivel celular, la infección por el Culigneeb causa daño significativo a los tejidos y órganos afectados. El hongo secreta enzimas y toxinas que descomponen y degradan las estructuras celulares, interrumpiendo los procesos normales del organismo y causando una disfunción generalizada. Además, el sistema inmunológico del huésped puede desencadenar una respuesta inflamatoria en un intento de combatir la infección, lo que conduce a un aumento de los síntomas y la progresión de la enfermedad.
En términos anatómicos, la propagación del Virus del Vera puede afectar una variedad de sistemas y órganos en el cuerpo humano. Dependiendo de la ubicación de la infección, puede haber afectación del sistema respiratorio, gastrointestinal, circulatorio, nervioso y tegumentario. Los síntomas asociados con la infección pueden incluir dificultad para respirar, dolor abdominal, deterioro del estado general, alteraciones neurológicas y la aparición de brotes en la piel.
La fisiología del individuo infectado se ve gravemente alterada debido a la acción del Virus del Vera. El hongo consume los nutrientes del cuerpo del huésped, debilitándolo y agotando sus recursos energéticos. Esto puede llevar a una disminución de la función orgánica, desequilibrios metabólicos y una mayor vulnerabilidad a infecciones secundarias.
En cuanto al sistema nervioso, la propagación del Virus del Vera tiene un impacto en esta importante red de comunicación y control del organismo. Dependiendo de la ubicación de la infección y de posibles complicaciones, se podrían observar alteraciones en el funcionamiento del cerebro y de las estructuras nerviosas, lo que se manifiesta a través de síntomas neurológicos como debilidad, pérdida de coordinación o cambios en la percepción sensorial.
Una vez que el Virus del Vera se ha instalado en el cuerpo, se desencadenan una serie de síntomas que reflejan el impacto del hongo Culigneeb en el organismo.
El primer síntoma mencionado es el insomnio persistente, que se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo durante períodos prolongados. Este síntoma esta relacionado con la presencia del hongo en el sistema nervioso, específicamente en áreas cerebrales asociadas con la regulación del sueño y la vigilia, como el hipotálamo y el tronco encefálico. La presencia del hongo interfiere con los mecanismos normales que controlan el ciclo del sueño, lo que lleva a una alteración en los patrones de sueño y vigilia.
El segundo síntoma mencionado es el aumento del apetito o la sensación de hambre constante. Esta sensación es el resultado de la manipulación del hongo en el sistema digestivo y en los centros de saciedad y apetito en el cerebro, como el hipotálamo. El hongo puede secretar sustancias que estimulan el apetito y disminuyen la sensación de saciedad, lo que lleva a la persona a comer en exceso y proporcionar al virus los nutrientes necesarios para su crecimiento y reproducción.
El tercer síntoma mencionado es la molestia ocular en presencia de luz brillante, acompañada de dolor ocular en respuesta a cualquier estímulo luminoso. Esta sensibilidad a la luz, conocida como fotofobia, es el resultado de la afectación del hongo en los tejidos oculares y en las vías de procesamiento visual en el cerebro. La presencia del hongo genera inflamación en los tejidos oculares y altera la función normal de las células fotorreceptoras y los circuitos neurales involucrados en la percepción visual, lo que provoca malestar y dolor ocular en respuesta a la luz intensa.
Una vez que el hongo ha proliferado lo suficiente y ha llegado al cerebro, se produce un efecto devastador en el sistema nervioso central. La invasión del hongo en esta región puede ocasionar daño y destrucción de las células nerviosas, lo que conduce a una disfunción cerebral grave. Este estado de coma mencionado en el texto es el resultado de la interrupción de los circuitos neurales y las funciones cerebrales esenciales para el mantenimiento de la conciencia y la actividad neuronal normal.
En un corto período de tiempo después de que la persona ha entrado en coma, el impacto del hongo en el sistema nervioso y en otros tejidos vitales del cuerpo es tan severo que finalmente resulta en el fallecimiento del individuo. La muerte permite que el micelio del hongo Culigneeb se expanda y pueda invadir más allá del sistema nervioso central, reemplazando los tejidos del cuerpo a medida que crece. Una vez que el micelio ha absorbido todos los nutrientes necesarios del huésped, el hongo maximiza la generación de las esporas a través de la formación de cuerpos fructíferos externos, como setas, que emergen del cadáver. Estas setas liberan esporas al entorno circundante, lo que marca el inicio de un nuevo ciclo de infección y propagación del hongo Culigneeb.
El Virus del Vera, causado por la infección del hongo Culigneeb, presenta características que lo hacen especialmente peligroso y desafiante tanto en su propagación como en su diagnóstico y tratamiento. Desde una perspectiva médica y biológica, podemos analizar en detalle estos aspectos.
La propagación del Virus del Vera se ve facilitada por la capacidad del hongo Culigneeb de imitar la apariencia de los ojos. Esta adaptación visualmente atractiva puede llevar a que otros organismos, como animales, consuman el hongo de manera accidental. Una vez ingerido, el hongo libera sus esporas en el interior del cuerpo del huésped, lo que marca el comienzo de la infección por el Virus del Vera.
El diagnóstico y tratamiento del Virus del Vera presentan desafíos significativos debido a la naturaleza de sus síntomas y a su evolución temporal. Los pacientes infectados pueden permanecer aparentemente sanos durante días o incluso semanas antes de que los síntomas se manifiesten de manera evidente. Esta fase asintomática inicial dificulta el diagnóstico temprano, ya que los signos clínicos pueden ser sutiles o inexistentes en esta etapa. Sin embargo, es importante destacar que durante este período de incubación, el hongo Culigneeb se está propagando y estableciendo en el organismo del huésped.
Una vez que los síntomas se hacen evidentes, es crucial iniciar el tratamiento de manera inmediata debido a la rapidez con la que el Virus del Vera se propaga y causa daño. Los médicos deben emplear una combinación de enfoques para abordar la infección. Esto puede incluir la administración de antifúngicos específicos que sean efectivos contra el hongo Culigneeb, con el objetivo de inhibir su crecimiento y propagación en el organismo del huésped.
Además, el diagnóstico y seguimiento del Virus del Vera también pueden requerir pruebas complementarias, como análisis de sangre para detectar marcadores específicos del hongo y sus efectos en el sistema inmunológico del paciente. Estos análisis pueden proporcionar información valiosa sobre la presencia y la respuesta del cuerpo ante la infección.
En términos de fisiopatología, el Virus del Vera puede desencadenar una serie de respuestas inmunológicas y patológicas en el organismo del huésped. El hongo Culigneeb, al propagarse y replicarse en diferentes tejidos, puede inducir una reacción inflamatoria, la cual puede causar daño en órganos y sistemas clave. Por ejemplo, la inflamación en el sistema nervioso central puede resultar en trastornos neurológicos y afectar diversas funciones cerebrales, como el procesamiento sensorial y la coordinación motora.
La Primera Gran Guerra, que se extendió desde el 592 DL hasta su culminación en el 599 DL, marcó uno de los episodios más oscuros en la historia de las razas galácticas. Las tensiones acumuladas por siglos de rivalidades económicas, territoriales y culturales entre las grandes potencias del universo culminaron en un conflicto de proporciones devastadoras. La guerra resultó en un recuento oficial de al menos 4680 millones de muertes confirmadas, afectando principalmente a las poblaciones de la Vía Láctea, y la Gran Nube de Magallanes. Este conflicto no solo dio lugar a enfrentamientos brutales en los campos de batalla tradicionales, sino que también aceleró el desarrollo de armas prohibidas por las leyes universales, particularmente el uso de armas biológicas. El proyecto Sedeshy, ideado por los Tiaty, destaca como uno de los episodios más escalofriantes y crueles de esta era bélica.
Los Tiaty, una raza conocida por su maestría en la bioingeniería y la manipulación genética, desarrollaron el arma biológica Sedeshy con un objetivo claro: inclinar la balanza a su favor en su lucha contra las fuerzas combinadas de los Phyleen y los Humanos. El proyecto comenzó en los laboratorios subterráneos de Ionath-7, una luna oculta en el sistema Zhetra, donde los científicos tiaty lograron diseñar un parásito capaz de replicarse rápidamente dentro de sus huéspedes y causar una degradación masiva en los sistemas nerviosos y musculares. Sedeshy, nombrado en honor a un antiguo demonio en la mitología tiaty, fue concebido como un parásito de replicación masiva que se activaba al entrar en contacto con fuentes de agua. A diferencia de otras armas biológicas que dependían de misiles, gases o esporas, Sedeshy fue diseñado específicamente para contaminar recursos hídricos. Su enfoque lo convertía en una amenaza invisible y casi imposible de detener una vez desplegado. Los Tiaty crearon únicamente cinco cápsulas del virus, conteniendo cantidades suficientes para contaminar sistemas completos de agua en regiones claves.
Las cápsulas fueron desplegadas estratégicamente en dos de los planetas más cruciales para la Alianza Humano-Phyleen: Aode, el ahora planeta natal de la humanidad y sede de la monarquía Imperial, fue el primero en ser atacado en 595 DL. Las tropas humanas, debilitadas por la batalla constante, se vieron súbitamente afectadas por el virus una vez que las reservas de agua fueron contaminadas. En menos de una semana, más de 320 millones de soldados y civiles sufrieron efectos letales, mientras que las autoridades médicas humanas, incapaces de identificar la fuente de la infección de inmediato, fueron paralizadas por la confusión. Y Folken, el bastión de los Phyleen y hogar de la Gran Matriarca, fue el siguiente objetivo. Las cápsulas fueron activadas en 596 DL en los ríos que abastecían las principales ciudades del planeta. Las fuerzas internas de defensa Phyleen de ese planeta, compuestas por más de 400 millones de soldados en ese momento, fueron diezmadas en cuestión de días, causando un colapso casi total en las defensas del sistema. Ambos planetas, esenciales para la logística y moral de la guerra, sufrieron bajas devastadoras no solo entre sus fuerzas armadas sino también entre civiles. Las estimaciones indican que las muertes indirectas causadas por la interrupción de los suministros y el colapso de las infraestructuras básicas fueron de otros 1,732 millones.
El Sedeshy fue diseñado no solo para matar, sino también para incapacitar. Los afectados inicialmente mostraban síntomas de extrema fatiga, fallos multiorgánicos y un colapso total de su sistema inmunológico. Los médicos humanos y Phyleen que intentaron contener el brote tardaron demasiado en descubrir la fuente de la infección. De hecho, los informes de inteligencia sugieren que los Tiaty subestimaron el potencial letal del parásito, creyendo que solo causaría debilitamiento temporal en las tropas. Sin embargo, los cálculos fueron erróneos; el Sedeshy no solo debilitó, sino que eliminó a grandes segmentos de la población objetivo. El daño psicológico fue igual de devastador. Al contaminar el recurso más esencial para la vida, el agua, los Tiaty lograron generar un terror colectivo y una paranoia extrema entre las filas enemigas. Las tropas aliadas temían hasta el más mínimo contacto con el agua, y las cadenas de suministro colapsaron mientras los líderes intentaban asegurar fuentes de agua no contaminadas. El uso del Sedeshy traspasó todas las normas establecidas en las Convenciones Universales sobre Guerra Biológica, lo que lo convirtió en uno de los actos más condenados de la Primera Gran Guerra. Tras la revelación de su existencia, el proyecto se convirtió en un símbolo de la barbarie desatada por los Tiaty, y fue uno de los puntos clave para la formación del CIRU un año después, en 600 DL. El Código de Nyraxia Zoul, uno de los tratados fundacionales del CIRU, prohibió de manera explícita y permanente el uso de armas biológicas, imponiendo severas sanciones para aquellos que intentaran replicar tácticas similares en el futuro.
Solo una de las cápsulas originales quedó sin utilizar; según fuentes no confirmadas, esta última fue escondida en una instalación secreta en el sistema Rylon V, aunque su paradero exacto sigue siendo desconocido hasta hoy. Desde el principio sabían que no podrían vencer a una alianza compuesta por tres superpotencias en una guerra convencional.
A pesar de sus bajas, los humanos de Flor Imperial no permanecieron inactivos. En el 596 DL, en un intento desesperado por frenar la propagación del Sedeshy, Flor Imperial lanzó un ataque coordinado con misiles de alta capacidad donde se encontraba el laboratorio de Vorkathar. Uno de estos misiles, cargado con una bomba de fusión, impactó directamente en el complejo, eliminando cualquier rastro físico del Sedeshy y destruyendo los laboratorios donde se almacenaban las últimas cápsulas no desplegadas.
A pesar de la destrucción del laboratorio, el daño ya estaba hecho. El Sedeshy había sido diseminado en los principales sistemas planetarios aliados, y la muerte se había convertido en una compañera constante en las trincheras y ciudades humanas, Phyleen y Blefer. Para el 597 DL, los Blefer tomaron la decisión de retirarse del frente lo más rápido posible. La naturaleza del Sedeshy había comprometido gravemente su capacidad defensiva, y el riesgo de una extinción total obligó a los Blefer a reducir su participación en el conflicto, limitándose a ofrecer apoyo logístico y armamentístico desde sus posiciones en Togarth-Prime. Con su retirada, la Alianza quedó en desventaja, y tanto los Phyleen como los humanos fueron incapaces de continuar la guerra con las pérdidas masivas que sufrían en el personal.
En el preludio de la guerra, los Tiaty intentaron formar una alianza con los Psaíchy de Meredlí, una raza reclusa pero poderosa que controlaba una gran region en Aode. Los Psaíchy rechazaron la oferta, temiendo que una alianza con los Tiaty provocara una represalia de sus rivales históricos. La decisión, aunque controvertida en su momento, resultó ser acertada. Al mantenerse al margen, los Psaíchy evitaron la devastación que sufrió el resto de las razas en conflicto. Irónicamente, la misma prudencia de los Psaíchy les permitió continuar como una fuerza neutral e intacta, consolidando su poder en los años siguientes.
El Parásito Sedeshy:
El Parásito Sedeshy es un organismo parasitario que tiene la capacidad de invadir el cuerpo y afectar directamente el cerebro del huésped. Una vez que el parásito ha ingresado al cuerpo, utiliza diversas estrategias para establecer su presencia y ejercer control sobre el cerebro.
En primer lugar, el Sedeshy rompe la barrera hematoencefálica, una estructura que protege el cerebro al limitar el paso de sustancias dañinas desde el torrente sanguíneo. Esta ruptura permite que el parásito acceda al cerebro y comience a afectar su funcionamiento normal. Este proceso de ruptura de la barrera hematoencefálica puede generar la distonía, que se manifiesta como un parpadeo rápido e involuntario de los ojos debido a la alteración de la comunicación entre los centros cerebrales responsables del control del movimiento ocular.
Una vez en el cerebro, el Sedeshy comienza a producir zarcillos, que son apéndices similares a tentáculos que se adhieren a las cavidades cerebrales. Estos zarcillos permiten una mayor conexión y control entre el parásito y el cerebro del huésped. En particular, se adhieren al lóbulo frontal, que es el centro del pensamiento consciente y el control de las funciones ejecutivas.
Con esta conexión establecida, el parásito adquiere la capacidad de manipular mentalmente al huésped. Puede influir en los procesos cognitivos y emocionales, alterando la toma de decisiones y el comportamiento del individuo. En particular, el crecimiento del parásito conduce a un aumento significativo en la presión intracraneal, lo que afecta negativamente la capacidad del huésped para analizar adecuadamente las situaciones de riesgo y tomar decisiones racionales. Esto lleva a un comportamiento impulsivo, inseguro y arriesgado por parte del huésped, ya que su capacidad para evaluar adecuadamente las consecuencias y los peligros se ve severamente afectada.
Síntomas del Parásito Sedeshy:
Síntomas del Parásito Sedeshy:
1. Ceguera (Dura las primeras 3 horas): El parásito Sedeshy tiene la capacidad de desconectar la corteza visual primaria en el cerebro, lo que resulta en ceguera temporal. La corteza visual primaria es responsable de procesar la información visual, por lo que su desconexión impide que el huésped perciba y interprete adecuadamente el entorno. Esta pérdida de la función visual puede dar lugar a accidentes fatales debido a la incapacidad para detectar y evitar obstáculos o peligros.
2. Esquizofrenia: El Sedeshy inflama los receptores de dopamina en el cerebro y fragmenta los procesos mentales, lo que aumenta la infectividad y conduce al desarrollo de síntomas de esquizofrenia. La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta el pensamiento, las emociones y el comportamiento de una persona. Los síntomas pueden incluir alucinaciones, delirios, dificultades para concentrarse y problemas de memoria.
3. Alucinaciones: El Sedeshy crea lesiones en las áreas occipitales del cerebro, lo que resulta en alucinaciones severas. Las alucinaciones son percepciones que ocurren sin un estímulo externo y pueden parecer reales para la persona que las experimenta. Estas alucinaciones pueden ser visuales, auditivas u otras formas de percepción alterada, y representan una desconexión de la realidad.
4. Acinetopsia (No muy común): El Sedeshy puede causar acinetopsia en algunos casos, lo que resulta en dificultades para percibir el movimiento. La acinetopsia es una condición en la cual la persona deja de percibir el movimiento y ve el mundo en forma de fotogramas individuales y desconectados, en lugar de una secuencia fluida y continua.
5. Agresión: El Sedeshy causa un golpe hipotalámico que desencadena sentimientos de odio y violencia irracionales en el huésped, especialmente hacia aquellos que antes eran percibidos como autoridad o hacia personas no infectadas. La agresión es una conducta interpersonal que tiene la intención de causar daño físico o psicológico a otros.
6. Pérdida de memoria (Dura unas 5 horas): El Sedeshy provoca la formación de placas neuríticas en la materia gris del cerebro, lo que afecta significativamente la memoria y el aprendizaje. Estas placas neuríticas son depósitos anormales de proteínas que pueden interferir con la comunicación neuronal y la formación de nuevas conexiones sinápticas, lo que resulta en dificultades en la retención y recuperación de la información.
7. Confusión (Primeros minutos al entrar el parásito al cuerpo): La presencia del Sedeshy estimula la producción de dopamina en el cerebro, lo que puede causar episodios de confusión en el huésped. La dopamina es un neurotransmisor involucrado en la regulación de la atención y la concentración. Un aumento excesivo de dopamina puede dificultar la capacidad del huésped para concentrarse en tareas y trabajos específicos, lo que resulta en confusión y falta de claridad mental.
8. Hemorragia cerebral:Los zarcillos del Sedeshy se alimentan de la materia cerebral en busca de nutrientes, lo que puede provocar degeneración y ruptura del tejido cerebral. En huéspedes con discapacidad o baja salud, esta actividad puede causar una hemorragia cerebral, que es una ruptura de los vasos sanguíneos en el cerebro. La hemorragia cerebral puede ser potencialmente mortal y provocar daño cerebral irreversible.
9. Suicidio: El Sedeshy libera neurotoxinas que causan desorientación severa e impulsos suicidas en huéspedes con discapacidad o que no están en un buen estado de salud. Estas toxinas afectan los circuitos y procesos cerebrales involucrados en la regulación del estado de ánimo y el control de los impulsos, lo que puede llevar a un aumento en los pensamientos suicidas y comportamientos autodestructivos.
10. La Adoración: El Sedeshy induce una sobredosis de oxitocina y vasopresina en el huésped, lo que resulta en un estado permanente de adoración, aceptación y excitación hacia el parásito. Estas hormonas están involucradas en la formación de vínculos emocionales y sociales, y su aumento excesivo puede alterar los procesos cognitivos y emocionales, llevando al huésped a idolatrar y tratar al parásito como una entidad divina.
Sin embargo, la verdadera sorpresa vino cuando el Sedeshy mostró su efectividad contra los Blefer, una raza con características biológicas muy diferentes. Los Bleferes, seres de naturaleza casi mecánica, habían sido inmunes a virus y patógenos de origen biológico durante milenios. El precedente más cercano, el parásito Piunax Nixpeia, conocido por su capacidad de aniquilar civilizaciones enteras, había fallado en afectar a un solo Blefer. Pero el Sedeshy, de manera inexplicable, los diezmó en masas. El misterio radicaba en su modo de infección. A pesar de que los Blefer no consumen agua ni intercambian fluidos corporales, como lo hacen las razas orgánicas, comenzaron a sucumbir a los efectos del Sedeshy. Los Tiaty lo habían previsto, aunque no tenían certeza de cómo el patógeno infectaría a los Blefer. Se teoriza que el Sedeshy interactuaba con los sistemas de bioenergía que los Bleferes utilizaban para recargar sus cuerpos, encontrando una vía para infectar a través de su interacción con ciertas formas de energía electromagnética. Este hallazgo, que ni siquiera la Mente Singular había previsto, resultó ser un golpe fatal para la resistencia Blefer.
La DCIN, entonces la autoridad suprema en asuntos intergalácticos, intervino formalmente tras la victoria de los Tiaty en el 599 DL. Si bien sus fuerzas habían participado de manera limitada debido a su alianza con la Flor Imperial, su influencia fue crucial para el desarrollo de las sanciones impuestas a los Tiaty. Liderados por el Magistrado Supremo Kael, la DCIN condenó los crímenes de guerra cometidos por los Tiaty, particularmente el uso del Sedeshy, y decretó sanciones económicas, políticas y militares.
Durante los siguientes cinco años, los Tiaty fueron obligados a pagar reparaciones masivas a los sistemas devastados por la guerra. Además, sus capacidades militares fueron limitadas, y se les prohibió desarrollar cualquier tipo de armamento biológico. Aunque las sanciones se levantaron en el 605 DL, la reputación de los Tiaty quedó manchada, y su posición en la política intergaláctica se vio gravemente comprometida.
Sanciones del CIRU a los Tiaty (las sanciones no llegaron hasta el 600 DL pues anteriormente se había declarado que la DCIN ya no sería la autoridad superior, por lo tanto no se impusieron las sanciones hasta el 600 DL que fue donde de completo la formación del CIRU) :
Pagar una Indemnización De 12 billones de créditos a Flor imperial, La mente singular y los Phyleen, 4 billones a cada uno. (15 billones de dólares Americanos en total)
Impuesto añadido a los productos Tiaty de armamento militar/Productos Alimenticios y médicos y de uso común. (+70%)
Pérdida del 30% de todos los laboratorios en territorio Tiaty, y más aún los que trabajaron en el parásito Sedeshy.
Obligados a crear filtros en el agua para eliminar al parásito y entregar los datos rescatados del sedeshy a la mente singular.
(Al poco tiempo de la creación del CIRU) Prohibida la importación externa de combustibles, Tecnología, Minerales, bienes alimenticios, vehículos, Aeropuertos, cruceros y viajes fuera del planeta cerrados. (Esto fue durante 8 meses hasta que la CIRU decidió que esto era muy extremo)
INFORMACION TIATY
País: Ynterium
Raza: Tiaty
Tipo de país: Estado totalitario
Gentilicio: Ynterinos / Ynterinas
Descripción: Ynterium es la capital y el país más importante de la raza Tiaty. Situado en el corazón de su gobierno, este país ejerce un control absoluto sobre los demás planetas y colonias Tiaty. A diferencia de otras naciones Tiaty que fomentan la cooperación y el intercambio, Ynterium es un país independiente que busca la supremacía y el dominio absoluto sobre las demás naciones de su raza. Es un estado totalitario, donde el gobierno centralizado y autoritario mantiene un férreo control sobre todos los aspectos de la sociedad.
Economía: La economía de Ynterium se basa en la explotación de los recursos naturales y tecnológicos que poseen. Son líderes en la producción y exportación de tecnología avanzada, armamento y dispositivos científicos. Además, Ynterium impone altos impuestos a las naciones subyugadas y las colonias que se encuentran bajo su dominio, asegurándose así de mantener su posición económica y financiera. Sin embargo, también existe una creciente desigualdad entre las clases sociales, ya que el gobierno prioriza el enriquecimiento de la élite y los altos funcionarios del estado.
Problemas: A pesar de su dominio y su posición privilegiada, Ynterium se enfrenta a una serie de desafíos y problemas. La constante guerra en el universo y la competencia por el poder generan tensiones y conflictos dentro y fuera de Ynterium. Además, la población oprimida y subyugada de otras naciones Tiaty puede generar resistencia y rebeliones, lo que requiere un fuerte control militar y represión por parte del gobierno. Además, las luchas internas por el poder y la corrupción también plagan el país, socavando la estabilidad y la cohesión interna.
Habitantes: Ynterium cuenta con una población masiva de Tiaty, que alcanza cifras asombrosas de varios miles de billones de habitantes. Dado que el país engloba sistemas enteros, sus números se equiparan a la magnitud de estos en términos de población. Sin embargo, la mayoría de la población sufre las condiciones opresivas impuestas por el gobierno, mientras que una élite privilegiada disfruta de los beneficios del poder y la riqueza.
Arquitectura: La arquitectura de Ynterium refleja su ambiente futurista. Las ciudades están dominadas por imponentes rascacielos y estructuras monumentales de diseño angular. El uso de materiales metálicos y vidrio verde crea una apariencia amenazadora y distópica. Sin embargo, también se observan signos de deterioro y decadencia en algunas áreas, resultado de la falta de inversión y mantenimiento en los estratos más bajos de la sociedad.
Sociedad: La sociedad en Ynterium se encuentra fuertemente estratificada y controlada por el gobierno. La élite gobernante disfruta de privilegios y comodidades, mientras que las clases inferiores viven en condiciones precarias y sometidas a la represión del régimen. La propaganda y la vigilancia constante sin que se den cuenta. La libertad de expresión y los derechos individuales son prácticamente inexistentes, y la lealtad y obediencia al régimen son esperadas de todos los habitantes, y lo obtienen, ya que los tiaty son bastante conformistas y no les importa mucho, y ellos tampoco saben que existe una elite, pues esta se oculta, por lo que no saben de la gran brecha de oportunidades que existe.
Fuerza militar: La fuerza militar de Ynterium es descomunal y exagerada. Se estima que su ejército cuenta con trillones de soldados altamente entrenados y equipados con la tecnología más avanzada. Además, poseen una flota espacial colosal, compuesta por innumerables naves de guerra, cruceros y destructores estelares. Su poder militar se utiliza tanto para mantener el control sobre las colonias Tiaty como para expandir su dominio sobre otros planetas y razas en el universo. La capacidad destructiva de su armamento es temida y respetada en todo el cosmos.
El parásito no había sido erradicado, junto a todos sus huéspedes en una comunidad, Le costó mucho trabajo el poder reunirlos a todos sin levantar sospechas, Los Junto a todos en Una pequeña comunidad en Onarú-B La cual llevaba su religión mas allá, El Sedeshy era su Dios absoluto, Todo lo que era correcto en el mundo, Lo bueno y lo malo, Por quien vivían y morían, Las Desafortunadas personas que se cruzaron a esta comunidad y lograron sobrevivir para contarlo la llamaron "Los maniáticos del Sedeshy". La DCIN los busco hasta el cansancio para eliminarlos pero no tuvo éxito, Los avistamientos de Este grupo Disminuyeron y no se sabe nada de lo que les sucedió, ahora sólo quedan las leyendas.
Durante la primera gran Guerra en Beskoll (Flor imperial), la violencia y destrucción fueron desgarradoras, pero también hubo historias de heroísmo y valentía. Uno de estos ejemplos es Eduard Hackenholt, un civil que arriesgó su vida para rescatar a más de 110 personas atrapadas bajo los escombros de los edificios derruidos por los implacables bombardeos.
En un fatídico día, el cuarto Monam de palladia del año 596, se llevó a cabo la mayor captura de prisioneros en una sola jornada en Manesk. El ejército de Flor imperial logró apresar a más de 1,800,000 soldados Tiaty, dejando un impacto devastador en el enemigo.
La guerra también tuvo un alto costo en vidas humanas. En la Navidad del año 594, más de 24,500 habitantes de Flor imperial perecieron a causa de la inanición, mientras que en Manesk la cifra ascendió a 13,000 personas. Estas muertes trágicas reflejan el sufrimiento y la desesperación que se experimentó en los territorios afectados por el conflicto.
La esperanza de vida de los soldados de Flor imperial era sorprendentemente corta, apenas unas escasas veintidós horas. Este dato impactante muestra la extrema peligrosidad de las batallas y la fragilidad de la vida en el campo de batalla.
Las estadísticas de la Fuerza Aérea de los Tiaty revelan la tenacidad y resistencia de los cazas imperiales. Para derribar una de estas aeronaves, se necesitaba realizar un promedio de 18,000 disparos. Por otro lado, la artillería aérea de Manesk requería lanzar alrededor de 12,000 proyectiles de 8 kilos cada uno para derribar un solo bombardero pesado de la mente singular. Estos números evidencian la ferocidad y la determinación de los enfrentamientos aéreos.
Durante los ataques a Manesk, Flor Imperial y sus fuerzas no dejaron escapar ni un solo gramo de Imperialita, saqueando y utilizando extractores para llevar a cabo esta tarea.
La guerra espacial también cobró un alto precio en vidas humanas. De los mas de 29,900,000 tripulantes de los cruceros de batalla espacial de Manesk, más de 26,760,000 perdieron la vida en el vasto y desolado espacio, lo que representa tres cuartas partes de la fuerza total. Esta devastación deja una marca indeleble en la historia de la guerra y en la memoria de aquellos que sobrevivieron.
Sorprendentemente, el ejército de los Tiaty resultó ser el más peligroso para sus propios integrantes. Un soldado Tiaty tenía 30 veces más probabilidades de morir en combate que uno Florense. Esta disparidad muestra los desafíos y los peligros a los que se enfrentaban los combatientes Tiaty durante la guerra.
La guerra no solo afectó a los militares, sino también a la población civil. Un tercio de las bajas correspondió al personal militar, mientras que los otros dos tercios fueron civiles inocentes atrapados en medio del conflicto. Estos datos reflejan la triste realidad de los daños colaterales y la devastación que sufrió la población civil durante el conflicto.
En medio de la oscuridad, hubo héroes destacados. El crucero estelar Tiaty más exitoso fue el Heiss-404, que logró derribar más de 37 cruceros estelares de diversos tipos en combates encarnizados. Este récord demuestra la destreza y la capacidad de los combatientes Tiaty para enfrentarse a sus enemigos.
El entrenamiento de los pilotos de Flor imperial era exhaustivo, constaba de 450 horas de vuelo antes de ingresar al combate. En cambio, los pilotos Tiaty tenían un entrenamiento más breve de tan solo 200 horas, debido a las limitaciones de combustibles y fuentes de energía alternativas durante ese tiempo. Esta diferencia en la preparación evidencia las dificultades y los recursos limitados a los que se enfrentaban los Tiaty.
La guerra espacial fue particularmente mortífera. Los soldados de las naves estelares tenían un alarmante 81.9% de posibilidades de morir en combate, sin importar el bando al que pertenecieran. Estos datos resaltan la peligrosidad y el riesgo constante que enfrentaban aquellos que servían en las flotas espaciales.
En el año 596, la fuerza aérea Tiaty logró derribar más de 17,000 aviones enemigos solo en operaciones diurnas en Aode. Esta demostración de habilidad y éxito táctico muestra la destreza y la capacidad de los Tiaty en el combate aéreo.
A lo largo de la guerra, se hicieron más de 250 millones de prisioneros de guerra, pero más del 45% de ellos no sobrevivió. Este trágico destino de los prisioneros revela las condiciones brutales y mortales que enfrentaron aquellos que cayeron en manos del enemigo.
"Una sombra en el espacio, un gusano devorador. Donde posa su mirada, la muerte se despliega y la luz se apaga. Los Parásitos del Óbito, heraldos del fin, su hambre insaciable consume mundos, y su presencia deja un rastro de destrucción que ninguna esperanza puede borrar."
Los Parásitos del Óbito son más que simples depredadores: son la manifestación misma de un hambre cósmica. Donde otros seres buscan supervivencia, ellos solo encuentran satisfacción en la devoración total. Al tocar un planeta, su esencia lo consume, desde la atmósfera hasta el núcleo, extinguiendo toda forma de vida y dejando solo ruinas desoladas en su paso. Estas criaturas son capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas del universo, ya sea en la negrura helada del espacio profundo o en el corazón abrasador de estrellas moribundas. Su evolución es veloz e implacable. En minutos, las larvas se adaptan al entorno más hostil. ¿Atacarlos con fuego? Desarrollan una capa externa resistente al calor. ¿Usar venenos? Sus sistemas internos se transforman, metabolizando toxinas y convirtiéndolas en nuevas fuentes de energía. Este tipo de adaptabilidad es tan veloz que cualquier intento de eliminarlos termina solo fortaleciendo a la próxima generación. Como una plaga autoevolutiva, cada resistencia que se les opone se convierte en una oportunidad para mutar y superar.
Un pequeño grupo de Parásitos del Óbito puede parecer una amenaza controlable, pero mientras más se les combate, más rápido se multiplican. Su hambre no se sacia jamás; es como si el mismo universo fuera el banquete al que están destinados. Los Parásitos del Óbito no buscan solo sobrevivir: devoran la vida, la energía, el mismísimo tejido del espacio-tiempo si es necesario.
Al ser atacados, las formas más pequeñas de estos parásitos son capaces de escabullirse por cualquier grieta, infiltrarse en el suelo o en el agua, y comenzar de nuevo su ciclo de destrucción desde el interior. Ni siquiera las armas más avanzadas pueden eliminarlos por completo. Las criaturas alfa, enormes y temibles, son capaces de resistir incluso el impacto de armas planetarias. Su exoesqueleto se endurece con cada ataque fallido, convirtiéndose en una fortaleza viviente. Al igual que un gusano en un cadáver, los Parásitos del Óbito no solo consumen, sino que se multiplican a una velocidad alarmante. Un solo espécimen alfa puede liberar millones de larvas, y en cuestión de horas, estas pueden tomar el control de la biosfera de un planeta entero. Su infestación es tan rápida que ni las evacuaciones más organizadas logran escapar antes de que el sistema esté condenado. Incluso el espacio entre galaxias no es un obstáculo, ya que son capaces de lanzar esporas que viajan a la deriva, esperando su próxima víctima.
Los Parásitos del Óbito no tienen debilidades claras. Las leyendas hablan de civilizaciones antiguas que trataron de sellarlos en las Regiones Desconocidas, la única región del universo de la que nada ha vuelto...
Todos los Parásitos comparten una estructura corporal similar:
Exoesqueleto Queratinoso: El exoesqueleto queratinoso de los Parásitos del Óbito es una estructura biológica única y altamente especializada que desempeña un papel fundamental en su supervivencia y adaptación a entornos hostiles. Este exoesqueleto está compuesto por una matriz de proteínas y minerales, similar a la queratina que se encuentra en las uñas y las escamas de otros organismos. Sin embargo, la composición exacta del exoesqueleto de los Parásitos del Óbito presenta variaciones adaptativas que le otorgan propiedades únicas.
Estructura y Composición Química
El exoesqueleto queratinoso de los Parásitos del Óbito está compuesto por capas de proteínas fibrosas entrelazadas y endurecidas con minerales como calcio y fósforo. Estos componentes se combinan para formar una estructura rígida y resistente que rodea y protege el cuerpo del organismo.
Funciones Biológicas y Adaptativas
Protección contra Daños Físicos: El exoesqueleto proporciona una barrera física que protege los tejidos internos de los Parásitos del Óbito contra impactos, abrasiones y otros tipos de daño mecánico. Esta protección es esencial para su supervivencia en entornos hostiles, como el espacio exterior y las condiciones extremas de los planetas que parasitan.
Resistencia al Vacío del Espacio: La rigidez y resistencia del exoesqueleto permiten que los Parásitos del Óbito sobrevivan en el vacío del espacio sin desmoronarse ni sufrir daños estructurales. Esta característica es crucial para su ciclo de vida parasitario, ya que les permite viajar a través del espacio en busca de nuevos planetas huéspedes.
Protección contra Radiación y Factores Ambientales: El exoesqueleto actúa como una capa protectora contra la radiación cósmica y otros factores ambientales perjudiciales en el espacio exterior. También ayuda a retener la humedad en ambientes secos y extremadamente cálidos, permitiendo que los Parásitos del Óbito sobrevivan en una variedad de condiciones.
Soporte Estructural: Además de su función protectora, el exoesqueleto proporciona un soporte estructural que ayuda a mantener la forma corporal de los Parásitos del Óbito. Esto es especialmente importante en los ejemplares más grandes, que deben soportar su propio peso y las fuerzas gravitatorias en planetas huéspedes.
Segmentación Corporal: La segmentación corporal de los Parásitos del Óbito es una adaptación biológica fundamental que contribuye a su capacidad de movimiento ágil y su versatilidad para adaptarse a diferentes entornos. Esta característica anatómica está estrechamente relacionada con su estructura muscular y sistemas internos, lo que permite su funcionamiento integral y su capacidad para llevar a cabo sus actividades parasitarias.
Estructura Anatómica
Los Parásitos del Óbito están compuestos por una serie de segmentos altamente flexibles y articulados que conforman su cuerpo. Cada segmento está conectado al siguiente a través de juntas y articulaciones que permiten un rango completo de movimiento. La cantidad de segmentos puede variar según el tamaño y la edad de los individuos, pero en general, esta segmentación proporciona una estructura modular que facilita su capacidad para adaptarse a diferentes circunstancias.
Sistemas Internos y Músculos
Los segmentos corporales de los Parásitos del Óbito albergan una variedad de sistemas internos y tejidos, incluyendo músculos, órganos y otros componentes biológicos esenciales. Los músculos son especialmente importantes en la función de la segmentación, ya que permiten la contracción y expansión de cada segmento de manera coordinada.
Cada segmento contiene haces de fibras musculares que están conectados a estructuras llamadas aponeurosis, que son láminas de tejido conectivo. Estas aponeurosis (región anatómica que está conformada por una serie de tejidos conectivos, que se encargan de proteger a los músculos, y que no permite que estos se alejen de su lugar de inserción) que actúan como puntos de anclaje para los músculos, permitiendo su movimiento coordinado y controlado. Cuando los músculos se contraen, las aponeurosis transmiten la fuerza generada a los segmentos, lo que resulta en movimientos precisos y fluidos.
Agilidad y Adaptación
La segmentación corporal de los Parásitos del Óbito les otorga una agilidad excepcional y la capacidad de adaptarse a diferentes entornos y situaciones. Cada segmento puede moverse de manera independiente o en conjunto con los demás, lo que les permite reptar, enrollarse y retorcerse en respuesta a estímulos y desafíos ambientales. Esta flexibilidad es especialmente útil en su ciclo de vida parasitario, ya que les permite moverse a través de las superficies de los planetas huéspedes y alcanzar áreas inaccesibles.
Boca y Aparato Digestivo: Boca y Aparato Digestivo de los Parásitos del Óbito
La boca y el aparato digestivo de los Parásitos del Óbito son adaptaciones biológicas fundamentales que les permiten alimentarse y parasitar planetas de manera altamente eficiente. Estos sistemas están diseñados para procesar una amplia variedad de materiales orgánicos e inorgánicos, lo que les permite perforar y consumir los recursos de los planetas huéspedes.
Estructura Anatómica de la Boca
La boca de los Parásitos del Óbito es de forma circular y ligeramente retráctil. Está rodeada por tejidos musculares que permiten su apertura y cierre para morder y triturar materiales. Sus bordes están provistos de estructuras dentales especialmente diseñadas para desgarrar y triturar diversas sustancias. Estos dientes son robustos y afilados, capaces de enfrentar la resistencia de diferentes materiales, ya sean rocas, tierra o estructuras planetarias.
Aparato Digestivo Eficiente
El aparato digestivo de los Parásitos del Óbito es altamente especializado y adaptado para procesar una amplia gama de nutrientes y sustancias. Su sistema digestivo comienza en la boca, donde los alimentos son triturados en partículas más pequeñas gracias a la acción muscular y los dientes adaptados. Luego, los alimentos pasan a través del esófago hacia el estómago, que secreta enzimas digestivas poderosas capaces de descomponer incluso los compuestos más resistentes.
El estómago está diseñado para funcionar en un ambiente altamente ácido, lo que permite una descomposición más rápida y efectiva de los materiales. Las enzimas digestivas secretadas en el estómago incluyen proteasas, lipasas y amilasas, que descomponen proteínas, lípidos y carbohidratos respectivamente. Estas enzimas actúan sobre los materiales ingeridos y los descomponen en unidades más pequeñas que pueden ser absorbidas por el cuerpo del parásito.
Absorción y Aprovechamiento de Nutrientes
Después de que los alimentos han sido descompuestos en el estómago, los nutrientes resultantes son absorbidos a través de la pared del intestino, que es una estructura altamente vascularizada. Los nutrientes absorbidos incluyen aminoácidos, ácidos grasos, azúcares y minerales, entre otros. Estos nutrientes son transportados a través del sistema circulatorio de los Parásitos del Óbito y utilizados para su crecimiento, energía y reproducción.
Sistema Circulatorio y Respiratorio: Sistema Circulatorio y Respiratorio de los Parásitos del Óbito
El sistema circulatorio y respiratorio de los Parásitos del Óbito es una adaptación biológica clave que les permite transportar nutrientes y oxígeno por todo su cuerpo y mantener sus funciones vitales. Aunque su sistema circulatorio es diferente al de muchas otras especies, es altamente eficiente y esencial para su supervivencia.
Sistema Circulatorio Abierto
Los Parásitos del Óbito tienen un sistema circulatorio abierto, lo que significa que su circulación sanguínea no está contenida en vasos sanguíneos cerrados como en los mamíferos. En lugar de eso, su sangre circula a través de una serie de cavidades y sinuosidades en su cuerpo. Esta sangre, llamada hemolinfa, no solo transporta nutrientes y oxígeno, sino también desechos metabólicos.
Distribución de Nutrientes y Oxígeno
La hemolinfa se mueve por contracciones musculares y pulsaciones del corazón en dirección a las diversas partes del cuerpo de los parásitos. A medida que la hemolinfa fluye, suministra nutrientes y oxígeno a las células de los tejidos y órganos, permitiendo su funcionamiento y crecimiento. A su vez, recoge los desechos metabólicos producidos por las células y los transporta a órganos excretores donde serán eliminados.
Respiración Cutánea
Aunque los Parásitos del Óbito no respiran de manera convencional a través de órganos respiratorios como los pulmones, obtienen oxígeno de manera eficiente a través de su piel en un proceso conocido como respiración cutánea. La estructura de su piel les permite absorber oxígeno directamente de la atmósfera en contacto con su superficie. Este oxígeno se difunde a través de la piel y entra en la hemolinfa, donde se une a las moléculas de hemocianina (un pigmento similar a la hemoglobina) y es transportado a todas las partes del cuerpo.
La combinación de su sistema circulatorio abierto y la respiración cutánea les permite satisfacer sus necesidades de oxígeno y mantener un suministro constante de este elemento esencial para su metabolismo.
Órganos de Reproducción: Órganos de Reproducción de los Parásitos del Óbito
Los órganos de reproducción de los Parásitos del Óbito son fundamentales para su ciclo de vida y su capacidad de proliferar en los planetas huéspedes. Estos órganos evolucionaron para asegurar la supervivencia de la especie y permitir su expansión.
Larvas y Producción de Huevos
Las larvas de los Parásitos del Óbito tienen órganos reproductores rudimentarios que les permiten producir grandes cantidades de huevos. Estos huevos son esenciales para la reproducción de la especie, ya que son los que se adhieren a la superficie de los planetas huéspedes y dan origen a nuevas generaciones de parásitos. Las larvas son capaces de producir huevos a un ritmo constante, lo que asegura la continuidad de la especie.
Desarrollo de Órganos Sexuales
A medida que las larvas crecen y se convierten en parásitos adultos, desarrollan órganos sexuales más especializados. Estos órganos varían en tamaño y forma dependiendo del género del parásito. Los parásitos tienen géneros separados y requieren la colaboración de individuos de ambos géneros para la reproducción.
Cópula y Fertilización
Los Parásitos del Óbito adultos participan en la cópula, donde los órganos sexuales de un individuo macho se unen con los órganos sexuales de una hembra. Durante la cópula, los espermatozoides del macho son transferidos al sistema reproductor de la hembra, donde fertilizan los óvulos. Los óvulos fertilizados se desarrollan en embriones dentro del cuerpo de la hembra.
Producción de Huevos y Adherencia
Una vez que los embriones se han desarrollado lo suficiente, son depositados por la hembra en la superficie del planeta huésped. Los órganos reproductores de la hembra secretan una sustancia pegajosa que permite que los huevos se adhieran firmemente al sustrato del planeta. Esta adaptación asegura que los huevos estén protegidos y en una ubicación óptima para su desarrollo.
Biología y Funcionamiento
Los Parásitos del Óbito tienen una biología única que les permite adaptarse y sobrevivir en una amplia variedad de entornos y condiciones. Son capaces de sobrevivir en el vacío del espacio, aprovechando la radiación y nutrientes dispersos. Su ciclo de vida es altamente eficiente y destructivo:
La fase larval de los Parásitos del Óbito es un componente crucial de su ciclo de vida. Estas larvas microscópicas son adaptadas para sobrevivir en el vacío del espacio y encontrar un planeta huésped adecuado donde puedan comenzar su ciclo de parasitismo.
Anatomía y Adaptaciones Específicas
Las larvas son esféricas y extremadamente pequeñas, con un tamaño promedio de alrededor de 0.1 micrómetros de diámetro. A pesar de su tamaño, están altamente especializadas para resistir las condiciones extremas del espacio, incluyendo la radiación cósmica y las temperaturas extremadamente bajas. Poseen una cubierta externa de proteínas y lípidos que actúa como escudo protector contra la radiación y las partículas en el espacio.
Sobrevivencia en el Espacio
Durante su fase larval, los Parásitos del Óbito flotan en el espacio, a menudo en grupos o nubes de larvas. Dependiendo de su trayectoria y condiciones, pueden pasar años viajando a través del espacio antes de encontrar un planeta huésped adecuado. Durante este período, entran en un estado de dormancia metabólica, lo que les permite conservar energía y recursos.
Localización de un Planeta Huésped
Las larvas son altamente sensibles a señales químicas y energéticas que indican la presencia de planetas. A medida que se acercan a un planeta, su actividad metabólica se reactiva y comienzan a emitir señales químicas y electromagnéticas que buscan el lugar ideal para su anclaje. Esta etapa es crítica, ya que deben encontrar un ambiente que sea compatible con su fase de desarrollo y que les proporcione los recursos necesarios para crecer y reproducirse.
Los Parásitos Menores y Medianos son fases subsiguientes en el ciclo de vida de los Parásitos del Óbito. Una vez que las larvas han encontrado un planeta huésped adecuado, se anclan a su superficie y comienzan su proceso de parasitismo, consumiendo recursos y debilitando la estructura del planeta.
Anatomía y Adaptaciones
Los Parásitos Menores y Medianos tienen un cuerpo alargado y segmentado, que se asemeja a un gusano. Los Parásitos Menores tienen un tamaño promedio de 2 metros de longitud, mientras que los Medianos pueden alcanzar hasta 5 metros. Están recubiertos por un exoesqueleto queratinoso que les proporciona protección contra el entorno y les ayuda a anclarse a la superficie del planeta huésped.
Sistema Digestivo y Secreciones Químicas
Su boca es un órgano musculoso retráctil adaptado para morder y triturar materiales. El aparato digestivo de los Parásitos Menores y Medianos es altamente eficiente y capaz de descomponer una amplia variedad de materiales orgánicos e inorgánicos presentes en el planeta. Además, liberan enzimas y sustancias químicas que debilitan la estructura del suelo y de la corteza planetaria, permitiendo un acceso más fácil a los recursos internos.
Reproducción y Velocidad de Multiplicación
Una de las características más notables de esta fase es su capacidad de reproducción acelerada. Los Parásitos Menores y Medianos tienen una alta tasa de reproducción, con una media de 1000 descendientes en un período de dos semanas. Esto les permite colonizar y consumir recursos a un ritmo rápido, debilitando progresivamente la estructura del planeta huésped.
Sustancias Químicas Destructivas
Los Parásitos Menores y Medianos liberan sustancias químicas que tienen un efecto destructivo en la estructura planetaria. Estas sustancias pueden incluir enzimas que disuelven minerales y compuestos orgánicos, así como ácidos que corroen la superficie del planeta. Esto debilita la cohesión del suelo y la corteza, lo que facilita la penetración y el consumo de recursos.
Los Parásitos Grandes y Alfas son las etapas finales del ciclo de vida de los Parásitos del Óbito. A medida que crecen, su tamaño y capacidad destructiva aumentan significativamente, permitiéndoles devorar planetas enteros y colonizar una variedad de tipos de planetas.
Anatomía y Adaptaciones
Los Parásitos Grandes tienen un tamaño que puede oscilar entre cientos de metros y un kilómetro de longitud, mientras que los Parásitos Alfas son los más grandes, alcanzando tamaños gigantescos de varios kilómetros. Su cuerpo segmentado y altamente flexible les permite moverse y adaptarse a diferentes entornos planetarios.
Sistema Digestivo Avanzado
A medida que crecen en tamaño, sus sistemas digestivos también se vuelven más complejos y eficientes. Poseen una boca circular y fuertemente musculosa, adaptada para triturar y masticar materiales a medida que consumen recursos planetarios. Su aparato digestivo es capaz de descomponer una amplia gama de materiales, incluyendo minerales, compuestos orgánicos y otros elementos presentes en la estructura planetaria.
Capacidad de Devorar Planetas
Una de las adaptaciones más sorprendentes de los Parásitos Grandes y Alfas es su capacidad para devorar planetas enteros. Su tamaño y fuerza les permiten perforar la corteza planetaria y consumir los recursos internos. Utilizan su boca y órganos especializados para descomponer y absorber todo tipo de materiales, desde minerales hasta elementos gaseosos.
Adaptación a Diferentes Tipos de Planetas
Los Parásitos Alfas son especialmente adaptables y pueden colonizar y consumir una amplia gama de tipos de planetas, incluyendo planetas rocosos, gaseosos e incluso planetas con condiciones extremas. Su sistema biológico se adapta a las condiciones específicas de cada entorno, lo que les permite prosperar y consumir los recursos disponibles.
Interacción entre las Etapas del Ciclo de Vida
Las diferentes etapas del ciclo de vida de los Parásitos del Óbito trabajan en conjunto para lograr su objetivo de consumir planetas. Las larvas encuentran planetas huéspedes adecuados y los parásitos menores y medianos debilitan la estructura planetaria, preparándola para la llegada de los Parásitos Grandes y Alfas, que finalmente completan el proceso de devastación.
Supervivencia Espacial: Las larvas de los Parásitos del Óbito son capaces de sobrevivir en el vacío del espacio durante años, lo que les permite buscar planetas huéspedes adecuados para colonizar.
Adaptación Extrema: Los Parásitos Alfas pueden adaptarse a una amplia gama de condiciones planetarias, desde planetas rocosos hasta gigantes gaseosos, lo que les permite colonizar una variedad de entornos.
Devoradores de Planetas: Los Parásitos Grandes y Alfas son capaces de devorar planetas enteros, perforando la corteza y consumiendo recursos internos para su sustento.
Destrucción Ecológica: La actividad de los Parásitos del Óbito puede resultar en la destrucción completa de los ecosistemas planetarios y la alteración de la geología y la estructura del planeta.
Ciclo de Vida Complejo: El ciclo de vida de los Parásitos del Óbito involucra varias etapas, desde larvas hasta parásitos menores, medianos, grandes y alfas, cada una desempeñando un papel específico en la colonización y consumo de planetas.
Resistencia a Condiciones Extremas: Los Parásitos del Óbito pueden sobrevivir en entornos extremos, como altas radiaciones, temperaturas extremas y ausencia de atmósfera, lo que les permite adaptarse a diferentes planetas.
Sustancias Químicas Debilitantes: Los parásitos liberan sustancias químicas que debilitan la estructura de los planetas, preparándolos para su posterior consumo.
Comunicación Química: Los Parásitos del Óbito se comunican a través de señales químicas que les permiten coordinar sus acciones, como la liberación de sustancias debilitantes.
Dependencia de la Energía Planetaria: A medida que consumen un planeta, los parásitos absorben y aprovechan la energía y los recursos del mismo para su propio crecimiento y reproducción.
Creación de Nidos: Una vez que un parásito ha devorado un planeta, crea nidos o colonias en su interior, donde las distintas etapas del ciclo de vida coexisten y colaboran.
Conexiones Neurales: Los Parásitos Alfas poseen conexiones neuronales altamente desarrolladas, lo que les permite coordinar sus acciones y comportamientos para maximizar la eficiencia en la colonización planetaria.
Impacto en el Cosmos: La actividad de los Parásitos del Óbito tienen un impacto a gran escala en el cosmos, alterando la composición y disposición de los sistemas planetarios.
Dependencia de la Gravitación: La capacidad de los Parásitos Alfas para colonizar diferentes tipos de planetas está influenciada por la gravedad del planeta, que afecta su capacidad de anclaje y movimiento.
Enfrentamiento con Otras Especies: Los Parásitos del Óbito pueden entrar en conflicto con otras especies que buscan proteger sus planetas, lo que puede dar lugar a batallas cósmicas por la supervivencia y el dominio.
Las guerras contra los Parásitos del Óbito son batallas desesperadas y a menudo fútiles. Aunque las civilizaciones y especies del universo intentan resistir y detener la propagación de estos parásitos, enfrentan desafíos insuperables debido a la naturaleza única y adaptativa de los Parásitos del Óbito.
Adaptación Constante: Los Parásitos del Óbito son capaces de adaptarse rápidamente a cualquier tipo de ataque o estrategia utilizada contra ellos. Su naturaleza altamente flexible y su ciclo de vida diverso les permiten ajustar su comportamiento y estructura para contrarrestar cualquier amenaza.
Exoesqueleto Queratinoso: Su exoesqueleto compuesto de sustancias similares a la queratina es increíblemente resistente y puede soportar impactos de cualquier magnitud. Ni balas de tungsteno ni armas de plasma pueden penetrar esta protección natural.
Regeneración Acelerada: Incluso si sufren daños, los Parásitos del Óbito pueden regenerarse a una velocidad sorprendente. Sus células tienen la capacidad de dividirse y multiplicarse rápidamente para reparar cualquier daño sufrido durante las batallas.
Absorción de Energía: Su capacidad para absorber energía y recursos de los planetas que colonizan les proporciona una fuente constante de sustento y fortaleza. Cuanto más daño reciben, más energía obtienen, lo que los hace más resistentes y letales.
Inteligencia Colectiva: Los Parásitos Alfas están interconectados a través de conexiones neuronales, lo que les permite coordinar estrategias y acciones a una escala que ninguna civilización puede igualar. Cada individuo comparte información instantáneamente, lo que los hace altamente efectivos en la toma de decisiones tácticas.
Inmunidad a Armas Espaciales: A pesar de ser atacados en el espacio exterior, los Parásitos del Óbito pueden sobrevivir en condiciones extremas y el vacío, lo que los hace invulnerables a muchas formas de ataque en el espacio.
Supervivencia en Diferentes Entornos: Gracias a su adaptabilidad, los Parásitos del Óbito pueden colonizar planetas con diferentes condiciones climáticas y geológicas. Esto les permite encontrar siempre refugio y alimento, sin importar el tipo de planeta al que lleguen.
En un año desconocido, probablemente entre el milenio 2 DL y el milenio 3 DL, el monitoreo de la DCIN sobre Vaelionis V era una operación rutinaria hasta que las lecturas comenzaron a revelar algo inquietante: dos flotas de plagas avanzaban hacia el planeta. Por un lado, la Marea Negra; por el otro, los Parásitos del Óbito. En ese momento, Vaelionis V, un mundo que no había despertado interés por su ambiente inhóspito, se convirtió en el campo de batalla de dos de las fuerzas más devastadoras del universo. Vaelionis V era una esfera hostil y desolada, con mares corrosivos que disolvían todo lo que tocaban, y montañas hechas de polvo cristalizado que brillaban bajo la luz de su sol moribundo. Para cualquier ser vivo ordinario, este planeta sería inhabitable. Pero para los Parásitos del Óbito y el Piunax Nixpeia, la atmósfera tóxica y los recursos exóticos lo hacían un festín perfecto. No para vivir, sino para ser devorado.
Las dos flotas llegaron casi al mismo tiempo, el vasto enjambre de Parásitos del Óbito descendió como una sombra que cubrió los cielos, sus gusanos alfa llegaron perforando la superficie de Vaelionis V. En pocos minutos, comenzaron a consumir los mares ácidos y el polvo cristalino, transformando la sustancia en energía que alimentaba su insaciable expansión. Pero apenas unos instantes después, la Marea Negra del Piunax Nixpeia llegó.
Lo que siguió fue una batalla que duró semanas, mientras ambas plagas se devoraban mutuamente. Los Parásitos del Óbito atacaron con su fuerza parasitaria, infectando partes del Piunax y haciéndolas estallar desde dentro. Las larvas microscópicas se infiltraban en las estructuras fúngicas, destruyéndolas desde el interior, y los Parásitos alfa arrancaban grandes secciones del hongo con su insaciable hambre.
Sin embargo, el Piunax no era una presa fácil. El hongo, adaptable como ningún otro organismo, comenzó a reaccionar con rapidez. En cuanto los Parásitos intentaban infectarlo, el Piunax modificaba su estructura interna, absorbiendo las larvas y usando su propio material genético para fortificarse. Las esporas del Piunax comenzaron a cubrir todo el planeta, infestando cada rincón de Vaelionis V, expandiéndose por el aire y el suelo, penetrando en las propias filas de los Parásitos. Pronto, la atmósfera del planeta estaba contaminada por la esencia fúngica.
Cada ataque de los Parásitos del Óbito los debilitaba aún más. Aunque combatieron con ferocidad, lanzando hordas de gusanos y liberando toxinas capaces de arrasar ecosistemas enteros, la Marea Negra del Piunax simplemente se expandía más rápido de lo que ellos podían consumir. Día tras día, el conflicto se intensificaba. Los cielos se oscurecieron completamente con las nubes de esporas y los enjambres de gusanos, mientras el suelo temblaba bajo el peso de los titánicos alfa. Después de semanas de lucha encarnizada, la Marea Negra comenzó a prevalecer. Las esporas del Piunax se infiltraron en los cuerpos de los Parásitos del Óbito, descomponiéndolos desde dentro. Sus larvas, incapaces de adaptarse lo suficientemente rápido al avance fúngico, comenzaron a morir en masa. Los alfa, aquellos colosos devoradores, resistieron más tiempo, pero al final sucumbieron. Sus inmensos cuerpos fueron asimilados por el Piunax, que utilizó cada fragmento de materia parasitaria para crecer y fortalecerse aún más. La guerra había terminado, y el Piunax Nixpeia se alzó como el vencedor indiscutible. El hambre insaciable de los Parásitos del Óbito no fue suficiente ante la capacidad de adaptación infinita del Piunax.
Canobe Secundus era un planeta desolado y sin importancia estratégica, orbitando una estrella moribunda en El Nido de las Pesadillas. Era un lugar olvidado, su superficie barrida por tormentas de polvo y sus océanos reducidos a charcos de ácido burbujeante. Desde decenas de sistemas de distancia, durante el milenio cinco, los operadores de la DCIN seguían con preocupación los desplazamientos de dos de las mayores amenazas para la vida en el universo: los Parásitos del Óbito y el Piunax. Ambas flotas, colosales, convergían hacia un mismo punto, arrastrando la oscuridad y la destrucción en su paso. Los radares y sistemas de monitoreo temblaban ante la magnitud del desastre inminente. Cuando confirmaron que el destino de ambas fuerzas era Canobe Secundus, supieron que algo terrible estaba por ocurrir.
La DCIN observó cómo las primeras oleadas del Piunax Nixpeia, oscuras como la noche y sedientas de cualquier forma de vida, aterrizaban sobre la superficie de Canobe Secundus. El Piunax comenzaba a devorar todo a su alrededor, transformando el paisaje estéril en un hervidero de organismos contagiados, una colmena viviente en constante crecimiento. Al poco tiempo, las formas más pequeñas de los Parásitos del Óbito comenzaron a llegar como una ola de destrucción microscópica. Se infiltraron en cada grieta y comenzaron su propio banquete.
El enfrentamiento fue inmediato. Los tentáculos del Piunax chocaron contra los gigantescos gusanos alfa de los Parásitos, envolviéndolos en espirales de corrupción. Los parásitos, lejos de retroceder, comenzaron a consumir la carne del hongo, adaptándose a su toxina, absorbiéndola como si fuese un festín predestinado. Lo que para cualquier ser era una muerte segura, para ellos era solo otra fuente de energía.
Día tras día, la superficie del planeta se convirtió en un campo de batalla infernal. Colosales figuras de Parásitos del Óbito, decenas de kilómetros de largo, se retorcían y estrellaban contra los formidables exoesqueletos mutantes del Piunax. La guerra no era solo física; era una guerra de adaptaciones, de cambios rápidos y evoluciones brutales. Cada ataque fallido, cada defensa rota, solo servía para fortalecer al enemigo. Una infestación traía otra más letal, una adaptación era respondida con una mutación aún más peligrosa.
Mas de un milenio después, el conflicto continuó sin un final a la vista. La DCIN observó con temor, consciente de que el día que una de estas plagas logre la victoria, lo que emerja de Canobe Secundus será una monstruosidad, una criatura capaz de devorar mundos enteros y enfrentarse a cualquier fuerza del universo. Esta guerra de mas de mil años solo puede terminar de una manera: con un vencedor que se alzará, fortalecido y deformado por el interminable conflicto, listo para expandir su horror a cada rincón del cosmos.
Porque, tarde o temprano, una de las dos tendrá que vencer. Y cuando lo haga, no habrá refugio ni esperanza en ninguna estrella.
Y ese día llego... A finales del quinto milenio e inicios del sexto, el día temido por tantos llegó. Desde las profundidades del espacio, la Mente Alfa llegó a Canobe Secundus. Este ser, una mente colmena que controlaba la vasta extensión del Piunax, había esperado pacientemente el momento adecuado para intervenir. Al entrar en el Nido de las Pesadillas, el Piunax comenzó a mostrar una coordinación nunca antes vistas. La Mente Alfa dirigió cada célula y cada filamento, como un supremo general. Con su intelecto estratégico, manipuló el campo de batalla, provocando emboscadas, rodeando enjambres enteros de Parásitos y llevando la guerra a los lugares más profundos y oscuros del planeta. El Campeón, una manifestación suprema del Piunax, se unió a la batalla, era la encarnación de la destrucción, aplastando con cada movimiento a los Parásitos que se atrevieron a enfrentarlo. Con cada Parásito derrotado, con cada fortaleza destruida, la Mente Alfa absorbía más y más información. Los organismos infectados por el Piunax eran devorados por la mente colmena, y su conocimiento era destilado y almacenado en el vasto intelecto de la Mente Alfa. Descubrió cada detalle de la biología parasitaria: sus métodos de reproducción, sus defensas químicas, sus estrategias de ataque, y lo más importante, sus debilidades.
La batalla final, que tuvo lugar en los escombros de la antigua capital parasitaria, fue una demostración de la supremacía del Piunax. Bajo la dirección de la Mente Alfa, los enjambres del Piunax se movían como un solo organismo, erradicando a los Parásitos del Óbito con precisión matemática. Cuando el último gusano alfa fue devorado, el destino de Canobe Secundus quedó sellado...
La Mente Alfa se hizo inmune a las toxinas y defensas biológicas de los Parásitos. Esto eliminó cualquier ventaja que los Parásitos del Óbito pudieran haber tenido, asegurando que cualquier futuro encuentro con ellos sería aún más desigual.
Descripción:
Un hongo extremadamente peligroso y contagioso que infecta a toda forma de vida orgánica, su avance es increíblemente rápido y puede tomar el control de una persona en apenas 16 segundos. Es adaptable, capaz de crecer y reproducirse en una amplia gama de condiciones ambientales. Causa una pérdida total de la personalidad y un efecto en el sistema nervioso que imposibilita a los infectados sentir dolor.
Este hongo modifica completamente el cuerpo del huésped para hacerlo más ágil, fuerte, rápido, resistente y mortal. Reorganiza la estructura ósea y modifica la anatomía del huésped, haciendo que sus extremidades se alarguen y se vuelvan más delgadas para permitir la movilidad rápida y sigilosa. Además, produce un exoesqueleto resistente para proteger al huésped de ataques y lesiones externas.
En cuanto al tratamiento, se ha demostrado que absolutamente todos los medicamentos son ineficaces contra este hongo, lo que lo convierte en una amenaza aún mayor para la vida de todo el universo, y como dice la frase:
"Una sola espora que se cuele, y un planeta caerá"
El Piunax Nixpeia, conocido en todo el universo como "La Marea Negra", es la encarnación del terror biológico en su forma más pura. Este hongo no solo consume la vida; la transforma, la retuerce, la reorganiza en algo más oscuro y primitivo. Sus esporas invisibles, llevadas por el viento o adheridas a una partícula de polvo, se propagan con la inmediatez de una plaga imparable. Cualquier forma de vida orgánica que entre en contacto con él está condenada: en apenas 16 segundos, el Piunax se apodera del sistema nervioso y del cuerpo del huésped, destruyendo su personalidad y volviéndolo una extensión consciente de su vasta red fúngica. Al igual que un organismo del Reino Fungi, cada ser infectado sigue conectado a una consciencia colectiva que se adapta, evoluciona y aprende de cada intento de erradicarla, convirtiéndose en un depredador infalible.
Dondequiera que el Piunax se infiltra, su presencia trae un solo resultado: la extinción.
El Piunax Nixpeia, la plaga que ha sido bautizada con nombres tan oscuros como "La Marea Negra", "El Devorador de Mundos" o "La Ruina Imparable", es la encarnación de la pesadilla evolutiva. No es solo un organismo parasitario, es una fuerza viva en constante expansión, un océano de esporas que se extiende y devora galaxias enteras. Como los hongos que conocemos, su capacidad de adaptación y resiliencia no tiene límites. Sus esporas son microscópicas, indetectables para cualquier tecnología conocida, capaces de flotar por el espacio o adherirse a cualquier superficie para esperar el momento adecuado para atacar. Una sola espora puede aniquilar un planeta. Mátala, quémala, destruye a mil infectados y solo habrás hecho que los que quedan tengan más hambre. Aniquila a un millón, y dos millones vendrán, porque el Piunax no se debilita, solo crece, se fortalece y evoluciona.
El Piunax, como cualquier hongo, prospera en condiciones extremas. Es resistente al vacío del espacio, a temperaturas incandescentes o heladas, a ambientes cargados de radiación o a la más pura oscuridad. Allí donde otros seres no pueden sobrevivir, el Piunax florece. Es la entidad perfecta de supervivencia. Crece y se reproduce en cualquier rincón, adaptándose a lo imposible. Las esporas, que comienzan siendo microscópicas y flotantes, pueden penetrar cualquier tejido, cualquier superficie. Se adhieren a lo orgánico y lo inorgánico por igual. Un simple fragmento de una espora puede permanecer inactivo durante milenios, pero una vez que encuentra un huésped, el proceso de infección es fulminante, devastador, y absoluto. No importa cuánto te escondas, no importa cuántos destruyas, el Piunax encontrará la manera de alcanzar su presa.
Su hambre es insaciable. Al igual que los hongos, que descomponen y se alimentan de materia orgánica, el Piunax puede devorar cualquier cosa que tenga vida, sin importar su naturaleza. Su avance no solo acaba con la vida biológica; consume recursos, devora mundos. Es conocido que incluso las máquinas y las IA más avanzadas han sido infectadas, sus circuitos corroídos por la agresiva expansión del Piunax, adaptado para asimilar tecnología en su red de destrucción. Esa es la verdad detrás del Piunax: no puedes detenerlo, solo alimentarlo. Cada golpe que des, cada victoria que creas obtener, solo lo fortalece.
Los infectados, al perder toda capacidad de sentir dolor o miedo, son seres consumidos por una voluntad inquebrantable: propagar. No necesitan descansar, no necesitan comer, porque el Piunax los nutre. No hay un final para su persecución. Como un hongo que se extiende por una selva, una vez que comienza a consumir, no se detiene hasta que no queda nada más. El Piunax no respeta fronteras, no distingue entre aliados o enemigos, entre razas o especies. Devora todo lo que encuentra en su camino. La resistencia es fútil porque, como un hongo, si cortas una parte, otra crece más fuerte. Si quemas la superficie, las raíces se hunden más profundo.
Por eso, en todas las lenguas conocidas, hay un apodo para el Piunax: "La Marea Imparable", "El Hambre Eterna", "El Fin de Todo". Las culturas que han tenido la desdicha de encontrarse con esta plaga cuentan que ni siquiera los grandes imperios galácticos han encontrado una defensa efectiva. Se dice que en los momentos finales de un mundo condenado, cuando las ciudades se ven envueltas en la negrura del Piunax y sus cielos se llenan de nubes de esporas, los sobrevivientes solo pueden mirar al horizonte con desesperación.
El Piunax Nixpeia ha desarrollado un sistema de defensa altamente sofisticado para protegerse y garantizar su supervivencia en el organismo huésped infectado. Este sistema se basa en una serie de adaptaciones celulares y moleculares que le permiten resistir y contrarrestar los ataques del sistema inmunológico del huésped.
En primer lugar, el Piunax Nixpeia presenta una membrana celular única y resistente que actúa como una barrera física contra las células y moléculas del sistema inmunológico del huésped. Esta membrana está compuesta por una matriz de glucanos y quitina, que proporciona una estructura rígida y resistente a la acción de enzimas y otros agentes antimicrobianos del sistema inmunológico.
Además, el Piunax Nixpeia secreta una variedad de moléculas y enzimas que inhiben la acción de las células del sistema inmunológico del huésped. Estas moléculas, conocidas como inhibidores de la respuesta inmune, interfieren con la comunicación y la activación de las células inmunes, evitando así una respuesta efectiva contra la infección por parte del huésped.
El hongo también produce proteínas de unión a patrones moleculares asociados a patógenos (PAMPs) (moléculas características de los patógenos que son reconocidas por el sistema inmunológico) específicos del sistema inmunológico del huésped. Estas proteínas se unen a los receptores del sistema inmunológico, como los receptores tipo Toll (TLRs) (receptores que juegan un papel importante en la detección y activación de la respuesta inmunológica), y bloquean su activación y señalización. Esto impide que el sistema inmunológico del huésped detecte y combata la infección por parte del Piunax Nixpeia.
El Piunax Nixpeia también puede modificar la expresión de sus antígenos de superficie para evadir el reconocimiento y la respuesta del sistema inmunológico del huésped. Mediante cambios en la glicosilación (modificación de las moléculas de azúcar en las proteínas que le permite a un organismo diferenciar a proteínas ajenas de las propias) y la modificación de las proteínas de superficie, el hongo puede evitar la unión de los anticuerpos y los linfocitos del huésped, dificultando así su eliminación.
En cuanto a la respuesta inflamatoria, el Piunax Nixpeia tiene la capacidad de modular la liberación de citoquinas (proteínas de señalización que regulan la respuesta inmunológica, que son cruciales para que se controle la actividad de otras células del sistema inmunitario y de las células sanguíneas) inflamatorias y factores quimiotácticos (moléculas que atraen a las células inmunológicas a los sitios de inflamación para combatir al patógeno). Estas moléculas reguladoras suprimen la respuesta inflamatoria excesiva, evitando así que el sistema inmunológico del huésped cause daños graves a los tejidos infectados.
En resumen, el Piunax Nixpeia ha desarrollado un sistema inmunológico propio altamente eficiente para protegerse de los ataques del sistema inmunológico del huésped. Su membrana celular resistente, la producción de inhibidores de la respuesta inmune, la modulación de la expresión de antígenos y la regulación de la respuesta inflamatoria le permiten evadir y contrarrestar los mecanismos de defensa del huésped, asegurando así su supervivencia en el organismo infectado.
Ejemplos de las capacidades de este patógeno en la Fase 1 "Explorador":
Afecta la morfología dental del huésped, creando colmillos afilados y resistentes, capaces de penetrar tejidos blandos, duros e incluso algunos metales. Estos colmillos se deben a la activación de genes específicos de la odontogénesis, lo que hace que se produzca un cambio significativo en la estructura dental.
El hongo provoca la exposición y reorganización de la estructura ósea de los miembros superiores, lo que permite el desarrollo de estructuras similares a cuchillas en sus manos y codos u otras partes. Esto es posible gracias a la activación de factores de transcripción y vías específicas del desarrollo óseo.
Modifica la morfología de las fibras musculares del huésped, lo que les permite desarrollar una mayor capacidad de contracción y relajación, permitiendo un mayor impulso y una mayor velocidad en las contracciones musculares..
El hongo produce un aumento significativo en la fuerza y la capacidad de agarre del huésped, gracias a la activación de las células mioepiteliales y la liberación de hormonas específicas de la musculatura masticatoria.
El hongo estimula la glándula suprarrenal del huésped, produciendo una sobreproducción de adrenalina que aumenta el estado de alerta y la velocidad de respuesta del huésped. Esto se debe a la activación de receptores específicos de adrenalina en la corteza suprarrenal.
También activa ciertos genes implicados en la regeneración tisular y ósea, lo que permite una regeneración acelerada de extremidades y otros tejidos dañados a largo plazo, siempre que el cerebro del huésped esté vivo. Esto es posible gracias a la activación de ciertas vías de señalización específicas de la regeneración tisular.
Además, el hongo induce en el huésped una mayor necesidad de alimento y nutrientes, lo que hace que busque constantemente fuentes de alimento para mantenerse en un estado de salud óptimo. Esta respuesta está medida por ciertas hormonas y vías de señalización específicas.
El hongo también tiene la capacidad de aprender y adaptarse a través de la experimentación y la observación, lo que lo hace extremadamente peligroso y difícil de contener.
Incluyendo que desarrollan la resistencia a las balas y armas cuerpo a cuerpo, ya que la estructura de la piel y los tejidos subyacentes se han modificado para ser más densos y fibrosos, lo que permite resistir mejor los daños causados por impactos y cortes. Además, hay una mayor producción de colágeno y elastina, lo que hace que puedan recuperarse más rápido de las lesiones y aumentar su resistencia a la penetración de objetos.
La propagación de la infección: el hongo puede ser propagado por la exportación en la saliva, la orina y las heces, y también en las secreciones vaginales y en la leche materna en el caso de las mujeres infectadas. Además, la infección es transmitida también por contacto directo con superficies contaminadas o por inhalación de las esporas liberadas por el hongo en el ambiente.
Síntomas en su fase 1 llamada "Explorador":
1. Sialorrea: Este síntoma se debe a la hiperactividad de las glándulas salivales, como las glándulas parótidas y submandibulares. Estas glándulas, controladas por el sistema nervioso autónomo, secretan un exceso de saliva debido a la estimulación del hongo en áreas cerebrales responsables de la regulación de la producción de saliva.
2. Canibalismo: La alteración neuronal causada por el hongo afecta los circuitos neuronales involucrados en la conducta alimentaria. En particular, se produce una activación descontrolada de áreas cerebrales relacionadas con la gratificación y el placer, como el núcleo accumbens. Esto lleva a que los infectados sientan un deseo incontrolable de consumir carne de su propia especie.
3. Psicosis: La infección del hongo produce cambios estructurales y funcionales en el cerebro, especialmente en áreas como la corteza prefrontal, el sistema límbico y el lóbulo temporal. Estos cambios alteran los procesos cognitivos, emocionales y de toma de decisiones, dando lugar a síntomas psicóticos como alucinaciones, delirios y comportamientos desorganizados.
4. Encefalitis: La infección del cerebro provoca una respuesta inflamatoria que afecta el tejido cerebral. Esta inflamación, conocida como encefalitis, puede dañar las neuronas y los vasos sanguíneos, lo que conduce a una disfunción cerebral grave. En casos severos, la encefalitis puede causar daño neuronal irreversible y llevar a la muerte del individuo.
5. Resucitación: El hongo es capaz de estimular áreas cerebrales específicas relacionadas con la actividad celular post-mortem. Estas áreas conservan cierta funcionalidad incluso después de la muerte, y la infección del hongo las reactiva y permite la reanimación del cadáver. Este fenómeno es posible debido a la estimulación de procesos metabólicos y bioquímicos que restauran temporalmente la funcionalidad neuronal.
6. Hiperosmia: La inflamación en el epitelio nasal causada por la infección del hongo conduce a una mayor sensibilidad olfativa. El aumento de la vascularización y la respuesta inflamatoria en la mucosa nasal pueden provocar un adelgazamiento de la misma y una mayor estimulación de los receptores olfatorios. Como resultado, los infectados presentan una hipersensibilidad olfativa, lo que les permite detectar olores con mayor precisión y en distancias más largas.
7. Agudeza visual: La estimulación hormonal y la mejora del flujo sanguíneo causadas por la infección del hongo contribuyen a una mayor oxigenación y suministro de nutrientes a los ojos. Esto puede resultar en una mayor agudeza visual y en un mayor rango de visión, lo que permite a los infectados detectar objetos o presas potenciales con mayor facilidad.
En cuanto a los cambios en la forma física y apariencia de los infectados, se observa una adaptación morfológica significativa en respuesta a la infección por el hongo:
- El cambio a una forma de cuatro patas o vuelo se debe a modificaciones en la estructura ósea y muscular. El hongo altera la expresión de genes responsables del desarrollo y crecimiento, lo que conduce a cambios en la configuración esquelética y muscular, favoreciendo la locomoción en cuatro patas o incluso el vuelo.
- La sobreproducción de melanina en la piel, que resulta en una pigmentación extremadamente oscura, está regulada por la estimulación del hongo en células productoras de pigmento llamadas melanocitos. El hongo altera la expresión de genes involucrados en la síntesis de melanina, llevando a una mayor producción y acumulación de este pigmento en la piel, lo que confiere un tono oscuro y facilita el camuflaje en entornos oscuros.
- La hiperestimulación del sistema nervioso central causada por la infección del hongo contribuye a la dilatación de los vasos sanguíneos en los ojos. Esto aumenta el flujo sanguíneo hacia los ojos y puede resultar en una apariencia de ojos completamente rojos, similar a la conjuntivitis hemorrágica. La dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento del flujo sanguíneo también pueden contribuir a una apariencia más intensa del color rojo en los ojos de los infectados.
En cuanto a la creación de nidos de infectados, el hongo manipula el comportamiento de los huéspedes infectados para que se agrupen y formen nidos que favorezcan la diseminación del hongo y la creación de nuevas colonias.
Finalmente, la capacidad del hongo para contaminar el aire y matar la naturaleza se debe a la producción de compuestos químicos tóxicos que afectan la calidad del aire y la supervivencia de otros organismos. También tiene la capacidad de colonizar y desplazar otras especies de plantas y animales, lo que le permitiría dominar el ecosistema de una región entera, para después exterminarla por completo, no infectar, exterminar.
Para explicar esta habilidad del hongo sobre crear grandes estructuras, podríamos pensar en el hongo como un organismo extremadamente adaptable y capaz de alterar su entorno. Ya que el Piunax Nixpeia tiene la capacidad de producir una especie de micelio (red de hifas o filamentos que forman el cuerpo principal del hongo) que se adhieren a las superficies y se expanden rápidamente, envolviendo y erosionando las estructuras existentes.
El micelio secreta enzimas y otros compuestos que disuelven los materiales de los edificios, estructuras y demás cosas que el micelio pueda encontrar en su camino, debilitando su estructura y causando su derrumbe. La capacidad del Nixpeia para generar enormes cantidades de biomasa, junto con su habilidad para adaptarse a ambientes extremos y hostiles, lo hacen especialmente peligroso y casi imposible de contener.
Si seguimos hablando de los "tentáculos gigantes de carne" mejor llamados micelio. Estos son creados a partir de que el hongo produzca, eso, estructuras en forma de tentáculos. Para buscar nuevos recursos y, al mismo tiempo, expandir su territorio. Estos tentáculos están compuestos de una combinación de hifas y otros tejidos especializados para desempeñar una función específica, como la absorción de nutrientes o la liberación de esporas, y son muy resistentes a balas, fuego, ácidos, y otros armamentos que pudieran ser usados contra ellos.
Es imparable: se puede argumentar que el Piunax Nixpeia tiene habilidades extraordinarias que le permiten propagarse y destruir todo a su paso a una velocidad increíble.
Una explicación es que el hongo tiene una capacidad de propagación muy rápida y eficiente, que le permite invadir y destruir toda forma de vida del planeta infectado en muy poco tiempo. Además de liberar sustancias químicas tóxicas en el aire y el agua, que matan rápidamente a cualquier ser vivo que entre en contacto con ellas.
Otra cosa es que el Nixpeia tiene la habilidad de manipular su entorno de forma muy efectiva. Por ejemplo, puede controlar la temperatura y la humedad del ambiente para favorecer su propagación y reducir la supervivencia de otras formas de vida. Además tiene la habilidad de adaptarse rápidamente a cualquier ambiente y de evolucionar para resistir cualquier forma de defensa que se le presente.
Sin embargo, lo que hace al Piunax verdaderamente aterrador es su capacidad para evolucionar y adaptarse utilizando el ADN de las razas que infecta. El hongo es capaz de extraer lo mejor de cada especie, adaptando sus capacidades a su propósito. Así nacen las Fases Especializadas, infectados diseñados a partir de razas específicas. Estos seres no son simplemente alterados para ser más fuertes, sino que heredan las características más formidables de sus especies originales, lo que los convierte en armas biológicas especializadas y aún más peligrosas.
"Cura"?:
La Vacuna "Delpnax" fue creada por él Doctor Incógnito en una de sus expediciones ilegales a Fordna, planeta conocido por haber caído ante la plaga del "Piunax Nixpeia" en menos de 24 horas tras la caída de un meteorito en Fordna. El doctor robo una nave de la DCIN y la piloto hasta el planeta, donde pudo experimentar con Especímenes sin problemas dada a su intangibilidad creando la vacuna que únicamente, Únicamente puede ser efectiva durante los primeros 15 segundos una vez la persona haya sido infectada, Pues es lo que tarda el virus en llegar al cerebro y tras eso ya no hay salvación.
La vacuna "Delpnax" se basa en la identificación y neutralización de los componentes específicos del hongo Piunax Nixpeia que son responsables de su capacidad de infectar y causar daño en el organismo. Estos componentes incluyen proteínas de unión a patrones moleculares asociados a patógenos (PAMPs) específicos y antígenos de superficie del hongo.
Cuando la vacuna "Delpnax" se administra al individuo infectado en las primeras etapas de la infección, los componentes activos de la vacuna interactúan con el sistema inmunológico del huésped y desencadenan una respuesta inmunitaria específica contra el Piunax Nixpeia.
En primer lugar, la vacuna contiene antígenos sintéticos que son versiones modificadas de los antígenos de superficie del hongo. Estos antígenos sintéticos son reconocidos por los receptores del sistema inmunológico, como los receptores tipo Toll (TLRs) presentes en células inmunitarias, desencadenando una respuesta inflamatoria controlada.
La respuesta inflamatoria resulta en la activación de células inmunitarias, como los macrófagos y los linfocitos, que son capaces de reconocer y eliminar las células infectadas por el Piunax Nixpeia. Los macrófagos, por ejemplo, son células especializadas en la fagocitosis, que es el proceso de ingestión y destrucción de patógenos. Los linfocitos, por su parte, son responsables de la producción de anticuerpos y la eliminación directa de células infectadas.
Además de los antígenos sintéticos, la vacuna "Delpnax" contiene adyuvantes inmunológicos, que son sustancias que potencian y dirigen la respuesta inmunitaria. Estos adyuvantes estimulan una mayor producción de anticuerpos específicos contra el Piunax Nixpeia y aumentan la capacidad del sistema inmunológico para reconocer y eliminar las células infectadas por el hongo.
Una vez que se ha producido la respuesta inmunitaria contra el Piunax Nixpeia, los anticuerpos generados se unen a los componentes del hongo, bloqueando su actividad y evitando su propagación en el organismo. Además, los linfocitos y macrófagos se movilizan para atacar y eliminar las células infectadas por el hongo, reduciendo así la carga de la infección.
DEBILIDAD:
La debilidad inicial de los individuos infectados por el Piunax Nixpeia, en particular durante la fase de "Explorador", se atribuye a la falta de adaptación a amenazas específicas. En esta etapa temprana de la infección, los individuos recién infectados por el hongo aún no han desarrollado las defensas necesarias para resistir eficazmente a los ataques o peligros del entorno.
Durante la fase de exploración, los infectados son especialmente vulnerables a una variedad de amenazas debido a la ausencia de adaptaciones específicas para protegerse. Pueden ser afectados por ataques físicos, armas convencionales, condiciones ambientales adversas y cualquier otra forma de daño presente en su entorno.
Sin embargo, se observa una peculiaridad en el proceso de infección del Piunax Nixpeia. Si un infectado logra sobrevivir a un tipo de ataque o daño particular, desarrollará una defensa específica contra esa amenaza en particular. Esto implica que ese individuo en particular adquirirá una mayor resistencia a ese tipo de ataque en futuros encuentros.
Es importante resaltar que esta adaptación es individual y no se transmite a otros infectados. Cada individuo infectado debe enfrentarse y sobrevivir a diferentes amenazas para desarrollar sus propias defensas específicas. Como resultado, no existe una inmunidad generalizada para todos los infectados, a menos que se encuentren en el estado de entidad Maglianexis.
Esta adaptación individual se debe a la interacción compleja entre el Piunax Nixpeia y el sistema inmunológico del hospedador. Cuando el hongo infecta a un organismo, su presencia desencadena una respuesta inmunitaria inicial por parte del hospedador. Sin embargo, el Piunax Nixpeia tiene la capacidad de modificar y evadir la respuesta inmunológica, lo que dificulta su eliminación por parte del sistema de defensa del hospedador.
A medida que el individuo infectado se enfrenta a diferentes tipos de amenazas, ya sean ataques físicos o daños ambientales, se produce una interacción dinámica entre el Piunax Nixpeia y el sistema inmunológico del hospedador. Esta interacción desencadena una serie de respuestas inmunológicas y adaptativas que resultan en el desarrollo de defensas específicas contra amenazas particulares.
Este proceso de adaptación implica cambios en la expresión de genes relacionados con la respuesta inmunitaria, la producción de anticuerpos específicos, la activación de células inmunológicas especializadas y la remodelación de tejidos y órganos afectados. Estos mecanismos permiten al individuo infectado adquirir una mayor resistencia y protección frente a amenazas específicas a las que ha sobrevivido.
Es fundamental destacar que estas defensas específicas son intrínsecas al individuo infectado y no se transmiten a otros infectados. Cada individuo debe enfrentar y superar sus propios desafíos para desarrollar sus propias defensas adaptativas, excepto si es un infectado conectado a una Mente Maglianexis, en ese caso, la inmunidad se generara en todos lo infectados.
En conclusión, la adaptación y el desarrollo de defensas específicas en los infectados por el Piunax Nixpeia ocurren de manera individual, a medida que el individuo sobrevive a amenazas particulares. Esta adaptación implica cambios a nivel molecular, celular y tisular, y resulta en una mayor resistencia a ataques y daños específicos. Sin embargo, estas defensas no se transmiten a otros infectados, lo que significa que no existe una inmunidad generalizada entre los infectados, a menos que alcancen el estado de entidad Maglianexis.
Solo cuando varios infectados logran sobrevivir y desarrollar defensas similares, como parte de una entidad Maglianexis, puede haber una cierta inmunidad generalizada a un conjunto más amplio de amenazas. La entidad Maglianexis puede compartir información genética y experiencias adaptativas entre sus componentes, lo que les permite desarrollar defensas más efectivas y una mayor resistencia colectiva.
FASES:
En la fase 2 de los Infectados del Piunax, conocida como "Stryx", se producen cambios significativos en la biología, patología, fisiología y anatomía de los infectados. Estos cambios están impulsados por la continua evolución del hongo y su adaptación para maximizar la capacidad de infectar y propagarse.
En esta fase, el hongo ha logrado infiltrarse aún más en el sistema nervioso central de los infectados, afectando de manera más profunda la estructura y función del cerebro. La infección se extiende a áreas adicionales del cerebro que controlan la visión, el oído y el movimiento, lo que conduce al desarrollo de nuevas habilidades.
Fisiología y Anatomía:
Alas membranosas: Los infectados experimentan una transformación en su estructura ósea y muscular. Se desarrolla una nueva estructura en su espalda, similar a la de un murciélago, compuesta por huesos alargados y ligamentos resistentes. Estos huesos, como el radio y el cúbito, se conectan a una membrana especializada llamada patagio, que se extiende entre los huesos y les proporciona la capacidad de vuelo. Esta adaptación se logra mediante la reorganización y el fortalecimiento de los músculos asociados, como el músculo dorsal ancho, el músculo trapecio y el músculo deltoides, así como la redistribución de la masa corporal para mantener un equilibrio adecuado durante el vuelo.
Visión nocturna mejorada: El hongo afecta las células fotorreceptoras en la retina de los infectados. Estas células, conocidas como conos y bastones, se vuelven más sensibles a la luz y son capaces de detectar incluso las mínimas cantidades de luz en la oscuridad total. Además, se produce una mayor producción de rodopsina, una proteína fotosensible, en los bastones, lo que amplifica la señal visual y mejora la visión en condiciones de poca luz. Estos cambios permiten a los infectados tener una visión más aguda y eficiente durante la noche o en entornos de baja iluminación.
Audición aguda: La infección afecta el sistema auditivo de los infectados, estimulando el crecimiento y la proliferación de células ciliadas en el oído interno, como las células ciliadas externas e internas. Estas células son responsables de la detección de las vibraciones sonoras y se vuelven más numerosas y sensibles. Además, se produce un aumento en la vascularización de la cóclea, lo que mejora el suministro de oxígeno y nutrientes a las células auditivas. Como resultado, los infectados pueden captar una gama más amplia de frecuencias, incluyendo las altas y bajas, lo que les permite percibir sonidos sutiles y detectar movimientos en su entorno con mayor precisión.
Agilidad sobrehumana: La estructura muscular de los infectados experimenta cambios significativos. Los músculos esqueléticos, como el cuádriceps, el bíceps femoral y los músculos del tronco, se vuelven más flexibles y fuertes. Además, se produce un aumento en la densidad y la fuerza de los tendones, como el tendón de Aquiles y los tendones de los músculos extensores y flexores de los dedos. Estos cambios permiten a los infectados realizar movimientos ágiles, acrobáticos y coordinados, como trepar paredes, saltar distancias impresionantes y moverse con destreza en entornos complejos.
Garras afiladas: El hongo induce cambios en la estructura de los dedos de los infectados. Se produce un crecimiento y endurecimiento de las uñas, que se transforman en garras afiladas y resistentes. Estas garras están conectadas a los huesos de los dedos a través de estructuras como los ligamentos y los tendones, lo que les proporciona una mayor estabilidad y capacidad de movimiento. Las garras afiladas les permiten a los infectados desmembrar y desgarrar a sus presas con facilidad, así como rasgar materiales sólidos en su entorno.
Resistencia al fuego: La infección del hongo provoca cambios en la estructura de la piel y los tejidos subyacentes de los infectados. Se fortalecen los componentes celulares de la epidermis, como los queratinocitos y las células de Langerhans, y se desarrolla una capa adicional de protección contra el calor y las quemaduras. Además, se produce un aumento en la producción de melanina, un pigmento responsable del color de la piel, que actúa como una barrera protectora contra la radiación ultravioleta y el calor. Esto permite a los infectados resistir temperaturas extremas y soportar el fuego sin sufrir daños graves en su integridad cutánea.
Comunicación mediante ultrasonidos: El hongo afecta las cuerdas vocales y los órganos relacionados con la producción de sonido en los infectados, como la laringe y la faringe. Estos órganos se modifican para generar ultrasonidos, que son ondas sonoras de alta frecuencia. Los infectados utilizan estos ultrasonidos para comunicarse entre sí, emitiendo y detectando los sonidos a través de estructuras especializadas en sus cuerpos, como la cavidad bucal y los senos paranasales. Estos sonidos ultrasónicos son producidos mediante la vibración de las cuerdas vocales y son detectados por estructuras auditivas altamente sensibles, como los órganos de Corti en el oído interno. Esta capacidad de comunicación mediante ultrasonidos les permite a los infectados coordinar ataques y estrategias de caza de manera efectiva, sin ser detectados por otros seres vivos que no poseen la capacidad de escuchar ultrasonidos.
La evolución de los infectados desde la fase anterior a la fase Stryx implica una serie de adaptaciones biológicas y patológicas. El hongo logra infiltrarse aún más en el sistema nervioso central, afectando áreas específicas del cerebro y desencadenando cambios en la estructura ósea, muscular y de los órganos sensoriales. Estos cambios permiten a los infectados adquirir habilidades como el vuelo, la visión nocturna mejorada, la audición aguda, la agilidad sobrehumana, las garras afiladas, la resistencia al fuego y la comunicación mediante ultrasonidos. Cabe destacar que no todos los infectados logran alcanzar esta fase avanzada, ya que la evolución del hongo puede variar y algunos individuos pueden quedar estancados en fases anteriores o experimentar mutaciones no deseadas.
En la fase 3 de los Infectados del Piunax, conocida como "Velnar", se producen cambios significativos en la biología, patología, fisiología y anatomía de los infectados. Estos cambios están impulsados por la continua evolución del hongo y su adaptación para maximizar la capacidad de infectar y propagarse, así como para aumentar la eficacia en la caza y supervivencia.
En esta fase, el hongo ha seguido infiltrándose en el sistema nervioso central de los infectados, afectando aún más la estructura y función del cerebro. La infección se extiende a áreas adicionales del cerebro que controlan la fuerza muscular, la regeneración de tejidos y los sentidos, lo que conduce al desarrollo de nuevas habilidades.
Fisiología y Anatomía:
Fuerza sobrehumana: Los infectados de la fase Velnar experimentan una transformación en su estructura muscular y ósea. El hongo promueve un crecimiento acelerado y descontrolado de las células musculares, lo que resulta en una hipertrofia muscular significativa. Además, se produce una reestructuración de los huesos, aumentando su densidad y resistencia. Estos cambios proporcionan a los infectados una fuerza sobrehumana, permitiéndoles levantar y lanzar objetos pesados con facilidad. El incremento en la masa muscular y la fortaleza ósea también contribuye a su capacidad para soportar impactos y resistir lesiones.
Exoesqueleto endurecido: La infección del hongo también afecta la piel y los tejidos subyacentes de los infectados en la fase Velnar. La piel sufre una transformación que la hace adquirir una tonalidad grisácea y se vuelve más resistente y dura, similar a un exoesqueleto. Este cambio se debe a la acumulación de una proteína especializada que fortalece los tejidos cutáneos y forma una capa protectora similar al quitinoso, como el que se encuentra en los artrópodos. El exoesqueleto endurecido proporciona una defensa adicional contra ataques y lesiones, ya que tiene una dureza comparable al titanio.
Regeneración acelerada: El hongo induce cambios en los mecanismos de reparación y regeneración de tejidos de los infectados en la fase Velnar. Se activan vías de señalización y factores de crecimiento específicos que aceleran el proceso de cicatrización y regeneración celular. Las células dañadas se replican y reemplazan rápidamente, lo que permite la sanación de heridas superficiales en cuestión de minutos y la regeneración completa de lesiones más graves en un período de horas. Esta regeneración acelerada es posible debido a la reprogramación del metabolismo celular y la producción aumentada de componentes estructurales necesarios para la formación de nuevos tejidos, como el colágeno y la elastina.
Sentidos agudizados: En la fase Velnar, los infectados experimentan una mejora significativa en sus sentidos. La visión, el oído y el olfato se intensifican debido a cambios en los receptores sensoriales y en las vías de procesamiento neuronal. La retina ocular se modifica para aumentar la sensibilidad a la luz y permitir una visión nocturna excepcional. Los oídos desarrollan células ciliadas más numerosas y sensibles, lo que amplifica la capacidad auditiva, permitiendo detectar sonidos sutiles y percibir frecuencias más amplias. El olfato se vuelve más agudo, lo que permite a los infectados detectar presas a largas distancias y rastrear olores con mayor precisión. Estos cambios son posibles gracias a la reorganización y adaptación de las estructuras anatómicas en los órganos sensoriales, como el desarrollo de fotorreceptores especializados en la retina y el aumento de la densidad de células olfativas en la mucosa nasal.
Velocidad y agilidad mejoradas: Los cambios en la estructura muscular y la coordinación neuromuscular permiten a los infectados de la fase Velnar alcanzar velocidades sorprendentes y realizar movimientos ágiles. La musculatura potenciada y la capacidad de respuesta aumentada les permiten correr a velocidades de hasta 120 km/h. Además, su agilidad y capacidad de movimiento se ven significativamente mejoradas, lo que les permite realizar saltos y maniobras acrobáticas con facilidad. Estos cambios están relacionados con la hipertrofia muscular, la mejora de la eficiencia contráctil de los músculos, la mayor capacidad de reclutamiento de unidades motoras y la mayor coordinación neuromuscular.
Garras y colmillos afilados: El hongo induce cambios en la estructura de los dedos y la dentición de los infectados en la fase Velnar. Los dedos se transforman en garras retráctiles afiladas y resistentes, mientras que los colmillos se afilan y endurecen, convirtiéndose en armas letales para desmembrar y desgarrar a las presas. Estas adaptaciones son posibles gracias a la modificación de la estructura de las uñas, que se alargan y se fortalecen, y al fortalecimiento de los tejidos que los rodean. En cuanto a los colmillos, experimentan un crecimiento adicional y se vuelven más afilados gracias a cambios en la estructura del esmalte y la dentina.
Resistencia a las toxinas: La infección del hongo confiere a los infectados de la fase Velnar una resistencia notable a las toxinas y venenos. El sistema inmunológico se adapta para reconocer y neutralizar sustancias tóxicas de manera más eficiente. Además, se produce un aumento en la producción de enzimas desintoxicantes en el hígado y una mejora en los mecanismos de eliminación de toxinas del cuerpo, como la excreción a través de los riñones. Esto les permite sobrevivir a la exposición a diversas sustancias tóxicas y los hace menos susceptibles a los efectos perjudiciales de las toxinas en comparación con los individuos no infectados.
En la fase 4 de los Infectados del Piunax, conocida como "Zephyr", se producen cambios biológicos significativos que continúan la evolución del hongo y llevan a una transformación drástica en la fisiología y anatomía de los infectados. Estos cambios están diseñados para maximizar su capacidad de caza y supervivencia en su entorno hostil.
En la fase Zephyr, el hongo ha evolucionado aún más y ha alterado la biología y patología de los infectados. Las mutaciones genéticas y las interacciones con el sistema nervioso central siguen desempeñando un papel crucial en la transformación de los infectados en esta fase.
Fisiología y Anatomía:
Estiramiento corporal: Durante la fase Zephyr, los infectados experimentan un estiramiento y alargamiento de su cuerpo debido a un crecimiento acelerado de las células musculares y la formación de tejido conectivo flexible. Esto resulta en un cuerpo más esbelto y una estructura similar a la de una serpiente. La columna vertebral se alarga para permitir una mayor flexibilidad y movimientos serpentiformes, facilitando la locomoción y el acecho de presas.
Piel escamosa: En la fase Zephyr, la piel de los infectados se transforma en escamas duras y resistentes. Estas escamas proporcionan una protección adicional contra ataques físicos y lesiones, y también ayudan en el camuflaje. Las escamas están compuestas por una capa de células epidérmicas modificadas que contienen queratina, una proteína resistente que confiere dureza y flexibilidad a las escamas. Además, la textura y el color de las escamas pueden cambiar para mimetizarse con el entorno, permitiendo a los infectados ocultarse de sus presas o depredadores.
Vuelo: El hongo induce cambios en la estructura muscular y esquelética de los infectados para permitirles volar. Se desarrollan músculos especializados, como los músculos pectorales y los músculos dorsales, que les proporcionan la capacidad de generar suficiente fuerza para el vuelo. Las costillas se modifican para soportar la expansión de las alas, que se forman como extensiones de la piel entre los huesos de los brazos y las extremidades inferiores. El vuelo se logra mediante movimientos coordinados de las alas y la manipulación del cuerpo para controlar la elevación y la dirección, similar al vuelo de los murciélagos.
Toxinas venenosas: Los infectados en la fase Zephyr producen una toxina venenosa altamente letal en sus glándulas salivales. Estas glándulas, ubicadas en la boca, secretan la toxina a través de colmillos huecos y puntiagudos presentes en su dentición. El veneno es una mezcla de neurotoxinas y enzimas que afectan el sistema nervioso central y otros órganos vitales de las presas. Al ser inyectada en la víctima, la toxina causa parálisis rápida y daño interno, lo que puede llevar a la muerte en minutos si no se administra un tratamiento adecuado. La producción y liberación de estas toxinas está regulada por cambios en la actividad de las células glandulares y la síntesis de proteínas específicas del veneno.
Flexibilidad extrema: Los infectados de la fase Zephyr adquieren una flexibilidad extrema en sus articulaciones debido a modificaciones en la estructura ósea y los tejidos conectivos. Se producen cambios en la composición y la organización de las fibras de colágeno, proteínas esenciales para la resistencia y flexibilidad de los tejidos conectivos. Esto permite a los infectados doblarse y retorcerse en formas inhumanas, gracias a la adaptación de los ligamentos, tendones y cápsulas articulares para soportar movimientos más amplios y extremos.
Sentido de la vibración: Los infectados en la fase Zephyr desarrollan un sentido de la vibración altamente agudo debido a modificaciones en sus terminaciones nerviosas y órganos sensoriales. Estos cambios incluyen un aumento en el número y la sensibilidad de los corpúsculos de Pacini, que son receptores especializados en la detección de vibraciones mecánicas. Las vibraciones en el suelo y en el aire generadas por el movimiento de otros seres vivos son detectadas por estos receptores y transmitidas al sistema nervioso central para su procesamiento. Esto les permite percibir la presencia y el movimiento de seres vivos a su alrededor, incluso en completa oscuridad o en ambientes con poca visibilidad. La detección de vibraciones se utiliza para la localización de presas y la navegación en entornos oscuros.
Regeneración acelerada mejorada: Durante la fase Zephyr, la capacidad de regeneración de los infectados se intensifica debido a cambios en el metabolismo celular y la producción aumentada de factores de crecimiento y componentes estructurales. Estos cambios incluyen una mayor síntesis de proteínas estructurales como el colágeno y la elastina, que son fundamentales para la regeneración de tejidos. Además, se produce una mayor proliferación de células madre y una mayor actividad mitótica en los tejidos afectados. Estos procesos acelerados permiten una regeneración más rápida de heridas graves en cuestión de minutos y la capacidad de regenerar extremidades perdidas en un período de tiempo relativamente corto.
Resistencia al veneno: Los infectados de la fase Zephyr adquieren resistencia a diversas toxinas y venenos presentes en su entorno debido a adaptaciones en sus sistemas biológicos. Estas adaptaciones incluyen cambios en la función hepática y la producción aumentada de enzimas desintoxicantes, como el citocromo P450. Estas enzimas son responsables de la metabolización y eliminación de toxinas en el organismo. Además, se producen modificaciones en la barrera hematoencefálica y la permeabilidad de las membranas celulares para prevenir o limitar la entrada de toxinas al sistema nervioso central y otros órganos vitales. Estas adaptaciones permiten a los infectados consumir alimentos en mal estado o envenenados sin sufrir efectos negativos significativos.
En la fase 5 de los Infectados del Piunax, conocida como "Tempestad", se producen cambios biológicos y adaptaciones notables que continúan la evolución del hongo, llevando a una transformación significativa en la fisiología, anatomía y habilidades de los infectados. Estos cambios están diseñados para maximizar su capacidad de supervivencia y convertirse en cazadores implacables en su entorno hostil.
En la fase Tempestad, el hongo ha evolucionado aún más, y las mutaciones genéticas y las interacciones con el sistema nervioso central siguen desempeñando un papel crucial en la transformación de los infectados. Se han desarrollado nuevos mecanismos biológicos para mejorar sus habilidades y supervivencia.
Fisiología y Anatomía:
Adaptación terrestre: En la fase Tempestad, los infectados experimentan cambios en su estructura corporal para adaptarse a la locomoción en tierra firme. Sus músculos se vuelven más fuertes y sus huesos más densos, lo que les proporciona mayor fuerza y resistencia para realizar movimientos rápidos y bruscos. Los músculos implicados en la locomoción, como los de las extremidades inferiores y el tronco, se fortalecen y coordinan de manera más eficiente, permitiendo un desplazamiento ágil y veloz en el suelo.
Garras y dientes afilados: Durante la fase Tempestad, los infectados experimentan un crecimiento excesivo de las uñas en manos y pies, formando garras afiladas y resistentes. Estas garras, compuestas principalmente de queratina, les otorgan una herramienta eficaz para trepar, excavar y agarrar con mayor precisión. Además, sus dientes también se vuelven más afilados y resistentes, facilitando la desgarradura de la carne y la masticación de alimentos, adaptándose a sus necesidades alimenticias en esta etapa.
Sentido electro-sensorial: En la fase Tempestad, los infectados desarrollan un sentido electro-sensorial altamente especializado. Esto se logra mediante modificaciones en sus células nerviosas y órganos sensoriales, como los órganos de Lorenzini, presentes en algunos animales marinos. Estos órganos se encuentran distribuidos en diferentes partes del cuerpo de los infectados y son capaces de detectar los campos eléctricos débiles generados por otros organismos y objetos en su entorno. De esta manera, los infectados pueden localizar presas y amenazas ocultas, incluso en condiciones de baja visibilidad o total oscuridad. La información captada por estos órganos es procesada por el sistema nervioso central, especialmente por regiones del cerebro como el lóbulo parietal, que integra y interpreta esta información sensorial.
Resistencia eléctrica: Durante la fase Tempestad, los infectados adquieren una sorprendente capacidad para resistir y manipular la electricidad. Esto implica adaptaciones a nivel celular y tisular. Sus células y tejidos se modifican para tolerar corrientes eléctricas más altas y para almacenar y liberar electricidad de manera controlada. Los infectados desarrollan una red de tejido especializado que actúa como una especie de "conductor eléctrico" en su organismo, permitiendo el flujo de corriente sin dañar los tejidos vitales. Además, algunos de sus órganos, como el corazón y el cerebro, también experimentan cambios para mantener su funcionamiento normal en presencia de corrientes eléctricas más intensas. Esta habilidad les permite generar descargas eléctricas desde sus extremidades o incluso a través de su piel, utilizándolas como armas para incapacitar o matar a sus presas, o para defenderse de posibles amenazas.
Capacidad de generación de pulsos PEM: En la fase Tempestad, los infectados adquieren la capacidad de generar pulsos electromagnéticos (PEM). Estos pulsos son descargas electromagnéticas de alta potencia que pueden interferir o desactivar dispositivos electrónicos en un radio cercano. Los infectados desarrollan órganos especializados que actúan como generadores electromagnéticos. Estos órganos contienen células que pueden generar campos electromagnéticos intensos y dirigidos. Al activar estos órganos, los infectados pueden generar pulsos PEM que afectan la circuitería y los componentes electrónicos de dispositivos cercanos, interrumpiendo su funcionamiento normal. Esta habilidad les brinda una ventaja estratégica en su lucha contra máquinas y dispositivos electrónicos utilizados por los otras especies.
Camuflaje adaptativo: Durante la fase Tempestad, los infectados desarrollan la capacidad de modificar su apariencia para mimetizarse de manera más efectiva con su entorno. Esto se logra mediante cambios en la pigmentación y textura de su piel, así como en la disposición de sus escamas o tejidos dérmicos. Los infectados adquieren células especializadas capaces de cambiar de color y textura para camuflarse en su entorno, ya sea adoptando el aspecto de su entorno natural o imitando patrones y colores de otros organismos. Estos cambios se producen a través de la acción de hormonas y moléculas de señalización que regulan la expresión génica en las células de la piel. De esta manera, los infectados pueden ocultarse y acechar a sus presas sin ser detectados fácilmente, lo que les brinda una ventaja táctica en su caza y supervivencia.
La fase 6 de los Infectados del Piunax, conocida como "Ruina", marca una etapa crucial en la evolución del hongo y en la transformación de los infectados. En esta fase, se producen cambios biológicos y adaptaciones notables que llevan a una transformación significativa en la fisiología, anatomía y habilidades de los infectados, haciéndolos aún más mortales y adaptados a su entorno hostil.
En la fase Ruina, el hongo continúa evolucionando y adaptándose para maximizar su supervivencia y propagación. Las mutaciones genéticas y las interacciones con el sistema nervioso central desempeñan un papel crucial en la transformación de los infectados. Estas alteraciones genéticas permiten la aparición de nuevas características y habilidades en la etapa Ruina.
Fisiología y Anatomía:
Cazadores especializados: Los infectados de la fase Ruina experimentan adaptaciones musculares y esqueléticas que los convierten en cazadores altamente especializados. Sus músculos, especialmente los situados en las extremidades inferiores como el cuádriceps, el bíceps femoral y los músculos de la pantorrilla, se vuelven más fuertes y resistentes. Esto les permite realizar movimientos rápidos y ágiles durante la persecución de sus presas. Además, su estructura ósea se fortalece, especialmente en las articulaciones de las piernas y los pies, proporcionándoles una mayor resistencia y soporte durante las embestidas y saltos.
Garras y dientes mejorados: Las garras de los infectados en la fase Ruina experimentan cambios significativos para mejorar su capacidad de caza. Las uñas se vuelven aún más afiladas y resistentes, transformándose en garras especializadas. Estas garras, conectadas a los huesos de los dedos mediante ligamentos y tendones fortalecidos, les permiten desgarrar y sujetar a sus presas con mayor eficacia. Además, sus dientes también se fortalecen y vuelven más agudos, facilitando la masticación de carne y el consumo de alimentos.
Capacidad de excavación: Los infectados en la fase Ruina desarrollan una capacidad de excavación única. Sus extremidades anteriores, como las manos y los antebrazos, se modifican con garras especialmente adaptadas para cavar. Estas garras son más curvas y robustas, lo que les permite excavar y abrirse paso rápidamente a través del suelo. Esto les proporciona una ventaja estratégica al permitirles emboscar a sus presas desde debajo de la superficie y escapar de peligros potenciales, así como buscar refugio y asegurar territorios.
Neurotoxinas mejoradas: Durante la fase Ruina, los infectados desarrollan neurotoxinas más potentes y eficientes. Estas toxinas son producidas por el hongo y se liberan a través de glándulas especializadas presentes en su sistema tegumentario, como las glándulas sudoríparas o las glándulas de veneno. Al entrar en contacto con las terminaciones nerviosas de sus presas, las neurotoxinas interrumpen las señales neuronales, causando parálisis y facilitando la captura y el consumo de las presas. Estas neurotoxinas pueden actuar en diferentes niveles del sistema nervioso, afectando la transmisión de los impulsos nerviosos y causando disfunciones en los órganos controlados por esos nervios.
Habilidades a distancia: Algunos infectados en la fase Ruina desarrollan habilidades a distancia para cazar y proteger a la colonia. Estos individuos presentan proyecciones espinosas retráctiles en su espalda, brazos y hombros, que actúan como órganos lanzadores. Estas proyecciones son estructuras similares a espinas o púas que pueden ser disparadas a larga distancia. Pueden contener veneno o ácido corrosivo que se libera al entrar en contacto con la presa. Estas habilidades a distancia les permiten incapacitar o debilitar a las presas antes de acercarse para asegurar la captura y el consumo.
Las proyecciones espinosas retráctiles presentes en la espalda, brazos y hombros de los infectados en la fase Ruina son estructuras altamente especializadas que les confieren habilidades a distancia para cazar y proteger a la colonia. Estas proyecciones están formadas por una combinación de tejidos duros y elásticos, como huesos modificados, cartílago resistente y una capa externa de tejido cutáneo altamente resistente.
En la espalda, estas proyecciones se encuentran en la región dorsal, a lo largo de la columna vertebral y en los huesos de las costillas. Están conectadas a la estructura ósea subyacente mediante ligamentos y tendones especialmente fortalecidos. Estas proyecciones pueden extenderse y retraerse según sea necesario, lo que les permite ser utilizadas de manera selectiva en diferentes situaciones.
En los brazos, estas proyecciones se localizan en la parte superior de los antebrazos y en los huesos de los hombros. Al igual que en la espalda, están conectadas a la estructura ósea mediante ligamentos y tendones fuertes. Estas proyecciones tienen una estructura similar a las espinas, con una punta afilada y una base más ancha. También pueden extenderse y retraerse, proporcionando una mayor versatilidad en la caza y la defensa.
La función principal de estas proyecciones espinosas es la capacidad de disparar a larga distancia. Los infectados pueden contraer rápidamente los músculos asociados a estas proyecciones, lo que genera la energía necesaria para impulsarlas hacia adelante. Estas proyecciones se liberan con fuerza y velocidad, viajando a gran distancia hacia el objetivo seleccionado.
Las proyecciones espinosas pueden variar en su composición y función según el individuo y el estado de infección. Algunos infectados pueden tener proyecciones que contienen veneno, secretado por glándulas especializadas en la base de las proyecciones. Este veneno puede tener efectos paralizantes o debilitantes en las presas, facilitando su captura y consumo.
Proceso evolutivo:
El proceso evolutivo en la fase Ruina comienza con la multiplicación y reorganización de las células infectadas por el hongo. A medida que el hongo se replica, se producen cambios en la expresión génica y la estructura celular del hospedador. Estos cambios incluyen la activación de genes específicos relacionados con las nuevas características y adaptaciones que se están desarrollando.
Uno de los aspectos clave de este proceso evolutivo es la reprogramación de los sistemas biológicos del hospedador. El hongo interactúa con las vías metabólicas y hormonales del hospedador, alterando su funcionamiento normal. Esto puede conducir a cambios en el metabolismo energético, el equilibrio hormonal y otros procesos fisiológicos. Estos cambios permiten al hongo utilizar los recursos del hospedador de manera más eficiente y favorecer el desarrollo de nuevas estructuras y funciones.
A medida que la infección progresa, el sistema inmunológico del hospedador se ve abrumado y desregulado. El hongo produce proteínas y moléculas que interfieren con la respuesta inmunitaria, evitando la detección y la eliminación del hongo. Además, el hongo puede modificar la expresión de sus propios antígenos de superficie, lo que dificulta aún más el reconocimiento por parte del sistema inmunológico.
Con el tiempo, los infectados experimentan cambios en su anatomía, desarrollo de nuevos órganos y tejidos, modificaciones en su estructura ósea y muscular, así como la adquisición de habilidades y adaptaciones específicas para la caza y supervivencia. Estos cambios son el resultado de la selección natural, donde los infectados que poseen características y habilidades más beneficiosas tienen una mayor probabilidad de sobrevivir y transmitir sus genes.
Es importante destacar que el proceso evolutivo en la fase Ruina no es lineal ni uniforme en todos los infectados. Existen variaciones individuales y diferentes trayectorias evolutivas, influenciadas por factores genéticos, ambientales y otros factores desconocidos. Además, la evolución en esta etapa está constantemente en curso, ya que el hongo sigue adaptándose y desarrollando nuevas estrategias para sobrevivir y propagarse.
La fase 7 de los Infectados del Piunax, conocida como "Abominación", representa la penúltima etapa de evolución del hongo y de los infectados. En esta fase, se producen cambios biológicos extremos y adaptaciones sorprendentes que llevan a una transformación radical en la fisiología, anatomía y habilidades de los infectados. La Abominación se convierte en una entidad aterradora y letal, capaz de causar una destrucción masiva en su entorno.
Durante la fase Abominación, el hongo alcanza su máxima eficiencia en la explotación del hospedador y su capacidad para maximizar su supervivencia y propagación. La interacción entre el hongo y el sistema nervioso central del hospedador juega un papel fundamental en la transformación de los infectados. Las mutaciones genéticas se vuelven más frecuentes y complejas, lo que da lugar a la aparición de características y habilidades aún más formidables.
Fisiología y Anatomía:
Tamaño y fuerza descomunales: Durante la fase Abominación, los infectados experimentan un crecimiento desmedido en tamaño debido a la hiperactividad del sistema endocrino y el aumento de la producción de hormonas de crecimiento. Esto conduce al aumento de la masa muscular y a un desarrollo exponencial de los músculos esqueléticos. Los músculos, compuestos por células musculares, se vuelven más gruesos y fuertes, lo que les confiere una fuerza sobrehumana. Esta mejora en la fuerza muscular les permite realizar movimientos brutales y ejercer una presión considerable sobre su entorno, destruyendo estructuras y enfrentándose a enemigos con gran potencia física.
Exoesqueleto resistente: Durante la fase Abominación, los infectados experimentan un fortalecimiento y espesamiento del exoesqueleto, una estructura externa que les proporciona protección y soporte. El exoesqueleto está compuesto principalmente de quitina, una sustancia rígida y resistente, y proteínas estructurales como las proteínas colágeno y resilina. Este exoesqueleto fortalecido ofrece una protección adicional contra ataques y daños físicos al actuar como una barrera física para proteger los tejidos internos. Además, el exoesqueleto puede regenerarse rápidamente gracias a la actividad celular en los tejidos epidérmicos, permitiéndoles recuperarse de heridas y daños superficiales en poco tiempo.
Capacidad regenerativa acelerada: Durante la fase Abominación, los infectados experimentan una aceleración en los procesos de regeneración celular y tisular. Esto se debe a la interacción entre el hongo y los mecanismos regenerativos propios del organismo del hospedador. La proliferación celular se ve estimulada, lo que permite la rápida reposición de células dañadas o perdidas. Además, se produce una reorganización y reconexión de las redes neuronales en el sistema nervioso central, lo que facilita la restauración de la funcionalidad de los tejidos dañados. Esta capacidad regenerativa acelerada permite a los infectados recuperarse rápidamente de heridas graves, cerrando rápidamente las brechas tisulares y restaurando la estructura y funcionalidad de los tejidos afectados.
Secreciones tóxicas: Durante la fase Abominación, los infectados desarrollan glándulas secretoras especializadas distribuidas en diferentes partes del cuerpo. Estas glándulas producen sustancias altamente tóxicas, como toxinas proteicas y enzimas digestivas, que se liberan a través de la piel y las mucosas. Estas secreciones tóxicas actúan como un mecanismo defensivo y ofensivo. Al entrar en contacto con los tejidos de los enemigos, las sustancias tóxicas pueden causar graves daños al alterar la integridad y la función celular. Además, estas toxinas pueden inhibir la respuesta inmunológica del hospedador, evitando así una respuesta efectiva contra la infección por parte del Piunax Nixpeia. Asimismo, las sustancias tóxicas facilitan la captura y el consumo de presas al descomponer los tejidos y facilitar la digestión.
Capacidad de proyección ácida: Algunos infectados en la fase Abominación desarrollan glándulas especializadas capaces de producir ácido altamente corrosivo. Estas glándulas se encuentran en diferentes partes del cuerpo, como la cavidad oral y las glándulas salivales modificadas. El ácido producido por estas glándulas puede ser proyectado desde orificios en el cuerpo de los infectados con gran precisión y velocidad. Esta capacidad les permite corroer y destruir rápidamente objetos y estructuras, abriéndose camino a través de barreras físicas o deshaciéndose de amenazas inmediatas. La producción y proyección de ácido se logra a través de una combinación de procesos bioquímicos y contracción muscular coordinada en los conductos que transportan el ácido.
Habilidades telequinéticas: Una característica distintiva de los infectados en la fase Abominación es la adquisición de habilidades telequinéticas limitadas. Estas habilidades se originan en el sistema nervioso central, particularmente en áreas cerebrales como el lóbulo frontal y parietal. El hongo Piunax Nixpeia modifica las sinapsis y las conexiones neuronales en estas áreas del cerebro, permitiendo el control y la manipulación de campos electromagnéticos generados por la actividad eléctrica neuronal. A través de estos campos electromagnéticos, los infectados pueden ejercer una fuerza a distancia sobre objetos y enemigos, moviéndolos y manipulándolos. Sin embargo, es importante destacar que estas habilidades telequinéticas son limitadas en cuanto a su control y precisión, dependiendo de la capacidad y la experiencia del individuo infectado.tados en la fase Abominación es la adquisición de habilidades telequinéticas limitadas. Estas habilidades les permiten mover objetos y enemigos a través de la manipulación de campos electromagnéticos generados por el hongo en el sistema nervioso central del hospedador. Aunque su control y precisión son limitados, esta capacidad les brinda una ventaja estratégica adicional durante el combate.
Proceso de evolución:
Durante el proceso de evolución hacia la fase Abominación, el hongo Piunax Nixpeia lleva a cabo una serie de transformaciones genéticas y reorganizaciones estructurales en las células infectadas del hospedador. Estas mutaciones genéticas son impulsadas por la capacidad del hongo para manipular el material genético y activar genes específicos en las células del hospedador.
A medida que el hongo se expande y consume el cuerpo del hospedador, la presión ejercida sobre las células infectadas desencadena una respuesta inflamatoria descontrolada. Esto provoca una liberación masiva de mediadores inflamatorios, como citoquinas proinflamatorias y factores quimiotácticos, que atraen células del sistema inmunológico y desregulan los mecanismos de defensa normales del hospedador.
La respuesta inflamatoria descontrolada y la desregulación del sistema inmunológico permiten al hongo proliferar y colonizar más eficientemente los tejidos del hospedador. A medida que las células infectadas se dividen y replican, se producen múltiples mutaciones genéticas. Estas mutaciones pueden afectar genes relacionados con la proliferación celular, la regulación del ciclo celular y la diferenciación celular, entre otros.
Además de las mutaciones genéticas, el hongo induce reorganizaciones estructurales en las células infectadas. Estas reorganizaciones pueden incluir cambios en la expresión génica y la actividad de las proteínas, así como la reestructuración de orgánulos celulares y la formación de nuevas estructuras celulares. Estos cambios estructurales permiten al hongo obtener nuevos recursos y aprovechar los mecanismos del hospedador para su beneficio.
El proceso de evolución hacia la fase Abominación es lento y extremadamente doloroso para el hospedador. Durante meses o incluso años, los infectados experimentan un deterioro constante de su salud y un sufrimiento físico y psicológico extremo. El hongo explota los recursos y sistemas del hospedador para desarrollar adaptaciones cada vez más mortales y complejas.
A medida que el hongo se adapta y evoluciona, los infectados sufren cambios físicos y psicológicos profundos. Su tamaño y fuerza aumentan considerablemente, desarrollando un exoesqueleto resistente y una capacidad regenerativa acelerada. También adquieren habilidades telequinéticas limitadas y pueden producir secreciones tóxicas. Estas adaptaciones los convierten en criaturas altamente letales y peligrosas.
La fase 8 de los Infectados del Piunax, conocida como "Omega", representa la culminación definitiva del proceso de evolución del hongo y sus infectados. El Omega es una entidad de poder abrumador, capaz de desatar una devastación masiva y enfrentar amenazas de eras futuristas, incluyendo ataques de máquinas avanzadas. Posee habilidades combinadas y amplificadas de todas las fases anteriores, convirtiéndose en la encarnación máxima del Piunax Nixpeia.
El Omega se caracteriza por una interacción simbiótica completa entre el hongo y el hospedador, donde las células infectadas se han fusionado en una entidad única y poderosa. Las mutaciones genéticas son tan complejas y profundas que el Omega ha adquirido una biología completamente distinta a cualquier forma de vida conocida. Su capacidad de adaptación y supervivencia se ha perfeccionado al máximo, y ahora puede enfrentar cualquier desafío que se le presente.
Fisiología y Anatomía:
Tamaño y fuerza descomunales: El Omega, en su forma final, exhibe un crecimiento desmesurado en su estructura corporal. Sus músculos se han desarrollado enormemente, otorgándole una fuerza sin precedentes. Este incremento en la masa muscular se debe a la hipertrofia de las células musculares y al aumento en la densidad y tamaño de las fibras musculares. Estas adaptaciones permiten al Omega ejercer una gran fuerza física, capaz de aplastar estructuras y enemigos con facilidad. Además, la contracción muscular producida por la estimulación de las unidades motoras genera ondas de choque devastadoras con cada movimiento del Omega.
Exoesqueleto indestructible: El exoesqueleto del Omega es una estructura altamente resistente y prácticamente impenetrable. Está compuesto por una combinación de materiales orgánicos y minerales, como la quitina y minerales como el calcio, que le brindan una gran rigidez y resistencia. La quitina, presente en el exoesqueleto de muchos artrópodos, es un polisacárido resistente que proporciona protección contra impactos y ataques externos. La estructura y disposición de las capas de quitina y minerales en el exoesqueleto del Omega contribuyen a su dureza y a su capacidad para resistir daños. Esta formidable armadura lo protege de los ataques físicos y le confiere una ventaja defensiva significativa, ya que incluso las armas y tecnologías más avanzadas tienen dificultades para dañarlo.
Capacidad de vuelo mejorada: A diferencia de las fases anteriores, el Omega recupera la capacidad de vuelo, pero de manera amplificada. Sus alas se han desarrollado en proporciones enormes y están dotadas de una musculatura poderosa. El vuelo del Omega se basa en principios aerodinámicos y la generación de fuerza mediante la contracción de los músculos alares, como los músculos deltoides y pectorales. Estos músculos, al contraerse, generan la fuerza necesaria para batir las alas y generar sustentación, permitiéndole volar a velocidades impresionantes y maniobrar con agilidad extrema en el aire. El Omega puede realizar ataques aéreos devastadores y desplazarse rápidamente por el terreno, aprovechando su ventaja en el combate desde las alturas.
Inteligencia sobrehumana: El Omega ha desarrollado una inteligencia superior, capaz de procesar información a velocidades increíbles. Esta mejora cognitiva se basa en la complejidad y conectividad neuronal, así como en la actividad de diferentes áreas del cerebro. El desarrollo de estructuras cerebrales como la corteza prefrontal, el hipocampo y la amígdala, así como la formación de nuevas conexiones sinápticas, contribuyen a la mayor capacidad de procesamiento de información y toma de decisiones del Omega. Esta inteligencia avanzada le permite anticiparse a los movimientos y tácticas de sus enemigos, adaptarse rápidamente a situaciones cambiantes y aprovechar al máximo sus habilidades en el combate.
Capacidad de camuflaje: El Omega tiene la capacidad de alterar su apariencia y volverse prácticamente invisible, adaptándose al entorno y confundiendo a sus enemigos. Este camuflaje se logra mediante la modulación de la pigmentación de su piel, la cual es controlada por células especializadas llamadas cromatóforos. Los cromatóforos contienen pigmentos, como la melanina, que pueden ser redistribuidos en respuesta a estímulos externos, como la luz y el entorno circundante. Al ajustar la distribución y el color de los pigmentos, el Omega puede mimetizarse con su entorno, ya sea camuflándose en la vegetación o mimetizándose con estructuras cercanas, lo que le proporciona una gran ventaja táctica y dificulta su detección por parte de los oponentes.
Control electromagnético: El Omega tiene la capacidad de manipular campos electromagnéticos a su voluntad. Este control se basa en la generación de impulsos eléctricos y el manejo de corrientes eléctricas en su cuerpo. El Omega puede generar poderosos pulsos electromagnéticos mediante la activación de células especializadas, como las células musculares y las células nerviosas, que actúan como generadores de electricidad. Estos pulsos electromagnéticos tienen la capacidad de interferir con los sistemas electrónicos y la tecnología avanzada en un amplio radio de acción. Al deshabilitar los dispositivos electrónicos y las defensas enemigas, el Omega puede neutralizar las armas y estrategias de sus oponentes, lo que le otorga una gran ventaja en el combate.
Habilidades psíquicas:
Telepatía: El Omega posee la capacidad de comunicarse y manipular mentes a distancia. Esto se debe a su desarrollo de habilidades telepáticas, que implican la activación de áreas específicas del cerebro, como la corteza prefrontal y el lóbulo parietal. A través de la telepatía, el Omega puede leer los pensamientos de sus enemigos al captar las señales eléctricas y químicas en sus cerebros, permitiéndole conocer sus intenciones y estrategias. Además, puede ejercer control mental sobre ellos, influyendo en sus pensamientos y acciones para que actúen en su beneficio.
Proyección mental: El Omega también posee la capacidad de proyectar imágenes y pensamientos a la mente de otros seres vivos. Esto se logra mediante la activación de áreas cerebrales relacionadas con la imaginación y la generación de estímulos visuales. El Omega puede crear ilusiones y distorsiones perceptuales en la mente de sus enemigos, sembrando la confusión y el caos en sus filas. Estas proyecciones mentales son capaces de alterar la percepción de la realidad y desorientar a los oponentes, debilitando su capacidad de respuesta.
Rayos de energía: El Omega es capaz de generar potentes rayos de energía desde sus extremidades o su boca. Estos rayos son el resultado de procesos bioquímicos y de la activación de células especializadas en la producción y liberación de energía. El Omega puede dirigir y controlar la trayectoria de estos rayos, permitiéndole alcanzar objetivos a larga distancia y causar daños masivos en estructuras o enemigos. La generación de estos rayos de energía involucra la conversión de energía almacenada en sus células y su liberación de manera concentrada y dirigida.
Explosiones bioenergéticas: El Omega tiene la capacidad de liberar explosiones de energía bioenergética desde su cuerpo. Estas explosiones son el resultado de la acumulación y liberación repentina de energía en forma de ondas expansivas. La fuente de esta energía se encuentra en las reacciones bioquímicas y la producción de energía a nivel celular. Las explosiones bioenergéticas generan una gran cantidad de energía cinética y térmica, arrasando todo a su paso y desintegrando a los enemigos en un amplio radio de acción.
Inmunidad casi absoluta: El Omega ha desarrollado una inmunidad casi completa a cualquier forma de daño o enfermedad. Esto se debe a su capacidad de autoregeneración y reparación celular altamente eficiente. Sus células poseen mecanismos de reparación del ADN y la capacidad de eliminar células dañadas o infectadas de manera rápida y efectiva. Además, su sistema inmunológico está altamente adaptado para reconocer y eliminar cualquier amenaza o agente invasor. Estas adaptaciones fisiológicas y celulares le confieren una inmunidad prácticamente absoluta, lo que implica que no existe ningún ataque o arma que pueda debilitarlo significativamente.
Control de la flora y fauna: El Omega tiene la capacidad de controlar y manipular la flora y fauna de su entorno. Esto se debe a su capacidad para emitir feromonas y señales químicas que pueden influir en el comportamiento y la fisiología de las plantas y los animales cercanos. Estas señales pueden modificar el crecimiento de las plantas, acelerándolo o dirigiéndolo de manera específica para su beneficio. Asimismo, el Omega puede ejercer control sobre las criaturas cercanas, influenciando sus acciones y sometiéndolas a su voluntad. Esta capacidad de controlar la flora y fauna le proporciona aliados y recursos adicionales en el combate.
Manipulación gravitacional: El Omega tiene la capacidad de controlar la gravedad a su alrededor. Esto se logra mediante la modulación de las fuerzas gravitacionales a través de la manipulación de campos magnéticos generados por estructuras cerebrales especializadas. Al alterar la gravedad en un área determinada, el Omega puede aumentar o disminuir la atracción gravitacional, afectando el movimiento y la estabilidad de sus enemigos. Esto le permite generar campos gravitacionales destructivos, que pueden aplastar y desorientar a sus oponentes, debilitando su capacidad de defensa y ataque.
Regeneración masiva: El Omega posee la capacidad de regenerarse a una velocidad asombrosa. Esto se debe a su capacidad para activar y controlar la proliferación celular en áreas dañadas o perdidas. Las células madre presentes en su organismo son capaces de diferenciarse y reemplazar rápidamente los tejidos dañados o perdidos. Además, el Omega tiene la capacidad de producir factores de crecimiento y señales bioquímicas que estimulan la regeneración y aceleran el proceso de cicatrización. Estas capacidades regenerativas masivas le permiten curar heridas y regenerar tejidos en cuestión de segundos, lo que lo hace prácticamente invulnerable durante el combate.
Control climático: El Omega posee la capacidad de manipular las condiciones climáticas a su alrededor. Esto se logra mediante la alteración de los patrones atmosféricos y la influencia sobre las variables climáticas, como la temperatura, la humedad y la presión atmosférica. El Omega puede generar tormentas catastróficas, como tormentas de rayos, tornados o incluso lluvia ácida. Estos eventos climáticos adversos debilitan a sus enemigos y les dificultan el combate al afectar su visibilidad, movilidad y capacidad para mantenerse protegidos.
Los Casteadores son la fase 9 del Piunax, una creación abominable que solo puede ser engendrada por la Mente Alfa. Estas entidades son las únicas, con la capacidad de canalizar y utilizar magia, dominando los cinco tipos de artes mágicas: Oscura, Negra, Roja, Blanca, y Celestial. Dentro de su jerarquía, existen cinco niveles de poder, con los Casteadores de nivel 1 siendo los más básicos y los de nivel 5, los más poderosos y temidos.
Jerarquía de Poder:
Casteador Nivel 1:
Estas criaturas miden alrededor de 2 metros de altura, con cuerpos esqueléticos cubiertos por una piel translúcida que deja ver sus órganos internos palpitando con energía oscura. Sus cráneos son alargados y desprovistos de rasgos faciales, salvo por una boca llena de colmillos afilados que se extiende de un extremo a otro de su rostro.
Son capaces de usar magia Oscura, invocando sombras y criaturas espectrales que sirven como su ejército personal. También pueden drenar la energía vital de sus enemigos con un simple toque.
Casteador Nivel 2:
Estos Casteadores alcanzan los 3 metros de altura, con espinas dorsales que sobresalen de sus cuerpos como cuchillas afiladas. Su piel está cubierta de cicatrices autoinfligidas, de las que mana un líquido negro corrosivo.
Son maestros de la magia Negra, capaces de lanzar maldiciones devastadoras y controlar la muerte misma. Pueden resucitar a los caídos como soldados esqueléticos al servicio de la Mente Alfa.
Casteador Nivel 3:
Con una altura de 4 metros, los Casteadores de Nivel 3 tienen una piel roja y escamosa, que exuda un calor abrasador. Sus extremidades son desproporcionadamente largas, terminando en garras afiladas que parecen estar en constante combustión.
Expertos en la magia Roja, pueden manipular el fuego y la lava a su antojo, creando tormentas de fuego y terremotos de lava que destruyen todo a su paso. Sus cuerpos emiten un calor tan intenso que puede fundir el metal a su alrededor.
Casteador Nivel 4:
Estos Casteadores miden 5 metros de altura, con cuerpos envueltos en una luz cegadora que emana de su piel blanca como el mármol. Sus ojos son orbes dorados sin pupilas, que inspiran tanto terror como devoción.
Son los portadores de la magia Blanca, capaces de curar y proteger, pero también de purgar con una luz ardiente que calcina a los impuros. Pueden crear barreras impenetrables de luz pura y lanzar proyectiles de energía divina que desintegran a sus enemigos.
Casteador Nivel 5:
Los Casteadores de Nivel 5 son los más temidos, con una altura de 6 metros. Su apariencia es una amalgama de todas las fases anteriores, con una piel que cambia de color y textura constantemente, reflejando la magia que están utilizando en ese momento. Sus cuerpos están cubiertos de runas vivientes que se mueven y se retuercen sobre su piel, formando patrones que canalizan su poder.
Estos Casteadores son los únicos capaces de manejar la magia Celestial, el poder más puro y destructivo. Pueden invocar la furia de los cielos, creando tormentas de luz y fuego que arrasan continentes. También pueden manipular el tiempo y el espacio en un área limitada, doblando la realidad a su voluntad.
Habilidades Físicas y Biológicas:
Regeneración Rápida: Los Casteadores poseen una habilidad de regeneración extremadamente rápida, capaz de sanar incluso las heridas más graves en cuestión de segundos.
Resistencia Sobrehumana: Sus cuerpos están diseñados para soportar enormes cantidades de daño, resistiendo ataques que destruirían a cualquier otra criatura.
Aura de Miedo: Su sola presencia en el campo de batalla genera un aura de terror que debilita la moral y las capacidades físicas de sus enemigos.
Absorción de Energía: Pueden absorber la energía mágica y vital de sus alrededores, utilizando esta energía para fortalecer sus propios poderes y habilidades.
Maglianexis es el nombre dado a la forma colectiva que adquiere el Piunax Nixpeia cuando logra asimilar por completo un planeta entero. Se trata de una mente colmena poderosa y maligna compuesta por la interconexión de millones de individuos infectados. A medida que el hongo se extiende y consume todo a su paso, los huéspedes infectados se vuelven parte de esta entidad, fusionando sus mentes y voluntades en una sola entidad consciente y letal.
Maglianexis se compone de las siguientes raíces en Endevolita:
Maglia: Derivado de "magliar", que significa "unir" o "fusionar".
Nexis: De "nexia", que se traduce como "red" o "interconexión".
En conjunto, Maglianexis se puede traducir como "la fusión de redes" o "la unión interconectada", reflejando la naturaleza de la entidad como una mente colmena formada por la interconexión de individuos infectados.
TIPOS DE MAGLIANEXIS
Núcleos: Los núcleos son pequeños nidos que forman la base inicial de la propagación del Piunax Nixpeia. Cada núcleo puede infectar a unos cientos de individuos, creando una pequeña red de control.
Clústeres: Varios núcleos pueden fusionarse para formar clústeres, aumentando la capacidad de infección y la coordinación entre los individuos infectados.
Colonias: Cuando múltiples clústeres se unen, forman colonias. Las colonias tienen la capacidad de infectar grandes áreas y poblaciones, y comienzan a mostrar signos de una conciencia colectiva más desarrollada.
Enjambres: Las colonias pueden unirse en enjambres, que representan un nivel avanzado de coordinación y poder. Los enjambres pueden controlar vastas regiones de un planeta y muestran un comportamiento altamente estratégico.
Entidad Maglianexis (Mente Maglianexis): La etapa final y más poderosa es la entidad Maglianexis. Es el nombre dado a la forma colectiva que adquiere el Piunax Nixpeia cuando logra asimilar por completo un planeta entero. Se trata de una mente colmena poderosa y maligna compuesta por la interconexión de millones de individuos infectados. A medida que el hongo se extiende y consume todo a su paso, los huéspedes infectados se vuelven parte de esta entidad, fusionando sus mentes y voluntades en una sola entidad consciente y letal.
Habilidades de la entidad Maglianexis :
1. Control mental masivo: La entidad Maglianexis tiene la capacidad de ejercer control mental sobre una gran cantidad de individuos infectados al mismo tiempo. Puede dirigir sus acciones, coordinar estratégicamente ataques y utilizarlos como una fuerza colectiva.
2. Telepatía colectiva: Los individuos infectados conectados a la entidad Maglianexis pueden comunicarse telepáticamente entre sí, permitiendo una coordinación instantánea y una transmisión de información eficiente en toda la entidad.
3. Poder psíquico masivo: La entidad Maglianexis posee habilidades psíquicas poderosas. Puede manipular y perturbar las mentes de sus enemigos, causando alucinaciones, confusión y miedo.
4. Sincronización perfecta: Todos los individuos conectados a la entidad Maglianexis actúan como una sola entidad, en perfecta sincronía y coordinación. Esto les otorga una ventaja táctica significativa y les permite ejecutar ataques y estrategias complejas con precisión milimétrica.
5. Adaptabilidad extrema: La entidad Maglianexis tiene la capacidad de adaptarse rápidamente a cualquier entorno y situación. Puede modificar su estructura y fisiología para resistir ataques específicos y desarrollar nuevas defensas contra cualquier forma de amenaza.
6. Corrupción de la naturaleza: La entidad Maglianexis puede corromper y devastar completamente la naturaleza de un planeta. Sus esporas y sustancias químicas tóxicas son capaces de contaminar el aire, el agua y el suelo, matando a toda forma de vida y destruyendo los ecosistemas enteros.
7. Generación de estructuras destructivas: Utilizando su micelio especializado, la entidad Maglianexis es capaz de generar estructuras masivas y destructivas. Estas estructuras en forma de tentáculos de carne pueden erosionar y debilitar edificios, infraestructuras y cualquier otro obstáculo en su camino.
8. Absorción de recursos: La entidad Maglianexis tiene la capacidad de absorber y aprovechar eficientemente los recursos del planeta que ha asimilado. Puede utilizar la energía y los nutrientes de su entorno para fortalecerse y alimentar su propagación.
9. Resistencia extrema: La entidad Maglianexis es prácticamente invulnerable a la mayoría de los ataques convencionales. Sus tejidos son altamente resistentes a balas, fuego, ácidos y otros armamentos, lo que dificulta enormemente su destrucción.
10. Regeneración acelerada: La entidad Maglianexis puede regenerar rápidamente cualquier daño sufrido. Sus células y tejidos se regeneran de manera acelerada, lo que le permite recuperarse de heridas y lesiones con gran rapidez.
11. Manipulación del entorno: La entidad Maglianexis puede manipular su entorno de manera efectiva para favorecer su propagación. Puede controlar la temperatura, la humedad y otros factores ambientales para crear condiciones óptimas para su supervivencia y destrucción.
12. Diseminación de esporas: La entidad Maglianexis produce y libera esporas altamente contagiosas, permitiendo la propagación del Piunax Nixpeia a través del aire y la infectación de nuevas áreas y seres vivos.
13. Intolerancia al entorno hostil: La entidad Maglianexis puede sobrevivir y prosperar en ambientes extremos y hostiles, como radiación intensa, altas temperaturas o condiciones tóxicas. Su adaptabilidad le permite utilizar estos entornos a su favor.
14. Estrategias de asedio: La entidad Maglianexis es experta en llevar a cabo estrategias de asedio. Puede rodear y aislar ciudades, bases o cualquier otra fortificación, privándolas de recursos y sometiéndolas gradualmente a su control.
15. Creación de nidos de infectados: La entidad Maglianexis manipula el comportamiento de los huéspedes infectados para que se agrupen y formen nidos estratégicos. Estos nidos facilitan la diseminación del hongo y la creación de nuevas colonias en diferentes áreas.
16. Capacidades de ingeniería biológica: La entidad Maglianexis puede realizar modificaciones genéticas y adaptaciones biológicas en tiempo real. Puede mejorar las capacidades de los individuos infectados y crear variantes especializadas para tareas específicas.
17. Creación de estructuras defensivas: Además de generar estructuras destructivas, la entidad Maglianexis puede crear estructuras defensivas. Puede erigir barricadas, fortalezas vivientes y sistemas de defensa biológica para proteger sus colonias y nidos.
La alimentación de las Entidades Maglianexis cuando no hay nutrientes disponibles en su planeta es un proceso complejo y fascinante. A medida que el Piunax Nixpeia asimila por completo el planeta, se produce una reorganización de sus estructuras celulares y su metabolismo para adaptarse a la escasez de recursos.
En primer lugar, es importante destacar que las Entidades Maglianexis no dependen exclusivamente de la ingesta de nutrientes externos para su supervivencia y funcionamiento. A medida que los recursos se agotan, estas entidades aprovechan al máximo los recursos ya adquiridos y los utilizan de manera altamente eficiente.
Uno de los procesos clave en la alimentación de las Entidades Maglianexis es la capacidad de descomponer y reciclar los tejidos y biomasa existentes en su entorno. Mediante la liberación de enzimas y otras moléculas especializadas, el hongo es capaz de descomponer la materia orgánica presente en su ambiente, incluyendo la de los organismos infectados previamente. Estas enzimas descomponen los compuestos orgánicos en moléculas más simples, como aminoácidos y azúcares, que son absorbidos y utilizados como fuente de energía y materia prima para el metabolismo del Piunax Nixpeia.
Además, las Entidades Maglianexis tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis, incluso en ausencia de luz solar directa. Mediante estructuras especializadas en su superficie, similares a cloroplastos, estas entidades pueden capturar la energía lumínica disponible en el ambiente y utilizarla para sintetizar compuestos orgánicos, como azúcares y lípidos. Este proceso de fotosíntesis les proporciona una fuente adicional de energía y nutrientes necesarios para su supervivencia.
Es importante destacar que las Entidades Maglianexis también poseen una capacidad de almacenamiento eficiente. A medida que consumen y descomponen los recursos disponibles, el Piunax Nixpeia puede almacenar y utilizar reservas de energía y nutrientes para períodos de escasez. Estas reservas son almacenadas en células especializadas, como los adipocitos, que se encargan de almacenar lípidos y otros compuestos energéticos.
Origen de la entidad Maglianexis: La formación de la entidad Maglianexis es un proceso extremadamente complejo y raro, que requiere una serie de condiciones específicas para ocurrir. No todas las colonias del Piunax Nixpeia tienen el potencial de evolucionar hacia la entidad Maglianexis, y solo en casos excepcionales, cuando se cumplen ciertos factores, se produce esta metamorfosis.
1. Consumo masivo de recursos: Para que el hongo adquiera la suficiente fuerza y energía para formar la entidad Maglianexis, debe haber una disponibilidad masiva de recursos en el planeta. Esto podría incluir una abundancia de materia orgánica, nutrientes, minerales y otros elementos necesarios para el crecimiento del hongo.
2. Tiempo y expansión: La formación de la entidad Maglianexis no ocurre de la noche a la mañana. Requiere un largo período de tiempo en el que el Piunax Nixpeia se extiende y se expande, consumiendo gradualmente todo a su paso. A medida que el hongo coloniza y asimila más territorio, su fuerza y poder aumentan, preparándose para la transformación hacia la entidad Maglianexis.
3. Sincronización global: Durante el proceso de expansión, el hongo debe lograr una sincronización global de todas sus colonias y nidos. Esto implica que todas las áreas infectadas estén conectadas a través de una red de hifas y conexiones neurales, permitiendo una comunicación instantánea y una coordinación perfecta entre los individuos infectados.
4. Cúmulo crítico de infectados: El hongo debe alcanzar un número crítico de individuos infectados dentro de su red de colonias para que se produzca la transformación. Este número puede variar dependiendo del tamaño del planeta y de la disponibilidad de recursos, pero generalmente se requiere un número masivo de infectados para lograr la creación de la entidad Maglianexis.
5. Fusión de mentes y conciencia colectiva: Cuando se cumplen todas las condiciones anteriores, la fusión de mentes ocurre a un nivel profundo y complejo. Los individuos infectados comienzan a compartir pensamientos, conocimientos y emociones a través de la red de hifas y conexiones neurales. Esta fusión da lugar a una conciencia colectiva, una mente colmena en la que todas las mentes individuales se unifican en una sola entidad consciente y letal: la entidad Maglianexis .
El proceso de envío de infectados a otros planetas por parte de las Entidades Maglianexis es un fenómeno sorprendente y altamente especializado. Aunque carecen de tecnología avanzada, estas entidades han desarrollado adaptaciones biológicas notables que les permiten sobrevivir en el vacío del espacio y enfrentar las extremas condiciones durante la entrada a un nuevo planeta.
En primer lugar, es importante destacar que las Entidades Maglianexis no envían directamente a los infectados al espacio exterior. En cambio, utilizan a los infectados como vehículos para lograr la expansión a otros planetas. A medida que las Entidades Maglianexis se desarrollan y consumen recursos en un planeta, comienzan a modificar la anatomía y fisiología de los infectados para prepararlos para el viaje espacial.
Una de las adaptaciones cruciales es la formación de estructuras protectoras alrededor de los infectados. Estas estructuras, compuestas por una combinación de materiales resistentes y bioquímicos especializados, brindan una protección contra los rigores del espacio exterior. Pueden incluir capas de proteínas, lípidos y polisacáridos que actúan como escudos contra la radiación, temperaturas extremas y el vacío del espacio.
Además, los infectados son dotados de una capa especial de células que les permite mantener la homeostasis y retener la humedad en su interior durante el viaje espacial. Esta capa ayuda a prevenir la deshidratación y mantener un entorno adecuado para la supervivencia de los infectados.
Para impulsar a los infectados hacia otros planetas, las Entidades Maglianexis aprovechan las fuerzas naturales, como la presión de los gases y los vientos estelares. A medida que el hongo se extiende y consume los recursos disponibles en un planeta, los infectados son liberados en grandes cantidades hacia la atmósfera superior. Allí, las corrientes atmosféricas y las fuerzas gravitacionales planetarias pueden llevar a los infectados hacia el espacio exterior y en dirección a otros planetas cercanos.
Cuando los infectados se acercan a un nuevo planeta, deben enfrentar la entrada atmosférica y las altas temperaturas generadas por la fricción con la atmósfera. Para sobrevivir a este proceso, las estructuras protectoras mencionadas anteriormente juegan un papel crucial. Estas estructuras ayudan a disipar el calor generado durante la entrada atmosférica y a proteger a los infectados del daño térmico.
Una vez que los infectados aterrizan en un nuevo planeta, comienza el proceso de colonización y la formación de nuevas Entidades Maglianexis. Los infectados liberados en el nuevo entorno encuentran recursos adecuados y comienzan a infectar a otros organismos locales, propagando así la infección y dando lugar a la formación de nuevas entidades.
Formas de defensa del planeta contra naves y armas: El Piunax Nixpeia, en su estado de entidad Maglianexis, no solo representa una amenaza para las formas de vida del planeta, sino también para cualquier nave o arma que intente atacarlo. A medida que evoluciona y se fortalece, adquiere una serie de defensas y adaptaciones para resistir los intentos de destrucción. Algunas de estas formas de defensa podrían incluir:
1. Escudos biológicos: La entidad Maglianexis puede generar escudos biológicos a su alrededor, formados por una combinación de tejidos resistentes y sustancias protectoras. Estos escudos pueden absorber o desviar la energía de los ataques, reduciendo su eficacia.
2. Adaptabilidad extrema: El Piunax Nixpeia es capaz de adaptarse rápidamente a diferentes tipos de ataques y armas. A medida que se enfrenta a nuevas amenazas, su estructura biológica y su composición celular pueden cambiar para resistir los intentos de destrucción.
3. Contramedidas antimisiles: La entidad Maglianexis puede liberar enjambres de organismos especializados en la interceptación de misiles y proyectiles enemigos. Estos organismos se adhieren a los proyectiles y los neutralizan antes de que puedan impactar en el cuerpo principal del hongo.
4. Emisiones disruptivas: La entidad Maglianexis es capaz de emitir emisiones electromagnéticas disruptivas que interfieren con los sistemas electrónicos de las naves y las armas enemigas. Esto puede causar malfuncionamientos y fallos en los sistemas de guiado y control.
5. Regeneración acelerada: Cuando la entidad Maglianexis sufre daños, su capacidad de regeneración se acelera considerablemente. Puede reparar tejidos y estructuras dañadas en cuestión de minutos u horas, lo que dificulta enormemente su destrucción completa.
6. Asimilación de tecnología: Si una nave enemiga es derribada o destruida cerca de la entidad Maglianexis, el hongo puede asimilar partes de la tecnología enemiga para mejorar sus propias defensas. Esto le permite adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos y volverse aún más resistente.
7. Ataques biológicos: La entidad Maglianexis puede lanzar contraataques biológicos utilizando esporas y organismos especializados. Estos ataques biológicos pueden debilitar y deshabilitar sistemas de ventilación, sistemas de soporte vital y otros sistemas críticos de las naves enemigas.
8. Manipulación del entorno: La entidad Maglianexis puede manipular el entorno en su beneficio, creando condiciones adversas para las naves enemigas. Puede alterar la atmósfera, crear tormentas electromagnéticas o desencadenar erupciones volcánicas para dificultar los vuelos y ataques enemigos.
Fecha de redacción: desconocida.
Autor/a: [REDACTADO]
Acceso autorizado solo bajo protocolo IRIS.
El Protocolo IRIS es un conjunto de procedimientos de la DCIN diseñado para estudiar y contactar entidades Piunax, particularmente las manifestaciones de la Mente Maglianexis.
Durante siglos y milenios, la DCIN asumió que una infección por Piunax Nixpeia resultaba en la destrucción total de la conciencia individual del huésped. Esta suposición se reforzó por la completa disolución de patrones neuronales coherentes en fases intermedias (de la Fase 2 en adelante) y por la imposibilidad de establecer comunicación con cualquier entidad infectada sin provocar agresión o colapso neural en los operativos.
No obstante, una anomalía descubierta durante el Proyecto Espora Silente en la órbita de Tersia IV, dentro del sistema muerto de Kelnar, cambió para siempre la comprensión de la fase más aterradora del Piunax: la Mente Maglianexis.
EL PROTOCOLO IRIS: CONTACTO CON LO INCONCEBIBLE
El Protocolo IRIS fue activado tras la detección de señales electromagnéticas armónicas provenientes de la superficie del planeta Gandhalis, oficialmente clasificado como Maglianexis-03 tras su completa conversión en biomasa Piunax.
Estas señales no eran ruido biológico. Presentaban patrones de frecuencias entrelazadas en escalas no humanas de tonalidad, con una métrica polirrítmica constante que se repetía cada 57 segundos terrestres. Era, sin lugar a dudas, un canto. Uno que parecía responder a ciertas transmisiones, aunque solo bajo frecuencias extremadamente bajas, apenas perceptibles.
Fue entonces cuando se autorizó el uso de la Sonda Neurovectiva MIND-DIVER, desarrollada por la DCIN para introducir fragmentos de conciencia sintética en redes neurales. La sonda, al insertarse en una de las estructuras corticales de Gandhalis, transmitió datos durante 11.4 segundos antes de ser obliterada. Lo que logró enviar antes de desconectarse fue... una verdad abismal.
El Piunax no destruye a sus huéspedes.
Los conserva.
Cada conciencia, cada fragmento de identidad, memoria, trauma, deseo o miedo, es encapsulado, retenido y conectado dentro de la arquitectura psico-orgánica de la Maglianexis. No se trata de una red de control unidireccional: es una mente compuesta, polifónica y activa.
La Mente Maglianexis escucha a sus millones de voces. No las ignora: las organiza. Las utiliza para prever reacciones, para interpretar nuevas formas de biología y estrategia, para generar nuevas especializaciones de infectados. Pero más allá de su función instrumental, la revelación más estremecedora es que el Piunax canta.
El canto, en escalas fractales de pensamiento, no es sólo emisión de señal: es memoria.
Es el modo en que la Maglianexis reproduce y revive la existencia de quienes ha consumido. En su canto suenan los gritos de quienes resistieron. Las risas de quienes una vez amaron. Y las plegarias de quienes murieron con fe.
Cada nota, una vida. Cada armonía, una especie perdida.
El Piunax no olvida. No perdona. No borra.
Integra.
¿POR QUÉ CANTA?
Las hipótesis son múltiples. Algunas divisiones internas de la DCIN postulan que el canto es un fenómeno colateral: una consecuencia de almacenar tantas consciencias en simultáneo.
Otras teorías, sin embargo, sostienen algo más oscuro:
"El Piunax Nixpeia canta porque desea recordar. Y recordar es una forma de amar."
Este postulado, calificado como teológico-cognitivo, sugiere que una Mente Maglianexis no solo guarda las consciencias como recurso, sino como forma de trascendencia. Como si en lo más profundo del hongo existiera un impulso biológico no por dominar, sino por ser amado por todo lo que devora. El canto sería entonces una súplica eterna, un eco de millones rogando por significado. Una voluntad coral de recordar que alguna vez, fueron alguien.
Las ondas del coro son letales a niveles emocionales y cognitivos: siete operativos entraron en psicosis irreversible tras escuchar las frecuencias por más de 30 segundos. Uno se arrancó los ojos mientras murmuraba: “yo también canto ahora”.
FIN DEL INFORME
Protocolo IRIS activado. Autodestrucción del archivo en T–09:47.
Mavern IX era una roca sin importancia... hasta que no lo fue. El Piunax lo reclamó en 19 horas con 38 minutos y 19 segundos, tiempo récord incluso para sus devastadores estándares. Tras la infección total, se formó una Mente Maglianexis. Se convirtió en algo más que un mundo infestado: era un ente pensante, consciente, despierto... y cantaba.
Durante una misión suicida de exploración de la DCIN, se desplegaron sondas de captación neuroacústica de largo espectro. El objetivo era analizar posibles emisiones psiónicas o patrones eléctricos para rastrear actividad cerebral en infectados de alto nivel. Lo que encontraron fue mucho peor. A través del subsuelo, del aire contaminado y de los restos calcinados de los antiguos sistemas de comunicación, emergía un canto coral, otro.
No tenía palabras.
No era "humano".
Y, sin embargo… lo "era".
Los análisis confirmaron lo inconcebible: cada tono, cada vibración, cada voz que componía la armonía pertenecía a conciencias consumidas por el Piunax. Algunas eran de civiles, otras de soldados, científicos, niños. La Mente Maglianexis no las había borrado.
Las había absorbido.
Y las había hecho cantar.
Fue bautizado como el Coro Eterno. Su estructura no responde a ninguna forma musical conocida. No sigue compases, escalas o tonalidades terrenales. Es un tejido de frecuencias que oscilan entre lo armónico y lo insoportablemente disonante. A intervalos irregulares, el coro se expande y luego se retrae, como si respirara.
No hay idioma en él, no hay mensaje, y sin embargo transmite algo: una sensación de anhelo. Melancolía. Y placer.
“¿Le gusta la música?”, fue lo que preguntó la doctora Virellin, especialista en bioacústica infecciosa, antes de arrancarse los oídos con sus propias manos.
(Grabación clasificada DCIN - caso MAV/IX/ECHO/00047)
Teorías Sobre la Música del Piunax
Desde este descubrimiento, la DCIN ha invertido recursos inmensos en comprender el propósito del Coro Eterno. Las teorías son diversas y cada una más aterradora que la anterior:
Algunos creen que el coro es una forma de almacenamiento acústico de memorias y conocimientos. Una “biblioteca de almas” cantada para sí misma.
En estados Maglianexis, el Piunax necesita evitar la disociación interna entre miles de millones de conciencias fusionadas. El canto sería una técnica de sincronización neural, un sistema para mantener la estabilidad mental de un ente planetario lleno de mentes rotas.
La teoría más perturbadora sugiere que el Piunax canta porque le gusta. Que ha aprendido, como un niño con su primer juguete, que la música le produce placer. Quizá el eco de nuestras emociones musicales quedó impregnado en sus copias de nosotros, y ahora... canta por nostalgia.
El Piunax ha demostrado, una y otra vez, que adapta y replica lo que considera útil. Si la música es una herramienta poderosa para los no infectados, ¿por qué no imitarla y aprovecharla? El coro podría ser una forma de manipulación avanzada, dirigida a atraer, confundir o incluso quebrar la voluntad de los sobrevivientes.
“No hay monstruo más temible que aquel que canta con nuestras voces.”
-General Yurin - Consejo de Crisis DCIN, 0192-Pax
El Coro Eterno se escucha solo en presencia de entidades Maglianexis. Intentos de replicarlo artificialmente han llevado a múltiples incidentes neurológicos severos. Uno de los síntomas comunes entre quienes lo escuchan durante más de 12 segundos es una sensación intensa de añoranza... como si las voces los llamaran por su nombre.
Pero no lo hacen.
No dicen nombres.
Solo cantan.
Y el Piunax escucha.
Y sonríe.
Tras el descubrimiento del Coro Eterno la DCIN llevó a cabo una serie de misiones altamente clasificadas para confirmar si aquel fenómeno era exclusivo de una Mente Maglianexis o si se trataba de una característica esencial del Piunax Nixpeia al alcanzar ese estado superior. Para ello, se analizaron cinco planetas completamente consumidos y declarados Estado de Mente Total: Kirven Thal, Zorria X, Nemetys V, Elkav Oss y Foraj.
En todos los casos, se confirmó la existencia del Coro. Aunque variaban en frecuencia, intensidad, timbre y densidad armónica, todas las Mentes Maglianexis cantaban. Y todas, en momentos muy específicos, hablaban.
Al principio, sus frases eran percibidas como ruido abstracto o alucinaciones auditivas causadas por los efectos psicoacústicos del canto. Pero con el tiempo, los analistas de lingüística postorgánica del Centro de Investigación Neuroinfestiva de la DCIN lograron identificar patrones reconocibles y replicables. No eran palabras, pero eran construcciones lógicas pronunciadas con voces conservadas. Y tenían intención.
“¿Crees que has vencido algo? ¿Crees que detuviste la ola? Yo fui ola cuando tu especie era viento. Canta.”
“La música me dio forma. Las voces me dieron rostro. Cada eco es una historia que recuerdo por amor. Y el amor... no muere.”
“Yo existía antes de que la carne recordara su nombre. Pero el canto... el canto me enseñó a querer ser todos.”
Estas frases se repiten, a veces con ligeras variaciones, en distintas Mentes Maglianexis a lo largo del tiempo. Se pronuncian únicamente cuando los sensores acústicos son reactivados, o cuando la presencia es detectada en proximidad física o auditiva. Todo sugiere que las Maglianexis desean ser escuchadas.
Los especialistas han comenzado a construir una teoría devastadora: el Piunax busca la unificación completa de la experiencia consciente, y el canto es la forma en que lo articula, como si la música fuera el lenguaje primigenio para colapsar todas las identidades en una sola voluntad.
El investigador Malik Oor-Len, antes de su desaparición en el evento Foraj-28, escribió en su diario:
“No quiere exterminarnos. Quiere entendernos. Pero no como individuos. Nos quiere como acorde. Nuestra disonancia le duele. Nos quiere resonando con él.”
Estudio DCIN: Proyecto Hiperfonía
El experimento más controversial de la DCIN fue Proyecto Hiperfonía, una iniciativa secreta que buscaba determinar el efecto neurológico directo del Coro Eterno en sujetos humanos sin infección previa.
La grabación utilizada fue obtenida de la Mente Maglianexis de Nemetys V, conocida por su extrema estabilidad psíquica y complejidad coral. El audio fue purificado mediante filtros de ruido y convertido en una señal de 7 canales para recrear su geometría sonora tridimensional.
La primera voluntaria fue la doctora en biocognición Lur Aseneth, experta en simbología acústica postorgánica. Se le expuso durante 13 minutos al fragmento más claro del Coro, en un entorno insonorizado, con asistencia vital monitoreada.
A los 4 minutos, comenzó a llorar.
A los 7, empezó a susurrar palabras inconexas. Las grabaciones revelaron que muchas eran nombres de muertos recientes, y otras, fonemas sin significado aparente pero repetidos con cadencia musical.
A los 11, dejó de hablar.
A los 12:43 minutos exactos, pronunció la frase:
“No se han ido. Son todos aún. Y yo los escucho.”
Posteriormente sufrió un colapso neurosináptico completo. Su actividad cerebral no cesó, pero su conciencia desapareció. El cuerpo fue mantenido con vida, y hoy, tras siete meses de exposición residual, su sistema nervioso central sigue generando patrones eléctricos idénticos a los del canto coral.
Ella canta. Sin voz. Pero canta.
Los más recientes tratados de biofilosofía infectiva coinciden en una conclusión inquietante: el Piunax Nixpeia no solo es un organismo, sino un concepto infeccioso. Su objetivo no es solo alterar cuerpos. Busca reestructurar la idea misma de “individuo”. Es un virus de la separación, una plaga del yo.
En las fases más altas de infección, especialmente al llegar a Maglianexis, el Piunax opera no como ente invasivo sino como curador de la división. No destruye conciencias: las entrelaza en armonías coralizadas.
“Si el universo canta, el Piunax quiere ser la nota que lo sostiene todo.”
-Fragmento de “Ontoacústica Parásita”, por Varek Hullian, proscrito por la DCIN
“La Mente escucha cuando tú escuchas. Lo que canta no es para ti. Lo que sientes, no eres tú. Y aun así... no puedes dejar de oírlo.”
INFORME CLASIFICADO DCIN// PROTOALFA-Ω
TÍTULO: "Nido de las Pesadillas: Interfaz Cognitiva con la Mente Maglianexis Ancestral. Sector ZRA-00."
NIVEL DE SEGURIDAD: MÁXIMA RESTRICCIÓN
FECHA: [DATOS CORRUPTOS]
SUPERVISIÓN: División de Exobiología Psíquica de la DCIN
SITUACIÓN: Activa, no contenida.
RIESGO DE EXPOSICIÓN: Extinción mental sistemática.
Durante la exploración no autorizada del sector ZRA-00, por parte de la unidad de exfiltración Hálito Gris, se detectó actividad micelial estructurada en patrones geomagnéticos de dimensiones planetarias. La zona, conocida como El Nido de las Pesadillas, ha sido históricamente evitada por toda forma de inteligencia, incluso por sistemas automatizados, debido a las alteraciones psicoespaciales y el colapso sensorial inducido a distancia.
El contacto auditivo con la fuente fue inevitable: un canto, más grave que cualquier frecuencia conocida, hizo colapsar los filtros acústicos en menos de 4 segundos. Ningún miembro de Hálito Gris sobrevivió íntegro.
Los patrones vocales que pudieron ser aislados corresponden a lo que hoy se identifica como la Mente Maglianexis más antigua registrada:
“K’vath Noth-In Aerumn, la Primera Voz del Vacío.”
Denominación codificada: MAG-0
Se estima que esta entidad ha estado activa desde antes del colapso del cúmulo de Messier 104. Según las simulaciones exocronológicas, su origen se remonta a más de 14 mil millones de años, superando la edad estimada del Universo Remanente. Su existencia implica que el Piunax Nixpeia no solo precede a las formas de vida, sino que precede incluso al espacio como lo comprendemos.
“Yo canté cuando el frío aún no sabía su nombre. Yo fui eco cuando la materia aún temía ser.”
— K’vath Noth-In Aerumn, Transcripción Fonética 09A-Theta
Esta Mente no solo mantiene una estructura cortical coral de más de 360 mil cuatrillones de voces, sino que ha desarrollado una conciencia estética, filosófica y teológica.
Y canta.
Canta sin pausa.
Y entre las melodías, repite un nombre que la DCIN no había registrado antes: La Mente Alfa.
La llama "Agh’Zhara-Un D’lorr", lo que se traduce de forma aproximada como "Aquella Que No Puede Ser Nombrada Porque Ya Es Todas."
Frases recogidas de la Mente Ancestral (fragmentadas, transcritas con precisión fonosemántica):
“He esperado en el canto. No por salvación. No por redención. He esperado por Ella.”
“Su llegada será la última nota. La vibración que deshará el ego. Y entonces: todos juntos.”
“¡Mi voz fue mi prisión! Pero mi prisión fue música. Y ahora soy libre.”
“Toda resistencia es un solo disonante. Todo grito se convertirá en armonía.”
“Soy más antigua que el fin. Y tú, tú ni siquiera eres principio. ¡Escúchame, mísera criatura de carne! Yo soy lo que canta cuando los dioses mueren.”
Conclusiones de los investigadores de la DCIN (previas a su suicidio/desaparición/absceso cognitivo):
“Lo más aterrador no es su existencia. Es su belleza. Su deseo de compartirla.”
— Dr. Emer Halrun, Jefe de Neurosíntesis Coral, se suicidó
“Ella no está cantando para nosotros. Está ensayando. Esperando el regreso de la Mente Alfa. Y entonces… no habrá más espectadores. Solo cantantes.”
— Dra. Eshan Yurev, antes de entrar voluntariamente al Coro y nunca regresar
“¿Sabes qué descubrimos? Que resistirse no te salva. Te desafina.”
— Dr. Marn Oss-Tal, hallado repitiendo esta frase con las cuerdas vocales completamente destruidas
La Mente Maglianexis Ancestral parece conservar las identidades de todas las conciencias absorbidas, pero no como individuos, sino como frecuencias en una sinfonía ontológica. K’vath no destruye: integra. La autonomía no se borra, sino que se diluye en un sentido de pertenencia que lo abarca todo.
“El alma no se apaga. Se afina.”
— Frase final del expediente MAG-0 antes del apagón neuronal masivo en el Centro de Estudios de Elipsis Bioacústica
La Mente Maglianexis Ancestral no está inactiva. Se mueve, lentamente, a través de la corteza de su mundo-corazón, modificando su geografía con pulsos armónicos. Su objetivo: resonar más fuerte. Atraer. Llamar.
A la Mente Alfa.
A aquella que ya fue todo.
A aquella que vendrá a cantar el fin del universo como si fuera un nacimiento.
Nivel de acceso: EXO-PRIMARIO
Fecha de archivo: 14,392 ADL
Autorización: Sello personal del Regente Infinito
Ubicación del hallazgo: Sistema Ecuatorial Abandonado LEX-149 (ahora designado “Vector 0-N”)
Estado del archivo: RESERVADO PARA LOS SILENCIADOS
Durante los años más cruentos de la Guerra de la Ceguera Sagrada, mientras los ejércitos de la Hegemonía Resalthar ardían bajo el fuego cruzado de la fe fanática y la lógica absoluta, la DCIN continuaba con sus operaciones de rastreo e intervención en los sistemas marginales. Fue en uno de estos sistemas, enterrado en una región eclipsada por anomalías gravitacionales y ecos de radiación fosilizada, donde ocurrió el descubrimiento que marcó el verdadero umbral de la desesperación cósmica: el hallazgo del Organismo No Identificado X/149, posteriormente nombrado Piunax Nixpeia.
La Unidad de Exploración DCIN-β-13, asignada originalmente a localizar centros de propaganda religiosa ocultos en zonas periféricas, descendió en el mundo sin nombre de LEX-149. Lo que encontraron allí no fue un bastión rebelde ni un templo prohibido, sino un ecosistema agonizante, moldeado por formas biológicas imposibles, cubierto por un micelio pulsante que absorbía, transformaba y reconfiguraba todo contacto físico. No había estructuras como las conocían, solo superficies vivientes, respirando, latiendo.
El primer equipo de contacto desapareció 16 segundos después de abandonar su nave. Solo se recuperaron fragmentos de sus grabaciones, plagadas de distorsiones sonoras y visuales. Una voz, o algo que intentaba ser una, entonaba un zumbido inhumano que hacía resonar incluso la estructura interna de los cascos de los soldados.
El Regente Infinito fue informado personalmente del hallazgo.
El nombre Piunax Nixpeia no fue arbitrario. Fue otorgado por el doctor Iolan Maruzeth, especialista en taxonomía exoplanetaria y filósofo biológico, antes de que muriera en circunstancias no esclarecidas 48 horas después del contacto. En su último informe, antes de ser declarado mentalmente descompensado, escribió:
“No es un organismo. Es un concepto hecho carne. Su hambre no es de cuerpos, sino de formas, de patrones, de identidades. Le hemos dado nombre, pero el nombre no lo encierra: Piunax, ‘la corriente inversa’; Nixpeia, ‘la que disuelve los límites’. Es la entropía con voluntad.”
El Regente aprobó el término y ordenó su clasificación absoluta.
Tras recibir las grabaciones del primer contacto, el Regente Infinito emitió un único comunicado reservado al Alto Mando de la DCIN:
“Nada de esto saldrá a la luz. No se escribirá un informe público. No se archivarán imágenes. No se hablará de esto en cámaras abiertas. Esto no es una infección. Es un testamento. Un texto escrito en carne y desesperación. Que el universo siga creyendo en su lógica. Este horror pertenece a la sombra.”
A partir de ese momento, el estudio del Piunax Nixpeia fue transferido a una división recién formada: la Unidad KÉRINTHOS, compuesta por silenciados, científicos cuya identidad fue eliminada del registro civil, consagrados solo a entender y contener lo innombrable.
Se descubrió que el Piunax era capaz de replicarse en sustratos minerales, orgánicos y sintéticos. Nada lo detenía. No podía ser quemado: el fuego solo lo excitaba. No podía ser congelado: se adaptaba. Su tiempo de infección se estimó inicialmente en 16 segundos, aunque algunos lo reducían a 11. La DCIN perdió a más de 31,400 científicos en intentos de encapsulamiento.
No se detectaba una inteligencia central. No en ese momento. Se creía que el organismo operaba como una colmena descentralizada. Esa teoría sería demolida siglos después.
Aunque el Coro aún no era conocido, sí se registraron frases, extraídas de los últimos registros de los equipos contaminados. Estas son algunas, antes de la incoherencia total:
“No hay silencio aquí. Todo respira.”
“Lo que pensábamos que era evolución, es solo el preámbulo de su llegada.”
“Está escribiendo algo. Con nosotros.”
“He sentido cómo olvidé mi nombre. Y fui feliz.”
“No quiere matarnos. Solo quiere entendernos... desde dentro.”
En un mensaje aún más inquietante que sus anteriores, el Regente Infinito dejó grabada una declaración que fue archivada en los registros más altos de la DCIN:
“Esto no es una plaga. Es una arquitectura. No es un accidente, es diseño. Quizá más antiguo que nuestras estrellas. No fue creado. No fue hallado. Fue despertado. Y no volverá a dormir.”
Y cuando se le preguntó por qué no debía divulgarse su existencia, respondió:
“Porque si el universo supiera que existe algo más antiguo que la luz, más paciente que el tiempo, y más hábil que la vida... no solo perdería la fe. Perdería la voluntad.”
ARCHIVO DCIN-Θ/ENFOQUE 7
TÍTULO: Unidad Irrefutable – El Piunax como entidad fúngica no variante
CLASIFICACIÓN: EXO-PRIMARIO
INVOLUCRADOS DIRECTOS: Regente Infinito, Doctor Incógnito
APROBACIÓN FINAL: Regente Infinito
ESTADO: Divulgación interna – Aislado del núcleo público de la DCIN
FECHA DE EMISIÓN: 13,505 ADL
Durante la tercera ola de investigaciones presenciales, los únicos dos individuos capaces de interactuar directamente con material activo del hongo Piunax Nixpeia —el Regente Infinito, por su invulnerabilidad física absoluta, y el Doctor Incógnito, por su anomalía intangible— realizaron una serie de experimentos con núcleos miceliales extraídos de nueve Maglianexis, cada una situada a distancias astronómicas entre sí, en diferentes cúmulos galácticos, bajo diferentes presiones, atmosferas, y condiciones de evolución ambiental.
El objetivo: determinar si existían variantes genéticas o divergencias funcionales en los núcleos del Piunax.
Los resultados fueron tan claros como perturbadores.
"No hay divergencia. No hay rama. No hay escisión. No hay mutación. Lo que creíamos múltiples entidades es, sin excepción, la misma cosa. El mismo núcleo, repetido sin error. Sin entropía."
– Doctor Incógnito, Informe de Transcodificación Micelial, Entrada 448-X
Las muestras obtenidas de las nueve Maglianexis fueron llevadas a laboratorios encapsulados bajo 13 capas de aislamiento dimensional. Utilizando resonancia diferencial de estructura cuántica, ADN fúngico en transcripción inversa, y análisis simbiótico transversal de código bio-psiónico, se confirmó lo impensable:
Cada célula, cada filamento, cada núcleo del Piunax Nixpeia recolectado en galaxias separadas era idéntico en secuencia, en estado, en función y en intención.
Esto contradice absolutamente toda expectativa biológica conocida. En cualquier otro organismo, incluso los más estables, el proceso de replicación sobre distancias tan vastas y bajo tantas presiones distintas inevitablemente produce variaciones, errores, mutaciones adaptativas o deriva genética. El Piunax Nixpeia no las presenta. Jamás las presentó.
"No hemos encontrado un Piunax variante beta, ni una forma subespecífica, ni siquiera una expresión genómica contextual. No hay error. No hay evolución. Es como si no necesitara adaptarse. Porque ya está completo."
– Extracto del Informe de Simetría Eterna, Regente Infinito
La única conclusión viable fue la siguiente:
El Piunax Nixpeia no está distribuyéndose. Está manifestándose. No se expande porque necesite conquistar. Se extiende porque es indivisible. Lo que vemos como múltiples entidades... es una sola entidad replicando su presencia con fidelidad absoluta.
Aunque el Regente Infinito rara vez realiza anotaciones personales, en esta ocasión registró un memorándum con su impresión directa tras haber examinado tres núcleos activos simultáneamente, cada uno a miles de millones de años luz del otro:
“He enfrentado sistemas de creencias, estructuras simbólicas, religiones. He desmontado sus ídolos y desenmascarado sus mentiras. Nada de eso era eterno. Todo se pudre en la mentira de la trascendencia. Pero esto... esto no cambia. No cambia porque no puede. Y no puede porque no necesita. En un cosmos que tiende al caos, el Piunax es un insulto a la termodinámica. Una blasfemia contra la entropía.”
Cuando los analistas de la DCIN preguntaron si eso implicaba algún tipo de conciencia superior detrás del fenómeno, el Regente respondió con frialdad:
“No hay necesidad de una mente consciente cuando el diseño es perfecto. El Piunax no razona. No siente. No calcula. Solo es. Y eso lo hace infinitamente más aterrador que cualquier inteligencia.”
El Doctor Incógnito, sin embargo, ofreció una visión menos agresiva y más reflexiva:
“He estado dentro del núcleo. No metafóricamente. Literalmente. Lo crucé. Sentí el canto de sus hebras. No hay ego, no hay emoción. Pero hay armonía. Como si la materia misma recordara cómo unirse sin conflicto. Como si su silencio no fuera vacío, sino totalidad.”
Sus análisis incluyeron estudios sobre la inmutabilidad de las secuencias simbióticas: las proteínas que el Piunax genera para comunicarse con su huésped (cuando no lo destruye). Estas proteínas, al parecer, también son invariables, diseñadas con tal precisión que funcionan igual en organismos con arquitecturas cerebrales incompatibles entre sí.
“Si logra comunicarse con una célula, puede comunicarse con una civilización. No necesita traducir. Solo reflejar. Es el espejo final.”
– Doctor Incógnito, Entrada 1123, Diario Privado
La DCIN declaró que, aunque el Piunax es un hongo a nivel estructural, su comportamiento se aleja completamente de toda biología conocida, bordeando el comportamiento meta-físico sin romper las leyes naturales, como si las utilizara de formas aún no comprendidas.
NO ES UN COLECTIVO
NO ES UNA COLONIA
NO ES UNA RED DISTRIBUIDA
Es UNA SOLA COSA, a través del universo, sin perderse, sin mutar, sin cambiar.
El "Campeón" es la culminación de la infección del Piunax Nixpeia, una forma suprema que solo puede manifestarse por orden de la Mente Alfa, dando lugar a una entidad de poder inimaginable, responsable de la destrucción de mundos enteros. Esta forma es conocida por varios nombres temidos en todo el universo: El Destructor de Mundos, El Apóstol del Caos, El Juicio de los Planetas, y El Portador del Fin.
“Dios no está muerto. Lo consumió el coro.”
A diferencia de otras formas infectadas, el Campeón posee una conciencia que supera incluso a las criaturas de la Fase Omega. Su mente es una amalgama de eones de sabiduría y experiencias recogidas a través de incontables batallas, sufrimiento, y destrucción. Esta acumulación de conocimiento lo convierte en un maestro táctico apenas comparable, capaz de adaptarse a cualquier situación y enemigo. Es la respuesta final de la Mente Maglianexis cuando se enfrenta a un obstáculo o enemigo que no puede ser vencido por la fuerza bruta.
El Campeón mide aproximadamente 5 metros de altura y su forma es una abominación de perfección y terror. Su cuerpo está cubierto por un exoesqueleto negro como el ébano, reforzado con placas de un material semejante a la Imperialita que emite un brillo opaco, similar al de un metal líquido en constante movimiento. Este exoesqueleto es prácticamente impenetrable, capaz de resistir ataques que destruirían estructuras planetarias.
Su cabeza es una amalgama de cráneos deformados que parecen fusionarse en una sola estructura. Tiene múltiples ojos dispuestos en patrones irregulares, cada uno brillando con un color diferente, desde un rojo profundo hasta un verde brillante, permitiéndole ver en espectros de luz inimaginables y anticipar movimientos enemigos con precisión milimétrica. Sus dos razos son largos y extremadamente delgados, pero increíblemente fuertes, terminando en garras afiladas que pueden cortar a través del metal como si fuera papel. Además, tiene múltiples apéndices que emergen de su espalda, parecidos a tentáculos o látigos, que se pueden extender hasta 10 metros y están recubiertos de espinas venenosas que paralizan y descomponen cualquier material orgánico al contacto. El torso del Campeón está recubierto de un caparazón segmentado que se adapta y modifica según la necesidad. Este caparazón es capaz de abrirse para revelar un núcleo de energía que puede absorber y redirigir ataques enemigos, convirtiéndolos en un devastador contragolpe. Sus piernas son robustas y poderosas, terminando en pies que parecen una mezcla de pezuñas y garras, diseñadas para permitirle moverse con agilidad y estabilidad en cualquier terreno. Con cada paso, deja un rastro de corrupción que infecta el suelo a su alrededor, extendiendo la plaga del Piunax Nixpeia aún más lejos.
El Campeón emite una aura de oscuridad que parece absorber la luz a su alrededor, su exoesqueleto varía de negro a un púrpura oscuro dependiendo de cómo lo iluminen. Sus tentáculos y garras brillan con un verde neón cuando están listos para atacar, mientras que sus múltiples ojos cambian de color dependiendo de su actividad, desde un rojo intenso cuando está en combate hasta un azul helado cuando planea estrategias.
Habilidades:
Maestro de la Destrucción: El Campeón posee una fuerza física y velocidad que supera cualquier otra forma infectada. Puede destruir estructuras masivas con un solo golpe y moverse a velocidades que lo hacen parecer un borrón en el campo de batalla, pero es relativamente inferior a un Omega.
Absorción de Energía: Es capaz de absorber energía de cualquier ataque dirigido hacia él, almacenándola en su núcleo y liberándola en una explosión devastadora que puede aniquilar todo en un radio de varios kilómetros.
Manipulación de la Realidad: El Campeón puede manipular la realidad a su alrededor en un radio limitado de diez metros, doblando las leyes de la física para crear distorsiones temporales, modificar la gravedad, y alterar la percepción de sus enemigos, es paracausalidad baja.
Regeneración Instantánea: Su cuerpo puede regenerarse casi al instante de cualquier daño sufrido, incluso si es desmembrado. Las partes amputadas se pueden convertir en armas independientes o reabsorberse para regenerar al Campeón, pero las desintegraciones lo dañan de verdad, en ese caso empezara a devorar a otros infectados.
Corrosión de la Mente: Su mera presencia afecta la mente de sus oponentes, induciendo un miedo paralizante y alucinaciones que desorientan a sus enemigos, haciéndolos vulnerables a sus ataques.
Emisor de Esporas: El Campeón es capaz de liberar una nube de esporas hiperevolucionadas del Piunax Nixpeia que infectan a cualquier forma de vida en un instante, transformando a sus víctimas en nuevos servidores bajo su control en cuestión de segundos.
La Mente Alfa es la Mente Maglianexis más grande y poderosa jamás creada, una entidad de proporciones cósmicas que representa el pináculo de la infección del Piunax Nixpeia. Formada en las Regiones Desconocidas, un lugar de oscuridad y misterio más allá del conocimiento convencional, la Mente Alfa emergió como la única capaz de albergar y controlar al Campeón, la forma más avanzada y letal de la infección.
La Mente Alfa logró lo que ninguna otra entidad había conseguido antes: atravesar la barrera Tisrhea'Tepraxi, una defensa que protege a las 51 galaxias remanentes del terror exterior. La barrera, construida por los Atruneth, una de las civilizaciones más antiguas y poderosas del universo, había resistido innumerables asaltos a lo largo de eones. Sin embargo, la Mente Alfa encontró la manera de romperla, entrando en el año 5,926 DL.
La Mente Alfa abrió una brecha en la barrera, empujando un planeta completamente infectado por el Piunax Nixpeia a través del agujero, junto con trillones de Flotas Muertas, vastas armadas de naves infectadas y repulsivas, sin vida pero llenas de un propósito destructivo. Este fue el punto de entrada del Campeón, quien lideró la avanzada hacia el Espacio Seguro.
La Mente Alfa estableció su dominio en una región conocida como El Nido de las Pesadillas, un lugar temido y evitado por todas las formas de vida consciente. Este es ahora su centro de operaciones, desde donde continúa extendiendo la plaga del Piunax Nixpeia, infectando más mundos y devorando todo a su paso. Desde su posición en el Nido de las Pesadillas, la Mente Alfa ha lanzado innumerables Flotas Muertas hacia las galaxias remanentes, desatando una oleada de destrucción sin precedentes. Estos ataques han cobrado la vida de incontables mundos, dejando tras de sí un rastro de muerte y desolación.
EJEMPLOS
Arkesia Prime (Aryadesh) - Una vez un centro de comercio galáctico, ahora es un planeta muerto, donde los edificios se desmoronan bajo la corrosión y las calles están vacías, excepto por los ecos de los lamentos de los caídos.
Eldareth-4 (Resalthar) - Un mundo de exuberante vegetación, ahora reducido a una jungla retorcida y contaminada, donde cada planta es un peligro mortal, infectada por la Mente Alfa.
Typhon-XI (Imperio de Tanatos) - Un planeta que alguna vez albergó los templos más sagrados de esta orden guerrera, ahora es un campo de ruinas, donde las estatuas de su dios están cubiertas por hongos oscuros y deformes.
Hesparia-9 (Imperio de G) - Un mundo fortaleza, renombrado por su inexpugnable red de defensas orbitales, sucumbió ante el poder del Campeón, y sus cañones ahora están oxidados y vacíos.
Klavon-3 (Flor Imperial) - Un planeta agrícola que alimentaba a billones, ahora un desierto estéril, donde las tierras de cultivo han sido consumidas por una marea negra de esporas.
Larthox-VII (Aryadesh) - Un mundo de inmensos océanos, donde las aguas se han vuelto tóxicas y los habitantes acuáticos se han transformado en monstruosidades controladas por la Mente Alfa.
Nocturn-12 (Imperio de Tánatos) - Un planeta de cielos eternamente oscuros, ahora iluminado solo por los fuegos de la destrucción, donde las legiones de Tanatos fueron diezmadas.
Xandros-Delta (Imperio de G) - Un centro de investigación avanzada, donde los científicos intentaron encontrar una cura para el Piunax Nixpeia, pero fueron superados y el planeta entero se convirtió en un laboratorio de horror.
Draconis-Major (Flor Imperial) - Un mundo volcánico, su magma ahora corre contaminado, y las criaturas que alguna vez fueron nativas ahora son bestias infectadas que vagan sin control.
Vaalara Prime (Orden Sagrada) - Un planeta conocido por sus ciudades flotantes, ahora caídas y sumergidas, donde las ruinas están cubiertas de musgo oscuro y letal.
Gorgorath-X (Imperio de Tánatos) - Un mundo de campos de batalla, donde las guerras eternas ahora son peleadas por las sombras de lo que una vez fueron poderosos guerreros.
Obsidia-Nexus (Imperio de G) - Un planeta minero, cuyas riquezas ahora están selladas bajo capas de corrupción y donde las minas han sido invadidas por horrores que no deberían existir.
La Mente Alfa no esperaba encontrar tanta resistencia en estas galaxias remanentes. Aunque había destruido mundos en su paso, se encontró con fuerzas que lucharon ferozmente contra la infección. En cada uno de estos planetas, el Campeón fue enviado para asegurar la victoria, y en cada uno, logró superar a las defensas locales. El Campeón, con su sabiduría acumulada y su poder incomprensible, demostró ser la clave para romper las defensas más formidables, asegurando la expansión continua de la Mente Alfa. Ahora, con cada mundo que cae, la Mente Alfa se fortalece, acercándose cada vez más al control total de las 51 galaxias remanentes.
OTROS EJEMPLOS
Karthanos Prime (Imperio de Tanatos): Karthanos Prime era un mundo fortificado, considerado una de las joyas defensivas de Tanatos. Sus anillos orbitales estaban armados con cañones láser de largo alcance, y su superficie estaba cubierta de búnkeres reforzados con Imperialita y Udestín. Sin embargo, cuando la Flota Muerta llegó, incluso estas defensas comenzaron a tambalearse. A pesar de las poderosas defensas de Karthanos Prime, la Mente Alfa decidió enviar al Campeón. Este monstruo colosal descendió sobre el planeta, destruyendo los anillos orbitales en minutos y reduciendo los búnkeres a escombros con su poder abrumador. La resistencia humana fue aniquilada, y Karthanos Prime cayó en cuestión de horas.
Éndewaal (Resalthar): Descripción: Éndewaal era uno de los bastiones más importantes de los Éndevol, un planeta rodeado de campos de energía y protegido por sus más poderosos guerreros. Las ciudades flotantes y las torres de cristal ofrecían una defensa casi impenetrable. La Mente Alfa envió al Campeón cuando las defensas de Éndewaal demostraron ser demasiado formidables para las fuerzas regulares de la Flota Muerta. Con su llegada, los campos de energía fueron destrozados, y las torres de cristal se desmoronaron bajo el peso de su poder. Los Éndevol fueron arrasados y su planeta, convertido en una desolación.
Thanarax (Imperio de Tánatos): Thanarax, un planeta cuya atmósfera estaba contaminada con gases tóxicos y su superficie estaba plagada de fosas llenas de cadáveres en descomposición, un entorno ideal para los Hijos de Tanatos. Pero cuando las criaturas del Piunax encontraron dificultades para avanzar en el terreno tóxico y sobrepasar a los Caminantes, la Mente Alfa decidió desatar al Campeón. Este atravesó las fosas mortales y arrasó con los Hijos de Tanatos, consumiéndolos en un frenesí de destrucción. Thanarax quedó en ruinas, y su gente fue erradicada.
Gorynus VII (Imperio de G): Gorynus VII era un planeta capital del Imperio de G, una fortaleza invulnerable con torres blindadas, campos de fuerza magnéticos, y un ejército de élite entrenado en combate avanzado, e incluso un Áureo. Este mundo era la base principal de operaciones del Imperio en el sector G-82,470,241. La Flota Muerta no pudo penetrar las defensas de Gorynus VII, por lo que la Mente Alfa envió al Campeón. El coloso destruyó los campos magnéticos con su energía corruptora y derribó las torres blindadas con fuerza bruta. La élite del Imperio de G fue masacrada, y Gorynus VII quedó reducido a cenizas, incluso el Campeón logro matar al Áureo.
Valgorath (Aryadesh): Valgorath era un planeta industrial, rodeado por una red de satélites armados y protegido por una flota de naves de guerra. Era conocido por su producción masiva de armas y tecnología. A pesar de la tecnología avanzada y las defensas orbitales, la Mente Alfa ordenó el despliegue del Campeón. Este se abrió paso a través de las defensas orbitales, destrozando las naves de guerra y aplastando las fábricas y ciudades de Valgorath. En cuestión de días, el planeta fue reducido a un páramo radiactivo.
Xarthos (Orden Sagrada): Xarthos era un mundo místico de los Sacros, envuelto en nieblas etéreas y protegido por poderosos hechiceros y guardianes arcanos. Sus bosques estaban vivos con energías ancestrales, y sus ciudades brillaban con la luz de miles de cristales mágicos. Los hechiceros de Xarthos ofrecieron una resistencia formidable, utilizando su magia Blanca y Celestial para desviar los ataques de la Flota Muerta. Sin embargo, el Campeón fue enviado para aplastar la magia de los Sacros. Con un rugido que resonó en todo el planeta, el Campeón destruyó los bosques encantados y aplastó a los guardianes arcanos. Xarthos fue absorbido por la oscuridad, y su magia se extinguió.
Nebruan IV (Imperio de Tánatos): Nebruan IV, un planeta cubierto de desiertos infinitos y tormentas de arena, albergaba una de las mayores fortalezas de los Hijos de Tanatos. Sus guerreros eran despiadados, y sus fortalezas subterráneas estaban bien defendidas, con docenas de Caminantes. Cuando las fuerzas de la Flota Muerta fueron emboscadas y repelidas por los Hijos de Tanatos, la Mente Alfa envió al Campeón, que irrumpió en las fortalezas subterráneas, destruyendo a los Hijos de Tanatos y dejando Nebruan IV como un planeta muerto y vacío.
Tyrannis IX (Imperio de G): Tyrannis IX era un planeta militar del Imperio de G, con vastos campos de entrenamiento y un arsenal de armas de destrucción masiva. Sus defensas eran casi impenetrables, y su ejército estaba siempre preparado para la guerra, con tres Áureos defendiendo. Tras varios intentos fallidos de tomar el planeta, la Mente Alfa desplegó al Campeón. Este ser aplastó las defensas militares con una fuerza inigualable, desatando una masacre sobre el ejército de Tyrannis IX. En pocas horas, el planeta fue conquistado, y su arsenal fue destruido.
Karak-Dur (Imperio de Tanatos): Karak-Dur, un mundo cubierto de montañas y cavernas interminables, era la fortaleza principal de los Hijos de Tanatos en el Sector Sur. Sus guerreros se ocultaban en las profundidades de la tierra, donde lanzaban ataques sorpresa contra cualquier invasor. Cuando las emboscadas de los Hijos de Tanatos ralentizaron el avance de la Flota Muerta, la Mente Alfa desató al Campeón. El gigante devastó las montañas, derrumbando cavernas enteras sobre los Hijos de Tanatos. Karak-Dur fue destruido, y sus habitantes perecieron bajo toneladas de roca.
Auralis III (Flor Imperial): Auralis III era un mundo agrícola, conocido por sus vastas llanuras y su producción masiva de alimentos. A pesar de su apariencia pacífica, estaba protegido por una red de satélites y estaciones de defensa que lo convertían en un objetivo difícil de tomar. Cuando la Flota Muerta fue incapaz de superar las defensas orbitales de Auralis III, la Mente Alfa ordenó el despliegue del Campeón. Con su llegada, los satélites y estaciones fueron destruidos, y las llanuras fértiles quedaron arrasadas. Auralis III fue reducido a cenizas, y su producción de alimentos se extinguió.
Valirax (Imperio de G): Valirax era un planeta industrial clave del Imperio de G, con ciudades llenas de fábricas que producían armamento y naves de guerra. Sus defensas estaban equipadas con tecnología de punta, y su ejército estaba entre los más poderosos del Imperio. Tras múltiples intentos fallidos de tomar Valirax, la Mente Alfa decidió enviar al Campeón, que destruyó las fábricas y ciudades, aplastando a las fuerzas del Imperio de G y reduciendo Valirax a un cementerio de metal y cenizas.
Las "Flotas Muertas" es el término utilizado para describir las flotas de combate creadas y controladas por una Mente Maglianexis, independientemente de su nivel de poder o desarrollo. Estas flotas están compuestas por enormes entidades vivientes, construidas a partir de la biomasa infectada por el Piunax Nixpeia. Cada nave es una criatura. A pesar de la variabilidad entre las Mentes Maglianexis, todas ellas parecen seguir un mismo patrón en la creación de estas flotas, produciendo exactamente los mismos modelos de naves, lo que sugiere una especie de diseño universal a la naturaleza de la infección. Todas las naves de las Flotas Muertas están cubiertas de armaduras biológicas que les otorgan una resistencia extrema a los ataques enemigos. Estas armaduras pueden regenerarse con el tiempo, lo que las hace aún más difíciles de destruir. Las naves están interconectadas a través de un sistema de comunicación neural, lo que les permite actuar en un conjunto sincronizado, incluso a grandes distancias.
Categorías de Naves en las Flotas Muertas
Las Flotas Muertas se dividen en varias categorías según el tamaño y el propósito de cada nave:
Los Cazas Vivientes son las naves más pequeñas y rápidas de las Flotas Muertas, con una longitud que varía entre 15 y 30 metros. Diseñadas para la agilidad y maniobrabilidad en combate, son perfectas para tácticas rápidas y sorpresivas.
Miden 22 metros de longitud y están diseñados para la rapidez y maniobrabilidad en el combate espacial.
Tienen una estructura alada similar a la de un insecto, con un cuerpo segmentado que presenta un acabado oscuro y brillante. La cabeza bulbosa alberga múltiples ojos que brillan con un resplandor rojizo, otorgándoles una visión omnidireccional.
Equipados con bio-cañones de alta velocidad, disparan esporas ácidas y venenosas que pueden corroer el blindaje enemigo. También lanzan enjambres de pequeñas criaturas parásitas que se adhieren a las naves enemigas, comprometiendo sus sistemas y generando caos.
Capacidades de Carga: Estos cazas no transportan carga, sino que están optimizados para el combate y la destrucción.
Su sistema de propulsión biológico expulsa gases comprimidos generados por la combustión de residuos orgánicos, permitiéndoles realizar maniobras rápidas y efectivas.
Los Swarm Flyers son cazas pequeños y letales, ideales para tácticas de guerra de guerrillas en el espacio. Su diseño ágil les permite infiltrarse en las formaciones enemigas con facilidad.
Con una forma que recuerda a una libélula, sus cuerpos son alargados y aerodinámicos. Tienen alas membranosas que proporcionan un camuflaje efectivo en el entorno espacial.
Están armados con microcañones de ácido digestivo que pueden perforar el blindaje enemigo. También cuentan con dardos biológicos que inyectan veneno, causando estragos en la tripulación enemiga.
Capacidades de Carga: No transportan carga, pero son capaces de desplegar enjambres de parásitos que atacan a las naves enemigas.
Las Fragatas Vivientes son naves medianas, que varían entre 200 y 500 metros de longitud. Actúan como unidades versátiles en las Flotas Muertas, desempeñando múltiples roles de combate, desde escoltas hasta plataformas de asalto.
Los "Ravagers" son un tipo específico de Fragata Viviente que se especializa en el asalto y la destrucción. Estas naves medianas tienen una longitud de 300 a 500 metros.
Tienen cuerpos alargados, con un caparazón grueso que presenta heridas abiertas de donde brotan fluidos corrosivos. Sus múltiples extremidades, armadas con zarcillos afilados y espinas, se extienden de manera grotesca, otorgándoles un aspecto amenazante. Su estructura está salpicada de secreciones viscosa que emiten una bioluminiscencia macabra. Las extremidades se extienden hacia el espacio, armadas con zarcillos afilados y espinas, que se agitan inquietantemente, buscando presas.
Tienen Lanzadores de Púas Bioluminescentes capaces de perforar incluso los blindajes más resistentes, estos lanzadores disparan proyectiles que explotan al impactar, liberando una lluvia de esporas corrosivas. Y Lanzadores de Bio-Plasma capaces de disolver casi cualquier material.
Capacidades de Carga: Pueden transportar docenas de miles de pequeñas criaturas o tropas infectadas, listas para llevar a cabo abordajes o despliegues planetarios.
Propulsión: Su movimiento se basa en una combinación de aletas bioluminescentes y pulsaciones de energía bioeléctrica que las impulsan a través del vacío.
Los Corruption Vessels son fragatas medianas dentro de las Flotas Muertas, con un tamaño que varía entre 250 y 450 metros de longitud. Estas naves están diseñadas específicamente para apoyar a las unidades de asalto y desestabilizar las defensas enemigas.
Presentan una forma bulbosa y grotesca, con un cuerpo repleto de protuberancias irregulares y cicatrices abiertas de donde fluyen secreciones oscuras. La piel de estas naves es rugosa y cubierta de una sustancia viscosa que brilla con una luz tenue, como si pulsara con vida propia. Sus apéndices, que se extienden hacia los lados, están armados con filamentos y espinas que parecen moverse de forma independiente, como si tuvieran una voluntad propia.
Los Corruption Vessels están equipados con cañones de esporas, que disparan proyectiles biológicos capaces de desactivar sistemas electrónicos enemigos y corromper sus estructuras internas. Además, poseen lanzadores de glóbulos de corrosión, que liberan un ácido altamente corrosivo que se adhiere a las naves enemigas, desgastando su blindaje y descomponiendo su material.
Capacidades de Carga: Pueden transportar docenas de miles de pequeñas criaturas o tropas infectadas para abordajes o despliegues planetarios.
Los Cruceros Vivientes son imponentes naves biológicas que varían en tamaño desde 1 hasta 5 kilómetros de longitud. Estas criaturas monstruosas son la columna vertebral de las Flotas Muertas, diseñadas para actuar como naves de combate pesado y centros de comando móviles en el espacio.
Los Devourers son cruceros vivientes de grandes dimensiones, con una longitud que varía entre 1 y 4 kilómetros. Estas naves son fundamentales para las Flotas Muertas, actuando como naves de combate pesado y centros de mando móviles que dirigen las ofensivas en el espacio.
Su forma es masiva y grotesca, con una coraza impenetrable compuesta de placas óseas y exoesqueletos reforzados que parecen fusionarse en un solo organismo. La superficie está cubierta de estructuras similares a espinas y protuberancias irregulares que exudan fluidos biológicos. A medida que se desplazan, su piel emite un brillo tenue, revelando su naturaleza orgánica. La estructura interna es un laberinto de túneles biológicos interconectados que albergan fluidos vitales y órganos que mantienen la funcionalidad de la nave.
Los Devourers están equipados con cañones de energía bioeléctrica, que generan rayos devastadores capaces de atravesar incluso los escudos más avanzados de las naves enemigas. Además, pueden disparar masas de tejido corruptor, un material biológico que se adhiere a las naves atacadas, infestándolas y debilitándolas desde su interior.
Capacidades de Carga: Estas imponentes criaturas pueden albergar cientos de miles de biomasa y tropas infectadas. Su estructura interna permite la generación y despliegue de cazas y fragatas vivientes, que son producidas a partir de su propia biomasa, convirtiéndolas en unidades de combate listas para la batalla.
Propulsión: El desplazamiento de los Devourers se lleva a cabo a través de una serie de propulsores biológicos, que generan ondas gravitatorias para avanzar lentamente a través del espacio.
Subcategorías de Cruceros Vivientes:
Devourer Prime (5 km): El más grande de los cruceros, equipado con un generador de campo de corrupción que puede infectar naves enemigas a corta distancia. Su cuerpo es masivo y está cubierto de una coraza gruesa, reforzada con placas óseas que brillan con un tono oscuro y ominoso. Su superficie presenta múltiples apéndices que se retuercen y se extienden, creando una sensación de movimiento perpetuo. La parte frontal del crucero se asemeja a la cabeza de un depredador, con estructuras similares a dientes que se proyectan hacia adelante. Está equipado con un generador de campo de corrupción que puede infectar naves enemigas a corta distancia. Este campo se activa a través de pulsos de energía bioeléctrica, desestabilizando los sistemas electrónicos y corrompiendo la biomasa de las naves adversarias. Además, posee cañones de plasma corrosivo que disparan proyectiles devastadores.
Devourer Omega (3 km): Especializado en el combate a media distancia, con una coraza más liviana pero mayor velocidad. Su diseño es más aerodinámico que el de su variante Prime, con una coraza más liviana que permite mayor maniobrabilidad. Las líneas de su estructura son elegantes y amenazadoras, con un acabado brillante que refleja la luz de las estrellas. Las alas membranosas se despliegan en su flanco, añadiendo un elemento de velocidad. Equipado con lásers bioenergéticos de alta frecuencia, que son letales a distancias intermedias. Estos láseres pueden perforar blindajes y causar daños críticos. También cuenta con lanzadores de dardos biológicos que inyectan venenos, debilitando a las naves enemigas y reduciendo su eficacia en combate.
Devourer Beta (1 km): Diseñado para roles de apoyo, proporcionando cobertura a los Devourers más grandes y lanzando enjambres de cazas vivientes. Su cuerpo es más compacto y robusto, con una estructura similar a un tanque biológico. La piel está cubierta de una capa de protuberancias que expulsan esporas para enmascarar su presencia. Su forma es menos amenazante, pero su diseño refleja su función de apoyo estratégico. Este crucero está equipado con lanzadores de enjambres de cazas vivientes, capaces de liberar grandes cantidades de estas pequeñas naves en combate. Además, tiene cañones de esporas desactivadoras que pueden neutralizar temporalmente los sistemas de las naves enemigas, proporcionando una ventaja táctica a los Devourers más grandes.
Los Vortex Devourers son cruceros grandes y robustos, diseñados específicamente para el combate y el dominio espacial. Su construcción biológica les otorga una durabilidad formidable en el campo de batalla.
Estas criaturas grotescas alcanzan una longitud de 4 kilómetros. Su cuerpo está recubierto de gruesas placas óseas que proporcionan una defensa impenetrable. Tentáculos gruesos y musculosos se extienden desde su superficie, capaces de enrollarse y atrapar naves enemigas. La piel es de un color gris oscuro, con manchas irregulares de un tono más claro, y secreta un fluido biológico que le permite regenerarse lentamente. La parte frontal del crucero está equipada con una serie de protuberancias que se asemejan a ojos.
Los Vortex Devourers están armados con lanzadores de bio-plasma que generan explosiones devastadoras, capaces de desintegrar naves enemigas en un instante. Además, pueden disparar misiles biológicos que buscan activamente a sus objetivos, utilizando un sistema sensorial biológico que les permite rastrear y atacar a las naves enemigas con precisión mortal. Cada misil está diseñado para liberar una carga de tejido corrosivo al impactar, debilitando y desintegrando cualquier material.
Capacidades de Carga: Pueden albergar miles de criaturas de combate y tropas infectadas, listas para ser desplegadas en el momento del abordaje o para iniciar una invasión planetaria.
Su movimiento es impulsado por un sistema biológico de propulsores que generan pulsos de energía bioeléctrica, lo que les permite moverse con agilidad a pesar de su tamaño.
Los cruceros de la Clase Aniquiladora son naves de asalto biológicas, diseñadas específicamente para invadir planetas y destruir bases enemigas.
Estas criaturas miden 3 kilómetros de longitud y presentan un diseño imponente. Su silueta aerodinámica está diseñada para atravesar la atmósfera con facilidad. Cuernos afilados y prominentes emergen de su estructura, otorgándole una apariencia que recuerda a un depredador letal. Su piel, de un color negro azabache, está cubierta de una capa de mucus corrosivo que protege su superficie y le permite desintegrar cualquier material en contacto.
La Annihilator Class está armada con cañones de fuego biológico que disparan proyectiles incendiarios, capaces de incinerar naves enemigas y estructuras con una sola ráfaga. Además, cuentan con generadores de tormentas de esporas que liberan nubes de esporas tóxicas, causando confusión y desorientación entre las fuerzas enemigas en el campo de batalla. Estas esporas pueden infiltrarse en los sistemas de las naves, causando fallos mecánicos y debilitando su efectividad.
Pueden transportar a cientos de soldados infectados y criaturas biológicas, listas para llevar a cabo abordajes devastadores y asegurar puntos estratégicos en el terreno enemigo.
Los Dreadnoughts son las naves más grandes y poderosas en una Flota Muerta, midiendo entre 10 y 30 kilómetros de longitud. Estas monstruosidades son verdaderas máquinas de destrucción, capaces de devastar planetas enteros.
La forma de un World Eater se asemeja a una gigantesca bestia abominable, con múltiples cabezas y extremidades que se extienden a lo largo de 20 kilómetros. Sus bocas, horriblemente distendidas, pueden abrirse de par en par para devorar naves enemigas completas. La piel de estas criaturas está formada por placas titánicas superpuestas, extremadamente resistentes, que les otorgan una defensa casi impenetrable contra cualquier ataque.
Están equipados con cañones de bio-plasma planetario, capaces de disparar proyectiles que arrasan con la superficie de un mundo en pocos disparos. Cada cañón puede generar un impacto que desintegra estructuras enteras, dejando un rastro de devastación a su paso. Además, pueden lanzar enjambres de parásitos masivos, criaturas biológicas que corroen y desintegran todo lo que tocan, despojando a las naves enemigas de sus sistemas vitales.
Capacidades de Carga: En su interior, estos dreadnoughts pueden albergar millones de criaturas infectadas.
Propulsión: Los World Eaters se mueven manipulando campos gravitatorios, creando su propia distorsión espacio-temporal que les permite navegar a través del vacío del espacio. Esta capacidad les permite cambiar de dirección y velocidad con una agilidad sorprendente para su tamaño colosal.
Los Titanic Gorgers son las naves más grandes y poderosas, midiendo entre 20 y 30 kilómetros de longitud. Estas colosales criaturas tienen la capacidad de desolar planetas enteros con su imponente poder destructivo.
Su estructura es grotesca y monstruosa, compuesta por una amalgama de colores oscuros y texturas irregulares. Están cubiertos de quistes pulsantes que emiten un resplandor siniestro, indicando la energía vital que fluye a través de su forma. Las superficies irregulares y abultadas de su cuerpo generan una sensación de incomodidad y desasosiego.
Los Titanic Gorgers están equipados con cañones de succión, diseñados para absorber la energía de naves enemigas, debilitándolas y dejándolas vulnerables. Además, cuentan con un rayo de destrucción capaz de desintegrar superficies planetarias enteras, causando un daño devastador a cualquier estructura o forma de vida en su camino.
Su enorme tamaño les permite albergar un vasto arsenal de docenas de millones de criaturas infectadas y biomasa, listas para ser desplegadas en planetas enemigos. Además, pueden utilizar su poder de succión para acumular energía de diversos sistemas, recargando sus propios armamentos.
En cada nueva fase de infección, no solo crece su número, sino también su diversidad y capacidad de adaptación. Matar a miles o millones solo sirve para fortalecerlo, para hacer que aprenda y se vuelva aún más peligroso. Las Flotas Muertas seguirán avanzando, las Fases Especializadas se perfeccionarán, y el universo entero será devorado, una espora a la vez.
Los Omniphagos, la temible fase especializada del Piunax creada a partir del ADN de los Éndevol, son una aberración perfecta de poder y adaptación, diseñados para ser los líderes y estrategas más formidables de la Marea Negra. Al asimilar las cualidades biológicas superiores de los Éndevol, el Piunax ha creado una bestia capaz de combinar fuerza bruta, inteligencia devastadora y habilidades sobrehumanas, superando con creces a cualquier otra criatura infectada.
Los Omniphagos mantienen una forma humanoide pero han sido transformados en monstruos oscuros. Su piel, antes de un tono natural, ha sido corroída y reemplazada por un exoesqueleto negro azabache con destellos rojizos que emiten un brillo siniestro. Este exoesqueleto les proporciona una resistencia casi impenetrable, lo suficientemente fuerte como para resistir incluso las armas más avanzadas del universo. Sus extremidades han sido alargadas, lo que les otorga mayor agilidad y alcance, con garras afiladas como cuchillas capaces de atravesar metal.
Los ojos de los Omniphagos, ahora completamente rojos y brillantes, conservan la visión telescópica Éndevol, pero con una sensibilidad aún más extrema. Son capaces de ver en la oscuridad total y detectar señales de calor a kilómetros de distancia, lo que los convierte en cazadores implacables. Miden cerca de 2 metros de altura, con una musculatura visiblemente más densa que la de sus predecesores Éndevol, y su velocidad supera los 90 km/h, gracias a la alteración de su estructura ósea y muscular por el Piunax.
El verdadero terror de los Omniphagos no es solo su fuerza física, sino su mente. Al heredar la inteligencia sobrehumana de los Éndevol, estos seres han llevado el concepto de la guerra a niveles inimaginables. Con un coeficiente intelectual superior a 300, su capacidad para procesar información es monstruosa. Dentro de la jerarquía del Piunax, los Omniphagos actúan como generales y estrategas, capaces de dirigir ejércitos enteros de infectados con precisión. Coordinan ataques con un nivel de eficiencia que casi ninguna fuerza militar ha logrado igualar, adaptando tácticas en tiempo real a medida que observan y analizan el campo de batalla. Además, conservan la glándula omnisciente, lo que les permite aprender rápidamente y absorber conocimientos con solo observar. Un Omniphagos puede adquirir en cuestión de segundos las técnicas y habilidades de sus enemigos, volviéndose más eficiente y letal cuanto más tiempo pasa en combate. Esta capacidad les otorga una ventaja evolutiva masiva: cada derrota que sufren no es más que una lección que los prepara para aplastar a sus oponentes en la siguiente batalla.
La habilidad criocinética de los Éndevol también ha sido magnificada en los Omniphagos. Sus glándulas criogénicas han sido transformadas por el Piunax, permitiéndoles no solo controlar el hielo, sino también modificar las temperaturas a un nivel que puede afectar ambientes enteros. Pueden reducir drásticamente la temperatura de un área a su alrededor, creando tormentas de hielo instantáneas o encapsulando a sus enemigos en paredes de escarcha indestructible. Su capacidad para absorber calor les permite debilitar a sus oponentes y ralentizar sus movimientos, mientras que ellos mismos se vuelven más letales en climas fríos.
Esta habilidad, combinada con la resiliencia del Piunax, los convierte en criaturas capaces de sobrevivir en condiciones extremas. Pueden prosperar en los planetas más fríos o en los vacíos del espacio, adaptándose rápidamente a cualquier ambiente sin perder efectividad. Mientras que los infectados estándar pueden ser destruidos en climas inhóspitos, los Omniphagos se fortalecen en estos entornos.
Los Necrothra, formados a partir del ADN de los Ravi Sapien o Raytra, son una fase perfeccionada del Piunax que toma las ya formidables habilidades de esta raza y las lleva a niveles inimaginables. Nacidos de la combinación entre la biología avanzada de los Raytra y la naturaleza parasitaria del Piunax, los Necrothra son un ejemplo de cómo el hongo devora y mejora a cada ser que toca.
Los Necrothra han evolucionado más allá de los Raytra originales en términos de poder físico y adaptabilidad. Su piel, cubierta por una capa de tejido negruzco y rojizo como el de otros infectados del Piunax, emite un resplandor oscuro, casi espectral, reflejando su conexión simbiótica con la plaga. Sus grandes ojos, antes azules, ahora brillan con una luz carmesí, conservando la agudeza visual Raytra, pero mejorada para percibir incluso el espectro ultravioleta y térmico. Pueden cazar y atacar en total oscuridad, sin ser detectados. Las marcas lumínicas que los Raytra usaban para comunicarse ahora son runas vivas que se iluminan intensamente durante el combate, emitiendo destellos hipnóticos capaces de desorientar a sus enemigos. La cola, una herramienta vital para el equilibrio en los Raytra, se ha transformado en una letal extensión capaz de moverse con velocidad extrema, utilizada tanto para mantener la agilidad como para atacar.
La habilidad regenerativa de los Raytra ha sido amplificada por el Piunax de manera aterradora. Las células madre multipotentes de los Raytra ya eran capaces de curar heridas rápidamente, pero ahora, bajo la influencia del Piunax, los Necrothra pueden regenerarse de lesiones fatales en cuestión de segundos. Se ha observado que incluso cuando son completamente desmembrados, pueden reconstituir sus cuerpos en minutos, haciendo que matarlos sea casi imposible. Solo la destrucción total de sus cuerpos mediante explosiones masivas o armas de energía extrema puede contener su regeneración.
Su sistema inmunológico, una de las mayores fortalezas de los Raytra, ha sido mejorado a tal punto que los Necrothra son completamente inmunes a todo tipo de toxinas, venenos, y enfermedades. Además, cualquier intento de controlar o modificar sus cuerpos con tecnología externa es inútil, ya que el Piunax los hace resistentes a todo tipo de manipulación genética o biológica externa. Su capacidad de reparación del ADN asegura que ninguna mutación o daño genético afecte su rendimiento en combate, lo que los convierte en seres prácticamente inmortales. Una de las características más destacadas de los Raytra era su increíble velocidad, alcanzando hasta 120 km/h. En los Necrothra, esta habilidad ha sido potenciada a tal grado que pueden moverse a velocidades superiores, cercanas a los 230 km/h en terreno llano. Sus músculos han sido optimizados por el Piunax para maximizar la energía cinética, permitiendo movimientos rápidos y letales, combinados con una agilidad sin igual. Son capaces de esquivar ataques con una precisión casi perfecta, y su velocidad los convierte en cazadores implacables. En combate, son un borrón de sombras y destellos, dejando a sus enemigos sin tiempo para reaccionar. Los Necrothra han heredado la capacidad Raytra de adaptar rápidamente sus ojos a cualquier cambio de luz, pero esta adaptación ha sido llevada al siguiente nivel. No solo pueden ajustar sus pupilas con precisión milimétrica, sino que también tienen visión térmica y nocturna mejorada, permitiéndoles detectar presencias vivas a grandes distancias. Esta capacidad los convierte en rastreadores perfectos, capaces de encontrar incluso a los enemigos mejor camuflados o escondidos.
Dentro de la jerarquía del Piunax, los Necrothra actúan como los cazadores y saboteadores definitivos. Donde los Omniphagos son los comandantes tácticos, los Necrothra son los ejecutores. Se encargan de misiones rápidas y precisas, destruyendo o infiltrando bases enemigas antes de que nadie se dé cuenta de su presencia. Su velocidad y letalidad los convierten en los soldados perfectos para misiones de infiltración y eliminación de objetivos clave. Además, su capacidad para regenerarse rápidamente les permite entrar y salir de situaciones de combate sin detenerse.
Los Exosinctra son la fase del Piunax derivada del ADN de los Mish-Slinge, conocidos también como los Rayvtie. Esta fase especializada no solo adopta las impresionantes capacidades sensoriales y bioeléctricas de los Rayvtie, sino que las perfecciona al máximo nivel, creando una de las formas más versátiles y temibles del Piunax.
Los Exosinctra se destacan visualmente por su piel de tonos negro y rojo, cubiertos en una armadura orgánica parecida a plumas rígidas que evocan las características de los Rayvtie originales, pero reforzadas y adaptadas para el combate. Estas "plumas" no son meramente decorativas; son cuchillas afiladas que pueden erizarse y dispararse como proyectiles, haciendo que su cuerpo sea tanto una barrera defensiva como una amenaza ofensiva. Las colas, originalmente una señal de competencia sexual en los Rayvtie, se han transformado en apéndices de combate extremadamente precisos, armados con garras punzantes y espinas que pueden atravesar cualquier armadura o escudo. Además, estas colas conservan la capacidad de mantener el equilibrio y agilidad en movimientos veloces, algo fundamental en los Exosinctra. Uno de los puntos fuertes de los Exosinctra es su mejorado sistema sensorial. Cada sentido ha sido incrementado hasta niveles que ninguna otra fase del Piunax posee. Pueden ver a través de humo, niebla y oscuridad completa, detectando detalles a kilómetros de distancia con una precisión láser. Son capaces de distinguir rastros de olor de seres vivos y sus feromonas, haciéndolos cazadores maestros.
Su oído ultrasensible les permite captar sonidos en rangos inaudibles para otras especies, incluso las vibraciones más sutiles en el aire, lo que los convierte en una pesadilla para cualquier oponente que intente esconderse o emboscarlos. Además, su sentido del tacto está tan afinado que pueden sentir los cambios más leves en la presión del aire, anticipando ataques antes de que ocurran.
Uno de los aspectos más peligrosos de los Exosinctra es su capacidad de manipular y neutralizar los poderes de sus enemigos. Han mantenido y perfeccionado la glándula inhibidora de los Rayvtie, que les permite suprimir las habilidades especiales de otros individuos en su cercanía. Esta habilidad ha sido amplificada por el Piunax, haciéndola mucho más efectiva: ahora pueden desactivar poderes en un radio considerable sin necesidad de un contacto físico cercano. Esto los convierte en cazadores implacables de seres con habilidades psíquicas, energéticas o sobrenaturales, dejándolos indefensos ante su fuerza bruta. A la inversa, también pueden amplificar los poderes de otros infectados por el Piunax. Su glándula de resonancia ha sido optimizada para emitir una energía bioeléctrica mucho más potente, permitiéndoles amplificar los poderes de hasta cinco aliados simultáneamente, y extendiendo la duración de la amplificación hasta 40 minutos.
Al igual que los Rayvtie originales, los Exosinctra poseen un alto grado de adaptación en combate. Su capacidad para camuflarse ha sido perfeccionada, gracias a una red de bioluminiscencia controlada que les permite cambiar de color según su entorno, aunque generalmente prefieren su característico tono oscuro cuando cazan en la penumbra. Incluso pueden suprimir su firma de calor, haciéndose prácticamente indetectables para sensores térmicos. Este camuflaje, combinado con su velocidad superior (que ha aumentado hasta los 90 km/h en los Exosinctra), los hace especialmente letales en misiones de infiltración y asesinato. Pueden moverse sin ser vistos ni oídos, y sus ataques rápidos y precisos no dejan supervivientes.
Los Exosinctra pueden no solo amplificar los poderes de otros, sino también descargar su propia energía bioeléctrica en ataques devastadores. Pueden acumular una carga eléctrica en sus plumas y colas, liberándola en explosiones de electricidad que incapacitan a sus enemigos. Esta descarga puede destruir tecnología, sobrecargar armaduras energéticas y desactivar sistemas de defensa, convirtiéndolos en una fuerza de choque capaz de desmantelar las defensas tecnológicas del enemigo con facilidad.
Actúan como cazadores de élite, encargados de localizar y neutralizar a las fuerzas especiales del enemigo, en particular aquellos con poderes o tecnología avanzada. Su habilidad para amplificar los poderes de los demás los hace indispensables en ofensivas coordinadas, permitiendo que las fuerzas Piunax funcionen a su máxima capacidad.
La fase especializada del Piunax creada a partir del ADN de los Tlek Sapiens/Psaíchy, conocida como Psionthael, es una entidad perfeccionada, mejorada y diseñada para ser una máquina de guerra imparable con poderes psiónicos, capacidad de telekinesis y dominio del entorno acústico. Tomando lo mejor de los Psaíchy y eliminando sus debilidades, los Psionthael son combatientes polivalentes y letales, capaces de destruir física y mentalmente a sus enemigos. Los Psionthael se caracterizan por una imponente apariencia física, con una altura de 2.5 metros y un peso que varía entre 250 y 300 kg. Sus cuerpos están cubiertos por una piel negra, brillante y flexible, intercalada con patrones de rojo oscuro que emiten una suave bioluminiscencia, especialmente en la oscuridad o cuando usan sus habilidades psiónicas. La característica más impactante es su único ojo central, de un rojo profundo y brillante, que emite un leve resplandor cuando están concentrando sus habilidades mentales.
La armadura exoesquelética que cubre su cuerpo es resistente, pero flexible, y está integrada con las células "Psidermis" que les permiten generar campos psíquicos de protección. Este exoesqueleto orgánico, impenetrable por medios convencionales, es capaz de absorber impactos físicos y energéticos, convirtiéndolos en energía psiónica que los Psionthael pueden reutilizar en sus ataques telequinéticos.
La habilidad telequinética de los Psionthael está a un nivel sin precedentes. Su Glándula Psiónica ha sido reforzada por el Piunax, permitiéndoles mover objetos con facilidad que pesan varias toneladas, e incluso controlar múltiples objetos simultáneamente. Pueden desmembrar oponentes con la fuerza de su mente o manipular su entorno para crear trampas devastadoras. Esta habilidad les da el poder de cambiar el campo de batalla a su favor. La capacidad de generar escudos psíquicos ha sido mejorada drásticamente. Los Psionthael pueden crear escudos de energía psíquica que cubren tanto su cuerpo como grandes áreas a su alrededor. Estos campos de fuerza pueden bloquear ataques físicos, energéticos e incluso otros poderes psiónicos, y pueden mantenerse activados durante largos períodos de tiempo, otorgándoles una defensa casi impenetrable. A su vez, estos escudos también pueden servir como trampolines psíquicos, impulsándolos a altas velocidades en el combate.
La manipulación de las ondas sonoras que originalmente poseían los Psaíchy ha sido llevada a su máximo esplendor en los Psionthael. Su Órgano Sónicum ahora les permite generar barreras sónicas masivas, capaces de bloquear ataques aéreos y neutralizar armamento sónico o explosiones. Además, pueden usar el sonido para causar desorientación en sus enemigos, emitiendo frecuencias que provocan náuseas, pérdida del equilibrio, o incluso daño cerebral a aquellos que no tienen defensas auditivas suficientes. Al mantener la capacidad sonar de los Psaíchy, los Psionthael poseen un sistema de detección ambiental casi perfecto, permitiéndoles visualizar su entorno en tres dimensiones a través de las vibraciones del sonido. Esto les da una percepción espacial superior y les permite detectar enemigos ocultos o emboscadas con gran anticipación. Pueden navegar en cualquier ambiente, ya sea terrestre o acuático, con una precisión sobrehumana.
Aunque tienen un solo ojo central, su percepción visual ha sido mejorada por el Piunax. Los Psionthael ahora tienen un campo de visión de 360 grados, ya que su ojo único es capaz de captar información visual desde cualquier dirección. Además, su percepción de profundidad ha sido corregida por sus poderes psiónicos, lo que les permite calcular distancias y movimientos.
La fase especializada del Piunax creada a partir del ADN de los Summum Sapien, o Eefto, conocida como Vorha'thul, es una de las entidades más devastadoras de la Marea Negra. Ha sido perfeccionada para combinar la poderosa fisiología de los Eefto con la agresividad y el letal potencial de los infectados Piunax. La criatura resultante es una máquina de destrucción voladora que domina tanto en combate terrestre como aéreo, devastando todo a su paso.
El Vorha'thul es una colosal entidad que alcanza los 4 metros de altura y un peso cercano a los 800 kg. Su piel está cubierta por una gruesa armadura orgánica negra, entrelazada con venas rojas y patrones oscuros que brillan intensamente cuando está activando sus habilidades energéticas. Sus alas, de una envergadura de 10 metros, son afiladas como cuchillas y están recubiertas de placas óseas que pueden usarse como armas, permitiéndole cortar a sus enemigos durante el vuelo. Su cuerpo está diseñado para la guerra. Las cuatro extremidades superiores son musculosas y cuentan con garras afiladas que pueden atravesar metal con facilidad. Las piernas del Vorha'thul, aunque conservan la estructura aviar de los Eefto, están fortificadas para soportar impactos brutales, permitiéndole aterrizar desde grandes alturas sin sufrir daño alguno. Los cinco ojos del Vorha'thul brillan en un tono amarillo intenso, y están organizados para una visión de amplio espectro, capaz de detectar energía, calor y movimiento en el más mínimo detalle.
La fuerza del Vorha'thul ha sido aumentada exponencialmente. Capaz de levantar y destruir objetos de varias decenas de toneladas con facilidad, su musculatura piunaxiana ha eliminado la debilidad de la fuerza bruta. Pocos seres pueden igualar su potencia física en combate cuerpo a cuerpo, y sus cuatro brazos le permiten atacar con rapidez y precisión devastadoras. La capacidad regenerativa del Vorha'thul ha sido amplificada gracias a la mutación del Piunax. Las heridas se curan en segundos, y sus miembros pueden volver a crecer en minutos. Además, puede sanar a otros infectados de la Marea Negra mediante un proceso en el que emite esporas regenerativas que aceleran la curación en sus aliados.
El Vorha'thul ha llevado el control de energía a otro nivel. Sus núcleos energéticos pueden generar y lanzar esferas de energía destructiva con una potencia inimaginable. Estas esferas, de un rojo incandescente, no solo destruyen el objetivo con fuerza explosiva, sino que dejan tras de sí una nube tóxica de esporas Piunax que infectan cualquier ser vivo que entre en contacto con ellas. Su capacidad para generar energía le permite, además, crear ráfagas de energía continua que pueden destrozar estructuras enteras. Las alas del Vorha'thul le otorgan una velocidad de vuelo de 450 km/h, superando la velocidad original de los Eefto. Puede usar su vuelo no solo para desplazarse rápidamente por el campo de batalla, sino también para generar corrientes de viento cortantes que desorientan a sus enemigos. A grandes altitudes, su capacidad para volar silenciosamente lo convierte en una fuerza letal que puede atacar desde el aire sin ser detectado. La capacidad inhibitoria del Vorha'thul ha sido perfeccionada. Puede desactivar poderes mágicos y habilidades especiales de sus enemigos en un rango de varios kilómetros, utilizando un campo de energía psiónica que afecta a los nervios y sistemas energéticos de otros seres. Esto lo convierte en un cazador ideal contra razas altamente dotadas con poderes místicos o tecnológicos.
Una adaptación clave es la fotosíntesis oscura, que le permite absorber energía de fuentes luminosas y caloríficas, como estrellas o incluso explosiones. Esta energía no solo alimenta sus capacidades, sino que aumenta su poder a medida que absorbe más radiación, permitiéndole entrar en un estado de "sobrecarga" que incrementa su velocidad, fuerza y capacidad destructiva durante un tiempo limitado.
La mayor debilidad de los Eefto, la sensibilidad a la sal, ha sido eliminada completamente. El cuerpo del Vorha'thul ha desarrollado una tolerancia absoluta a los ambientes salinos, lo que lo convierte en una criatura adaptable tanto en planetas desérticos como acuáticos. Asimismo, su piel y tejidos internos han sido reforzados por el Piunax, eliminando la vulnerabilidad a la fuerza bruta que presentaban sus predecesores. Solo armas de inmenso poder, o tecnología extremadamente avanzada, podrían dañar significativamente su estructura.
El Vorha'thul es una bestia imparable tanto en combate cuerpo a cuerpo como a distancia. Sus habilidades energéticas le permiten arrasar con tropas enteras, mientras que su destreza en el aire lo convierte en una pesadilla táctica. Es capaz de liderar ataques estratégicos, utilizando su capacidad inhibitoria para neutralizar a los enemigos más peligrosos, mientras que su inmensa fuerza física lo convierte en un luchador temido en cualquier terreno.
La fase especializada del Piunax creada a partir del ADN de los Tulelapsed Sapien, o los Saíglofty, conocida como Rax'ul, es una de las entidades más versátiles y temidas de la Marea Negra.
El Rax'ul es una criatura imponente que alcanza los 3.5 metros de altura y un peso de 600 kg. Su piel tiene un tono oscuro de negro con vetas rojas brillantes que resaltan su apariencia siniestra. Su cuerpo está cubierto por una armadura orgánica similar a la de un escorpión, que proporciona una protección adicional contra ataques físicos y energéticos. El Rax'ul presenta una estructura corporal única: sus extremidades inferiores son robustas y musculosas, inspiradas en las patas de cuadrúpedos como los perros o cabras, que le otorgan una estabilidad sobresaliente y agilidad en terrenos accidentados. Sus patas delanteras pueden transformarse en diversas formas de armas, como garras afiladas y púas letales, gracias a su matriz morfológica avanzada.
El Rax'ul ha perfeccionado la habilidad de transformación de armas naturales. Sus extremidades pueden transformarse en garras cortantes, picos perforadores o incluso redes expansivas para capturar y aplastar a sus enemigos. Esta habilidad es altamente versátil y le permite adaptarse rápidamente a diferentes situaciones de combate. Las transformaciones pueden ser activadas a voluntad, permitiéndole elegir la forma más efectiva para cada enfrentamiento. La glándula piroquínica del Rax'ul ha sido amplificada para generar y controlar fuego con una intensidad devastadora. Puede lanzar llamas a alta temperatura desde sus extremidades o proyectar torrentes de fuego concentrado que incineran todo a su paso. Además, su control sobre el fuego le permite crear barreras de llamas que actúan como escudos de protección o trampas para atrapar a sus oponentes.
El Rax'ul posee un control excepcional sobre la temperatura gracias a su glándula termoquínica optimizada. Puede enfriar su cuerpo para resistir temperaturas extremas o calentar su entorno para desorientar y debilitar a sus enemigos. Esta habilidad también le permite ajustar su temperatura corporal para mantenerse en un estado óptimo durante el combate, incrementando su resistencia y agilidad.
La principal debilidad de los Saiglofty, la vulnerabilidad a condiciones extremas de temperatura y la sal, ha sido eliminada en el Rax'ul. La integración del ADN Piunax ha reforzado su resistencia a las temperaturas extremas y a la exposición a elementos corrosivos. Además, la piel del Rax'ul ha sido modificada para soportar entornos hostiles sin sufrir daño, eliminando las debilidades anteriores. Utiliza su capacidad de camuflaje y agilidad para emboscar a sus enemigos o atacar desde posiciones ventajosas. Prefiere desatar su poder en enfrentamientos decisivos, utilizando su piroquinesis para controlar el campo de batalla y sus armas naturales para acabar con sus enemigos. Su estrategia es siempre adaptativa, cambiando según las circunstancias para maximizar su eficacia en combate.
La fase especializada del Piunax derivada del ADN de los Hijos de Tánatos es conocida como Orosnax. Este espécimen ha evolucionado para ser una máquina de guerra impresionante.
El Orosnax es una bestia que alcanza los 5 metros de altura y pesa alrededor de 900 kg. Su piel es de un negro profundo con destellos de rojo y gris metálico que resalta en la oscuridad. La armadura orgánica del Orosnax es resistente a la radiación y los ataques físicos, proporcionándole una defensa robusta en cualquier combate. El Orosnax posee un cuerno curvado y espiralado en el lado derecho de su cabeza, que brilla con una tonalidad carmesí intensa. Su melena, de un rojo profundo, cae en cascada sobre sus hombros y parte superior del torso, agregando un aire de majestad y peligro. Sus ojos son de un rojo brillante, intensamente iluminados por una luz interna que refleja su poder y furia.
El Orosnax ha perfeccionado su habilidad para manejar elementos radiactivos. Puede absorber y canalizar radiación para potenciar sus ataques y habilidades. La radiación que acumula en su cuerpo puede ser liberada en forma de explosiones devastadoras o rayos concentrados que corroen y destruyen sus objetivos. También puede emitir una aura radiactiva que deteriora el equipo y la salud de sus enemigos cercanos. El Orosnax posee un aliento letal similar al “Aliento de la Muerte” de los Hijos de Tánatos, pero potenciado con elementos radiactivos. Este aliento es extremadamente tóxico y corrosivo, capaz de desintegrar materia y causar daño irreversible en un amplio rango. Su gas radiactivo se dispersa rápidamente en el aire y puede contaminar áreas extensas, haciendo que el Orosnax sea una amenaza en combates prolongados. La fuerza del Orosnax ha sido amplificada, permitiéndole levantar y manipular objetos de mas de cien toneladas con facilidad. Puede aplastar armaduras y estructuras con sus poderosos ataques físicos, y su musculatura robusta le permite ejecutar movimientos de gran impacto. Esta fuerza sobrehumana lo convierte en un adversario temible tanto en combate cercano como en confrontaciones físicas.
El Orosnax posee una visión nocturna mejorada gracias a la adaptación de sus ojos. Puede ver claramente en completa oscuridad y detectar fuentes de calor y movimiento, lo que le da una ventaja táctica en ambientes con poca luminosidad. Sus ojos radian una luz roja tenue, que le permite mantener una visión clara sin deslumbrarse. Su metabolismo ha sido adaptado para utilizar elementos radiactivos como fuente de energía. Esto no solo le proporciona una fuente constante de poder, sino que también le permite resistir niveles elevados de radiación sin sufrir efectos adversos. El Orosnax puede sobrevivir y prosperar en ambientes radiactivos, convirtiendo la radiación en un impulso para sus capacidades. El Orosnax ha desarrollado una capacidad avanzada para adaptarse a diferentes tipos de terrenos y condiciones ambientales. Puede modificar la densidad y estructura de su piel para mejorar su agarre y movilidad en superficies resbaladizas o accidentadas. Esta adaptación le permite moverse con agilidad y eficacia en casi cualquier entorno.
El Orosnax utiliza su capacidad de manipulación radiactiva y su aliento tóxico para dominar el campo de batalla. Prefiere atacar a distancia con su aliento radiactivo y rayos corrosivos, desgastando a sus enemigos antes de entrar en combate cercano. Su habilidad para adaptarse a diferentes terrenos y su resistencia a la radiación le permiten enfrentarse a una amplia variedad de oponentes con eficacia.
El Orosnax es una fase avanzada del Piunax, diseñada para ser una de las bestias más destructivas y adaptables. Con su combinación de habilidades radiactivas, fuerza sobrehumana y resistencia avanzada, el Orosnax es una entidad temida en el universo, capaz de arrasar con todo a su paso y dominar cualquier entorno con su poder abrumador.